Antioquía, 31 de octubre de 2023 – La antigua ciudad de Antioquía en Hatay, provincia al sudeste de Türkiye, fue alguna vez un centro de historia, cultura y diversidad. Hoy tiene la cicatriz de una serie de catastróficos terremotos que ocurrieron en febrero. A pesar del progreso logrado en la limpieza de los escombros y la emergencia de algunas señales aisladas de vida, la ciudad sigue mostrando una soledad desoladora.  

Emel y su familia tuvieron la suerte de poder sobrevivir. Pero esa salvación tuvo un costo muy elevado, porque perdieron todo lo que amaban.  

“Mi esposo y yo habíamos comprado una casa apenas tres años atrás, después de haber estado viviendo con sus padres muchos años. Nuestra casa terminó totalmente dañada. No pudimos rescatar nada”.  

Emel y su familia ahora residen en un asentamiento formal, coloquialmente conocido como  ‘ciudad contenedor’ – un refugio temporal no muy lejos del centro de la ciudad. Aquí más de 4.500 residentes han encontrado un lugar para vivir luego de que los sismos los dejaran sin techo.  

Emel les da la bienvenida a visitantes en su nuevo hogar, un contenedor amueblado de dos habitaciones,  que se completa con un dormitorio, baño y cocina. Por el tamaño de su familia, que incluye hijos de entre 6 y 17 años, han tenido acceso a un contenedor mucho más espacioso.  

Emel se sienta en la sala. Foto: OIM 2023/Olga Borzenkova

Emel recuerda con cariño el día en que se mudaron a su nuevo aunque temporal hogar, hecho que coincidió con las celebraciones del Eid. En ese momento en el asentamiento había un espíritu muy festivo, a pesar de todos los desafíos que los residentes habían tenido que enfrentar.  

Después de haberse instalado encontró trabajo en una lavandería pública, en donde ahora trabaja junto a sus compañeras residentes Neslihan y Vefa. Además de ser una fuente de ingresos, el trabajo le ha permitido plantearse nuevas metas. “Trabajar aquí ha mejorado de manera muy significativa mi salud mental. Cada día me propongo nuevos objetivos y paso algo de tiempo con los vecinos que trabajan conmigo”.  

Neslihan y Vefa cuentan cómo se sienten en el empleo que acaban de conseguir. El trío trabaja diligentemente en la lavandería los días de semana, desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde, y también medio día los sábados, dejando el domingo reservado para tiempo de calidad junto a sus familias.  

Vefa, Neslihan y Emel (de izquierda a derecha) en su trabajo en la lavandería. Foto: OIM 2023/Olga Borzenkova

Un ejemplo de los contenedores que sirven como hogares y espacios públicos en los asentamientos. Foto: OIM 2023/Miko Alazas

El asentamiento de a poco se va agrandando gracias a las actividades que allí se realizan. Entre otras recientes mejorías de su infraestructura, ahora hay una escuela, una librería, un laboratorio de informática, centros deportivos, espacios recreativos y una guardería.  

Gracias a la guardería, Emel, Neslihan y Vefa ya no se preocupan más por sus hijos e hijas cuando van a trabajar, pues los dejan allí.    

En verano el centro empezó a ofrecer actividades como dibujo y fabricación de artesanías. Ahora con el inicio del ciclo lectivo, los maestros ofrecen lecciones en los jardines de infantes para garantizar que la educación de los niños y niñas se interrumpa lo menos posible.  

Los contenedores pre fabricados han permitido la reanudación de tales servicios públicos, además de servir como hogares temporales para miles de personas. Al mes de octubre de 2023, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha entregado más de 830 contenedores a las autoridades, los cuales han sido distribuidos en las cuatro provincias más afectadas por los terremotos: Adiyaman, Hatay, Kahramanmaras y Malatya. 

“Trabajamos muy estrechamente con las autoridades para garantizar que los contenedores lleguen a los lugares en donde más se los necesita”, explica Ibrahim Timurtas, Oficial del Área de Operaciones Nacionales en la OIM. “No solamente son sumamente importantes para que las personas tengan un albergue; también ayudan a los residentes a recuperar un sentido de normalidad en un nuevo entorno”.   

Niños y niñas de diferentes edades pasan tiempo en la librería del asentamiento. Foto: OIM 2023/Olga Borzenkova​​​​​​​

El invierno se acerca y las tres mujeres están encantadas con las mejoras en sus vidas y con las instalaciones y comodidades del asentamiento.  

“Por tres meses vivimos en una casa con dos familias. Los contenedores en este lugar son mucho mejores que el lugar en el cual estábamos viviendo tras los terremotos”, dice  Neslihan. 

Si bien empezar de nuevo demanda una gran dosis de coraje, eso es algo que a Emel, Neslihan y Vefa no les falta. En sus nuevas comunidades, están maximizando toda nueva oportunidad que se les presente mientras siguen aguardando con la esperanza de que tal vez, algún día, vuelvan a tener una casa propia.   

La OIM lidera el Sector de Apoyo a los Asentamientos Temporales (TSS) en Türkiye, el cual apuntala los esfuerzos gubernamentales para garantizar la provisión de servicios y asistencia en sitios, mejorar las condiciones integrales de vida y la seguridad y establecer espacios comunales. 

La OIM ha podido entregar contenedores gracias al generoso apoyo de los Gobiernos de Japón, Canadá,  y Kuwait, y gracias al Fondo Central de Respuesta de Emergencia de las Naciones Unidas. 

Escrita por Olga Borzenkova y Miko Alazas, Unidad de Información Pública de la OIM Türkiye 

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