Cox’s Bazar, 26 de mayo de 2023 – “Por un giro del destino he perdido mi albergue por segunda vez en tan solo un par de meses”, dice la sexagenaria refugiada rohingya Jarina Khatun mientras observa su albergue destruido. “Y ahora, como la temporada de monzones aún no ha llegado, estoy preocupada porque tal vez vendrán más días malos para mí y mi familia”.

El 5 de marzo perdió su albergue construido con varas de bambú y lonas impermeables a causa de un incendio devastador que asoló una sección en crecimiento de los campamentos de refugiados de Cox’s Bazar. Jarina apenas si había terminado de reconstruir su albergue temporal con la ayuda de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) cuando el ciclón arremetió.

El 14 de mayo el Ciclón Mocha hizo su ingreso por la frontera entre Bangladesh y Myanmar. El Gobierno de Bangladesh declaró inmediatamente la “Señal de Gran Peligro Nivel 10” en Cox’s Bazar y en los distritos costeros circundantes. Tres banderas, que representan la mayor señal de advertencia – fueron izadas en los campamentos de refugiados de Cox’s Bazar y zonas aledañas.

Después de que el Ciclón Mocha pasara por los campamentos de personas refugiadas rohingyas, los trabajadores de esa comunidad realizan tareas a cambio de efectivo y quitan un árbol que se ha caído sobre el techo de los albergues de los refugiados. Foto: OIM

Si bien el distrito de Cox’s Bazar no resultó tan afectado por la fuerza del ciclón, las intensas precipitaciones y vientos destruyeron o dañaron albergues, puntos de provisión de agua,  letrinas, alcantarillas, puentes y otras obras claves de infraestructura comunitaria en lo que constituye el mayor campamento de refugiados de todo el mundo, con casi 1 millón de refugiados rohingyas, junto a las comunidades que los acogen en Bangladesh. 

Muy impactada por haber tenido que enfrentar semejante calamidad en un período de apenas dos meses, Jarina, que vive con su hijo mayor, su nuera, y dos nietos, inmediatamente pidió ayuda a los equipos de la OIM que le entregaron nuevamente diversos materiales para que pudiera proceder a la reconstrucción de su albergue.

Jarina Khatun hace tareas en el hogar después de que su albergue se viera afectado por el Ciclón Mocha. Crédito de la foto: OIM/Md Kowshikur Rahman

“Mientras la tormenta se intensificaba, mi corazón se encogía observando mis pertenencias, entre ellas los alimentos que tenía guardados, la ropa y los utensilios de cocina, por temor a que fueran arrastrados por las copiosas lluvias y los fuertes vientos”, dice.

“Cuando el fuego estalló en marzo, estábamos en el hospital con mi nuera que estaba embarazada. Cuando regresamos a nuestra casa, no había quedado nada, solamente cenizas. De inmediato juntamos varas de bambú y lonas impermeables y armamos un albergue temporal. Ahora, a tan sólo dos meses, he perdido ese albergue por el ciclón. Estoy muy preocupada por la inminente temporada de monzones. Temo por mis dos nietos”, dice Jarina.

Los refugiados rohingyas que han sido afectados por el Ciclón Mocha reciben de la OIM los materiales necesarios para reconstruir sus albergues. Foto: OIM

Jarina es una de los más de 16.000 refugiados rohingyas que se vieron afectados por el devastador incendio del mes de marzo y que ahora han tenido que enfrentar nuevamente el desastre causado por el ciclón.

Rustom Ali, refugiado rohingya que trabaja en la Unidad de Gestión de Desastres coordinada por la OIM y que proviene del mismo campamento que Jarina, dice que se prepararon lo mejor posible para el ciclón luego de que los equipos de gestión del sitio de la OIM los alertaran y les pidieran que tomaran las precauciones necesarias. Fueron capacitados íntegramente acerca del modo de reaccionar y apoyar a sus comunidades de cara a este tipo de desastres.

Luego de que el Ciclón Mocha pasara por los campamentos de refugiados rohingyas, los equipos de la OIM junto a voluntarios de esa comunidad llevaron a cabo evaluaciones para medir el daño causado por el evento climático. Foto: OIM

“Cuando el viento se puso muy violento, las mujeres y los niños y niñas de mi comunidad empezaron a gritar mientras las ráfagas azotaban sus albergues”, dice, agregando que también pudo observar a su alrededor cómo muchos de sus vecinos luchaban para poner a resguardo sus albergues y pertenencias.

Rustom recuerda que la gente estaba intentando salvarse a sí misma y a sus pertenencias. Algunas personas terminaron heridas. Su equipo había empezado a llevar a las personas en situación de vulnerabilidad a un centro de estudios cercano, con una estructura más sólida que los albergues y en donde supuestamente estarían más protegidas.

Tras haber sido afectado por el Ciclón Mocha, el campamento de refugiados rohingyas nro. 11 están reconstruyendo sus albergues por segunda vez tras haberlos perdido hace dos meses a causa de un incendio devastador. Foto: OIM/Md Kowshikur Rahman

Bien temprano al día siguiente, un equipo de la OIM llegó al campamento para evaluar el daño causado por el ciclón. Pudieron ver la devastación que el mismo había provocado y se dieron cuenta de que debían actuar de inmediato.

“Con gran rapidez los equipos de la OIM distribuyeron insumos de emergencia, incluyendo varas de bambú y lonas impermeables para reparar de inmediato los albergues de las familias afectadas”, cuenta Rustom.

Está muy agradecido por la asistencia que él y sus vecinos recibieron, pero al igual que Jarina, está muy preocupado por la inminente temporada de monzones. Dice que su familia necesita contar con un albergue permanente para protegerse de la lluvia y el viento.

Una vista del campamento rohingya nro. 11, afectado por un ciclón y por un incendio en el intervalo de dos meses, desde el albergue de Jarina Khatun. Foto: OIM/Md Kowshikur Rahman

En los próximos años, los eventos climáticos extremos ocurrirán cada vez con mayor frecuencia por el cambio climático. Los vínculos entre el cambio climático, la migración y el desplazamiento en todo el mundo ejercen cada vez mayor presión. Para evitar, mitigar y abordar el desplazamiento vinculado a desastres climáticos y fortalecer la resiliencia de las personas, la OIM hace un llamamiento a los gobiernos para que implementen medidas sostenibles de adaptación al cambio climático y para la preparación y reducción de riesgos de desastre.

La OIM está trabajando para brindar apoyo a las personas refugiadas afectadas por el ciclón y las comunidades de acogida por medio de albergues, servicios WASH (agua, saneamiento e higiene para todos), protección de la salud, y otros tipos de asistencia humanitaria que pudieran necesitarse.

Debido que los fondos para ofrecer respuesta a los rohingyas se han reducido drásticamente, la comunidad internacional necesita cuanto antes aumentar su apoyo a fin de asegurar que los campamentos de refugiados de Cox’s Bazar reciban apoyo adecuado mientras la temporada de monzones se avecina.

Esta historia fue escrita por Tarek Mahmud en Cox’s Bazar

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