La familia de Ali y Fátima representa a los miles de personas desplazadas vulnerables a eventos climáticos extremos en Yemen. Foto: OIM/Majed Mohammed 

Costa Occidental, Yemen – En la Costa Occidental de Yemen, en donde los desastres arremeten sin aviso previo, las vidas de familias desplazadas como la de Ali y Fátima no han sido inmunes a los efectos de los conflictos y la furia de la naturaleza. Ali, que ahora tiene 53 años, recuerda cómo él y su esposa alguna vez soñaron con una vida tranquila en Al Hodeidah. Pero ese sueño fue sacudido cuando el conflicto empezó a agravarse y los obligó a irse de su hogar junto a sus hijos. El desplazamiento los trajo a Alkhukhah, en donde lucharon para poder reconstruir sus vidas en medio de un sinnúmero de nuevos desafíos. 

Ali no tenía una casa adecuada y por este motivo erigió un albergue temporal usando palos y plástico descartable. Era una estructura muy frágil que ofrecía poca protección contra los agentes climáticos. Con cada temporada que pasaba, la situación iba empeorando. El albergue, que ya estaba usado y desgastado, se volvió aún más vulnerable cuando las lluvias empezaron a caer. Ali temía que la estructura pudiera desplomarse sobre sus hijos. 

“Cuando las lluvias empezaron a caer mi mayor preocupación era mantener seguros a mi esposa y mis hijos”, confiesa Ali. “En esos complicados momentos deseaba tener al menos una lámina plástica para proteger a mi familia”. 

Con apoyo e infraestructura más sólida, familias como la de Ahmed están mejor preparadas para enfrentar futuras inundaciones y eventos climáticos extremos. Foto: OIM/Majed Mohammed 

A pesar de los grandes esfuerzos, cada precipitación se sintió como una verdadera amenaza, puesto que el peso del agua hacía que el techo se hundiera peligrosamente. Fátima, meciendo a su bebé, intentaba calmar el llanto del niño, mientras Ali se quedaba de pie durante horas, sosteniendo a los otros dos menores sobre sus hombros para evitar que el agua de las inundaciones los arrastrara.   

La constante amenaza de inundaciones repentinas impidió que la pareja estuviera tranquila. Para Fátima, cada tormenta era un recordatorio de la precariedad de su situación. “Cuando llueve, siempre tengo miedo de que caiga mucha agua y que las inundaciones arrasen con nuestro albergue”, explica.

Un día, mientras se encontraban en su frágil albergue, ocurrió lo inevitable: las pocas pertenencias de la familia quedaron sumergidas bajo el agua. Fue un golpe devastador. A pesar de que habían vivido experiencias duras con el desplazamiento, Ali y Fátima se dieron cuenta de que tal vez iban a tener que mudarse nuevamente, esperando encontrar seguridad en un lugar menos vulnerable a las inundaciones. 

El apoyo integral de la OIM brinda a las familias desplazadas los recursos que necesitan para poder sobrevivir y reconstruir sus vidas, desde artículos esenciales hasta soluciones a largo plazo. Foto: OIM/Majed Mohammed 

Finalmente empezaron a sentir un alivio cuando pudieron acceder a asistencia para albergues tras las  últimas inundaciones repentinas. A pesar de las brechas en la financiación, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) asigna stocks de contingencia para el abordaje de las necesidades críticas generadas por los eventos climáticos extremos como estos. Los artículos no alimentarios que recibieron, incluyendo un horno y un set de cocina, fueron un gran alivio. Ali ya no tuvo que juntar palos para encender un fuego y Fátima pudo preparar comida para sus hijos sin tener que estar esperando que los vientos menguaran.

Pero para familias como las de Ali, la asistencia de emergencia sola no es suficiente. En el frágil paisaje de Yemen, en donde las inundaciones y otros desastres naturales son una amenaza permanente, la OIM está trabajando incansablemente para garantizar que las comunidades vulnerables sean protegidas no solamente hoy, sino que también estén mejor preparadas para el futuro. Como parte de estos esfuerzos, la OIM también empodera a las familias y a los miembros jóvenes de la comunidad acerca de cómo protegerse a sí mismos contra incendios e inundaciones, dotando a la siguiente generación con conocimientos básicos para salvaguardar a sus familias.

En sitios de desplazamiento como Alkhukhah las intervenciones de la OIM van mucho más allá de brindar albergues de emergencia. La Organización lleva adelante evaluaciones ambientales y de exposición a peligros con el propósito de orientar sus esfuerzos en la mitigación de las inundaciones, el manejo de los desechos y la conservación del agua. Estas medidas son pasos cruciales para reducir el impacto de futuros desastres y para asegurar que estamos construyendo un ambiente mucho más seguro y resiliente para la próxima generación.  

