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Mujeres indígenas en Guatemala hilvanan un futuro de oportunidades en su lugar de origen 

Guatemala – Ana Cecilia ha siempre soñado con ser costurera, pero sin capacitación y sin recursos, ese sueño parecía distante. En la zona rural de Guatemala, en donde las oportunidades para las mujeres – sobre todo para las indígenas – son escasas, la independencia económica suele sentirse como una meta inalcanzable.    

Sin embargo, ese objetivo a largo plazo está a un paso más cerca de ser concretado desde el momento en que ella se unió al programa Impúlsate, que brinda capacitación a las mujeres en el ámbito de la confección, el diseño e incluso clases de manejo. La capacitación les permite crear prendas tradicionales y ropa artesanal y al mismo tiempo preservar su identidad cultural.  

Implementada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), con el apoyo del Gobierno de Japón, esta iniciativa busca dotar a las mujeres con capacidades técnicas, ayudándolas a lograr independencia económica y crear oportunidades de empleo para ellas mismas y para otras mujeres en sus propias comunidades.  

Para Ana Cecilia, esta oportunidad le cambió la vida. Tenía una máquina de coser en su casa, pero no estaba capacitada como para poder convertir su pasión en un negocio. “Yo siempre había querido aprender a coser, pero no sabía cómo hacerlo”, cuenta. Ahora, con la capacitación técnica que recibió, Ana Cecilia está produciendo prendas de alta calidad y obteniendo un ingreso. Su próximo objetivo: abrir su propio negocio de costura y demostrar que el éxito también se puede lograr en casa.  

Creando un futuro en casa  

Guatemala es un país con gran diversidad cultural ya que cuenta con 24 grupos étnicos. Ha tenido que luchar durante mucho tiempo con la disparidad de género en la fuerza de trabajo. De sus 17 millones de habitantes, más de 9 son mujeres*, pero a pesar de eso su participación en el mercado laboral sigue siendo desproporcionadamente baja. De acuerdo con la Estrategia Nacional para el Empoderamiento Económico de las Mujeres en Guatemala, las mujeres de zonas urbanas tienen una participación en la fuerza laboral de aproximadamente un 50%. Pero en el caso de las mujeres indígenas y rurales, las cifras son significativamente más bajas. El acceso limitado a la educación, a recursos financieros y a empleo formal con frecuencia ejerce gran presión y obliga a las mujeres a considerar la migración como la única opción viable.  

Al igual que Ana Cecilia, Silvia también empezó desde cero. Antes de Impúlsate, ella nunca había usado una máquina de coser. Ahora con mucha confianza puede cortar las telas, crear patrones e hilvanar las prendas. “Puedo ayudar a mi familia y obtener un ingreso”, dice. Como muchas otras, Silvia alguna vez consideró la posibilidad de migrar a la búsqueda de empleo. Pero hoy está enfocada en la tarea de construirse un futuro allí en Guatemala.  

Francisca estuvo a punto de irse de Guatemala por segunda vez, pero se enteró de que existía Impúlsate. Con pocas oportunidades económicas a su alcance, pensó que la única opción a futuro que le quedaba era la migración. Actualmente posee un negocio de costura en su comunidad. “El año pasado pensé en irme de mi país”, cuenta. “Pero cuando aprendí a coser cambié mis planes. Aquí también podemos generar un ingreso – hay oportunidades en Guatemala.”  

Preservando la cultura y fortaleciendo a las comunidades  

Mucho más allá de la costura, otras iniciativas ponen el foco en la preservación de la rica herencia cultural guatemalteca, mientras se fomenta la independencia económica. En comunidades como Santa Apolonia, San Miguel Chicaj, y Santa Cruz La Laguna, con apoyo del Gobierno de Canadá, la OIM está ayudando a las jóvenes artesanas a seguir con sus ancestrales tradiciones vinculadas al tejido.

En 2024 más de 200 mujeres participaron de programas de capacitación vocacional, talleres para alfabetización financiera y en iniciativas psicosociales y de emprendimientos. Estos esfuerzos les brindan a las mujeres indígenas las herramientas necesarias para ingresar al mercado laboral o iniciar sus propios negocios.

Adela, una líder comunitaria de Santa Apolonia, ha pasado su vida defendiendo el empoderamiento de las mujeres. Ella recuerda un tiempo en el que el nacimiento de una niña generaba un gran desencanto. “Cuando nacía un varón, celebraban. Pero cuando era mujer, solían decir ‘Oh, es una niña’. Desde su nacimiento a las mujeres se les da otro valor” dice.  

Para muchas mujeres indígenas y rurales en Guatemala, la carga de sostener a sus familias recae enteramente en ellas cuando los parientes de sexo masculino migran a la búsqueda de trabajo. Esta responsabilidad hace que sea prácticamente imposible para ellas buscar empleo fuera del hogar. Para intentar solucionar este problema la OIM ha introducido cursos de capacitación en confección, servicio al cliente, gastronomía, marketing digital, y educación financiera – capacidades que permiten que las mujeres obtengan un ingreso mientras trabajan en el hogar. 

"Solíamos dejar que la gente sacara ventajas de nuestra labor. Porque no entendíamos su valor. Ahora sabemos que nuestro trabajo vale la pena”, señala Vilma, una costurera. Aprender a ponerles un precio justo a sus piezas textiles artesanales le ha dado la confianza suficiente como para poder demandar una mejor paga por su arte que es muy elaborado y lleva mucho tiempo. Cada pieza tejida cuenta una historia, incorporando colores y diseños que representan la identidad regional. Por primera vez está viendo que hay un beneficio financiero real a partir de la venta de sus artesanías.

Con el apoyo adecuado mujeres como Ana Cecilia, Silvia, Francisca, Adela y Vilma demuestran que tener éxito no significa tener que irse de su país. Los logros obtenidos no solamente transforman sus vidas, sino que también fortalecen a sus comunidades e inspiran a generaciones futuras.  

“A todas las mujeres les digo: levanten sus cabezas. No importan las dificultades, o lo que los demás digan. Lo que importa es sentirnos felices con nosotras mismas y progresar”, declara Silvia.

*Datos del Instituto Nacional de Estadísticas con el apoyo del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2019).  

Esta historia fue escrita por Melisa Kljuca, Oficial de Comunicaciones de la OIM Guatemala y Jonathan Mazariegos, Oficial de Multimedios de la OIM Guatemala.

SDG 5 - IGUALDAD DE GÉNERO
SDG 8 - TRABAJO DECENTE Y CRECIMIENTO ECONÓMICO
SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
Escrito por
Melisa Kljuca
Jonathan Mazariegos

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