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Dignidad y salud en Haití: un día en la clínica móvil de la OIM para personas desplazadas

Puerto Príncipe, Haití – La escuela Lycée Jeunes Filles en Puerto Príncipe explota de gente. Este lugar alguna vez fue una institución educativa, pero ahora alberga más de 5.000 personas forzadas a irse de sus hogares por la masiva violencia de las pandillas que ha estado asolando a este país por muchos años hasta el presente.

Lo que alguna vez fueran aulas y salones de clase sirven ahora como espacios para vivir, cada uno de ellos lleno de personas y familias que tienen historias de pérdida y de sufrimiento. Entre esas personas se encuentran Nadine y Claude, cuyos caminos se entrecruzaron en este sitio de desplazamiento.

Nadine se sienta en la esquina, rodeada de pertenencias prolijamente apiladas – frazadas, contenedores, un par de preciosos recuerdos de su vida anterior. A pesar de todo, este pequeño espacio le ofrece una pequeña dosis de estabilidad en un mundo incierto.

Mientras tanto, Claude cuida a su familia con una mirada protectora. Su esposa y su hijo se sientan a su lado, con expresiones que son una mezcla de agotamiento y esperanza. Todo el tiempo él está vigilando, pues es más que consciente de su nivel de vulnerabilidad en este sitio atestado. Para Claude se trata de un entorno en donde es difícil lograr estabilidad, y en el que “cada día es una lucha para mantener nuestra dignidad y brindarle seguridad a mi familia".

Sin embargo, hoy hay un destello de alivio. La OIM programó una clínica móvil en el sitio para ofrecer apoyo médico indispensable. Para muchos residentes como Nadine y Claude, el acceso a los cuidados de la salud ha sido escaso, a menudo inaccesible desde el momento de su desplazamiento. La llegada de los equipos móviles para esta clínica es una cuerda salvavidas, una oportunidad de abordar las necesidades de salud que han sido descuidadas durante mucho tiempo.

Brindar cuidados en medio de los desafíos

Desplegar a los equipos para una clínica móvil de la OIM no es un hecho menor. Involucra navegar por desafíos logísticos y de seguridad, el transporte de equipamiento, insumos y un equipo de profesionales de cuidados de la salud a través de terreno que a veces es duro y disputado por las pandillas. Pero aquí es donde Edwisson, presidente del comité de gestión del sitio, tiene un rol crucial.  

Edwisson es bien conocido en el Lycée Jeunes Filles. Está muy familiarizado con el sitio y sus residentes, comprende sus luchas, sus historias y sus necesidades. Su rol es muy valioso, es el puente entre el equipo de la OIM y la comunidad, guiando al personal médico hacia quienes más lo necesitan.

Mientras camina al lado del equipo de la OIM, Edwisson les indica cuáles son los residentes particularmente vulnerables, como Nadine, que ha estado sintiéndose débil y cansada por semanas. Se detiene en el albergue de Claude, intercambia algunas palabras con él, advirtiendo su preocupación por la salud de su familia. Cuando la clínica ya está totalmente instalada,  Edwisson se asegura de que nadie quede fuera, que todas esas personas que necesitan cuidados sean incluidas.

Concientizando y educando en temas de salud

Mientras Nadine y Claude se ponen en la fila de personas que esperan para recibir atención médica, acceden a mucho más que cuidados básicos de la salud – también acceden a información. Mientras esperan, el personal de salud lleva adelante sesiones de concientización sobre cuestiones de salud comunes en contextos de desplazamiento. Se discuten temas como la hipertensión, el VIH, e incluso la prevención de accidentes cerebrovasculares y se brindan consejos prácticos acerca de cómo manejar la salud en condiciones de vida tan precarias.

Nadine escucha con gran atención cómo un doctor de la OIM explica la importancia de reconocer tempranamente los síntomas de los accidentes cerebrovasculares, que es una capacidad que puede llegar a salvar vidas en tales circunstancias. Claude absorbe cada palabra, comprendiendo que esta información podría marcar una diferencia vital para su familia. Estas sesiones son breves, pero con un gran impacto y les brindan a los residentes las herramientas necesarias para protegerse ellos mismos y proteger a sus familiares en entornos en los que los riesgos a la salud son mucho más graves que en cualquier otro lugar.

Cuando llega el turno de Nadine ella se acerca a la estación médica y se sienta enfrente de un médico que la escucha con mucha paciencia y empatía mientras ella describe sus síntomas. El examen es básico pero esencial, enfocándose en las inquietudes de salud inmediatas y ofreciendo soluciones cuando fuera posible.

Sin embargo, no todas las necesidades de salud pueden abordarse inmediatamente en la clínica móvil. Para casos que requieren cuidados especializados o avanzados – infecciones severas, condiciones crónicas, o embarazos de alto riesgo – el equipo de la OIM deriva a los pacientes a hospitales públicos en los que los servicios son sin cargo, o a instalaciones privadas, en donde los costos son cubiertos por la OIM para asegurar que nadie se quede sin los cuidados necesarios. Esta red de apoyo extiende el alcance de la clínica, asegurando que cuestiones cruciales de salud reciban los cuidados necesarios tras la consulta inicial.

 

Mucho más que solo ayuda temporaria

El equipo de la OIM no se detiene allí. En los días y semanas siguientes, se ponen en contacto con Nadine, Claude y a otros visitantes o pacientes de las clínicas móviles. Para algunos, este seguimiento implica llamados telefónicos para asegurar que los tratamientos prescriptos están funcionando. Para otros, en particular aquellos cuyas condiciones evolucionan, el equipo puede volver a visitar el sitio para brindar cuidados adicionales o facilitar futuras derivaciones a hospitales especializados. Este compromiso con el apoyo constante pone de relieve la dedicación de la OIM con algo más que la mera ayuda temporal – es un compromiso de acompañar a las personas desplazadas mientras navegan por la tragedia de este desplazamiento forzoso.

El trabajo vital de la OIM en cuanto a proveer asistencia médica a las poblaciones desplazadas y también otras formas de apoyo sería imposible sin el respaldo incondicional de los donantes.  Este apoyo garantiza que la OIM pueda seguir en terreno, abordando necesidades urgentes y adaptándose a los nuevos desafíos a medida que surgen. Las contribuciones de los donantes forman la piedra angular de estos esfuerzos vitales, transformando la compasión en ayuda tangible para quienes deben enfrentar las más duras condiciones.

*Los nombres han sido alterados. Todas las personas que aparecen en las fotos fueron informadas del uso que se les daría y dieron su consentimiento.

Esta historia fue escrita por Antoine Lemonnier, Oficial de Comunicaciones de la OIM Haití.

SDG 3 - SALUD Y BIENESTAR
SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
SDG 16 - PAZ, JUSTICIA E INSTITUCIONES SÓLIDAS
Escrito por
Antoine Lemonnier

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