A los 70 años la principal preocupación de Ibrahim no es su propia seguridad sino la de su hijo que tiene una discapacidad y a quien ha protegido de innumerables tormentas. Foto: OIM/Majed Mohammed 

Como Ali, Ibrahim de 70 años y su familia han enfrentado el devastador impacto tanto del conflicto como de los desastres naturales. Ibrahim había estado viviendo en las pacíficas pero desafiantes montañas de Mawza’, en donde él y su familia debían hacer grandes esfuerzos para poder llegar a fin de mes. Pero sus vidas dieron un giro radical cuando un cohete impactó sobre su hogar, forzándolos a escapar a la búsqueda de seguridad.  

Su nuevo asentamiento, construido a las corridas con lo que tenían a mano, apenas si podía soportar las fuerzas de la naturaleza. Cuando comenzó la estación de lluvias, la familia de Ibrahim se encontró nuevamente a merced de las inclemencias climáticas. Luchando contra la furia de la naturaleza, Ibrahim estaba muy preocupado no solamente por él mismo y por su esposa sino principalmente por su hijo que vivía con una discapacidad. Su hijo mayor asumió la responsabilidad de cuidar a sus padres y a su hermano, pero los desafíos que la familia debía enfrentar no paraban de aumentar. 

Una noche, mientras el agua empezaba a filtrarse en su albergue temporal, Ibrahim observaba impotente cómo el agua de la inundación se llevaba todo a su paso. “Pude ver cómo mi albergue se convertía en una alberca”, recuerda. En esos horribles momentos, lo que más preocupaba a Ibrahim era su hijo con discapacidad, temiendo no poder ponerlo a resguardo justo a tiempo. 

Gracias al apoyo de la OIM la familia de Ibrahim pudo encontrar cierta estabilidad. Por medio de asistencia en efectivo con propósitos múltiples, Ibrahim pudo cubrir las necesidades básicas de su familia, comprar alimentos y medicamentos que les ayudaron a sobrellevar lo peor de la crisis. Pero mucho más allá de esta asistencia inmediata, los trabajos de la OIM se han enfocado en el fortalecimiento de la resiliencia ante los desastres tanto para las generaciones actuales como para las futuras. 

La familia de Ibrahim ha tenido que enfrentar dificultad tras dificultad, pero a pesar de todo eso su fortaleza y perseverancia les han ayudado a seguir. Foto: OIM/Majed Mohammed 

En respuesta a los considerables daños provocados por las inundaciones, la Unidad de Ingeniería de Apoyo (ESU) de la OIM, en coordinación con el equipo de Agua, Saneamiento e Higiene para Todos (WASH) ha construido paredes de gavión para evitar más, destrucción en el futuro. Estas paredes sirven como una defensa crucial contra futuras inundaciones, protegiendo la infraestructura clave de la que las familias vulnerables como la de Ibrahim dependen para su supervivencia.

Una intervención crítica es el pozo Al Ameed en Hays, la única fuente de provisión de agua para más de 25.000 personas, muchas de ellas desplazadas. Cuando las inundaciones destruyeron los sistemas a base de energía solar usados para bombear agua, el acceso a este recurso vital fue interrumpido, planteando una grave amenaza a la población vulnerable. En respuesta a esto, los equipos de la OIM construyeron muros de gavión para redirigir las aguas de las inundaciones, protegiendo el pozo y los sistemas solares. Estas barreras son esenciales para salvaguardar la fuente de agua y proteger la resiliencia de larga data de la comunidad, ayudando a garantizar una cuerda salvavidas para los más vulnerables contra futuros eventos climáticos extremos.

Para Ibrahim y su familia la supervivencia no tiene que ver simplemente con superar cada desastre sino con volverse mucho más fuertes, optimizar la preparación y estar mejor equipados para enfrentar lo que pudiera venir. Tal vez el miedo que Ibrahim sintió con el aumento del caudal de las aguas de las inundaciones no se vaya nunca, pero la fortaleza que mostró al momento de proteger a su familia ha inspirado a otros en su comunidad y ha ayudado a allanar el terreno para que la próxima generación sea más resiliente y esté lista para enfrentar el futuro.

“Debemos convivir con la tierra, y a veces ella se enoja con nosotros”, dice Ibrahim. “Pero también hemos aprendido a mantenernos firmes”. 

La OIM ha lanzado un llamamiento urgente pidiendo fondos adicionales para poder brindar apoyo a los trabajos de respuesta a las inundaciones. Para mayor información, por favor tenga a bien leer el llamamiento completo

Esta historia fue escrita por Abeer Alhasani, Asistente de Comunicaciones y Traducciones de la OIM Yemen.   

SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
SDG 13 - ACCIÓN POR EL CLIMA