Grand Popo, 7 de marzo de 2023 – En medio de un calor implacable y en un almacén rebosante de productos, Catherine Zinsou se esfuerza, con el teléfono en la mano y gotitas de sudor en la frente, para satisfacer a su clientela. Vende todo tipo de alimentos y artesanías muy apreciadas. Los intereses en juego son muy altos: tiene que ganar tanto como pueda para poder darle de comer a su familia y contar con suficiente dinero como para poder enviar a sus hijos a la escuela.

Catherine es una mujer beninesa muy aguerrida e incansable, casada y madre de dos hijos; vive en  Grand Popo, una ciudad costera ubicada a algunos kilómetros de la Ciudad de Hillacondji en la frontera entre Benín y Togo. Cruza esta frontera varias veces por semana para comprar la mercadería que luego vende en su negocio.

Catherine admite que el negocio ya no es tan bueno como solía ser; la competencia se ha vuelto feroz. Ella proviene de una comunidad que debe enfrentar desafíos económicos, las mujeres participan muy activamente en la economía local para poder cubrir las necesidades de sus familias.

"Hay cinco de nosotras que vendemos prácticamente los mismos productos en una serie de negocios similares. Nos vemos obligadas a compartir el mercado". 

Para diferenciarse de sus competidoras, Catherine decidió poner el foco en los pagos digitales. A menudo perdía ventas si los clientes no tenían efectivo y ella no contaba con la posibilidad de procesar métodos móviles de pago. Estos métodos son muy populares sobre todo entre los visitantes extranjeros. Viendo una oportunidad y apoyándose en la red telefónica bastante accesible y estable que hay en esta parte de Benín, Catherine tomó la firme decisión de aprovechar esta oportunidad. “El método de pago móvil ha sido un valor agregado para mí. Me ha permitido vender los productos también a visitantes extranjeros”, cuenta.

"Me ha permitido resolver el problema que se presentaba cuando los clientes no tenían efectivo. A la vez se evita el problema de los billetes falsos, algo que ocurre con frecuencia en las zonas fronterizas como la nuestra. Realmente estoy contenta con el cambio”.

Catherine Zinsou, comerciante de Benín, realiza una transacción monetaria usando métodos móviles de pago. Foto: OIM Benín/KokouviMessan Fabrice Bossou

Catherine tuvo que dejar la escuela cuando estaba terminando el secundario y nunca recibió capacitación en tecnologías digitales. Sin embargo, su hija hace no mucho tiempo le enseñó lo que era Facebook. Catherine está ahora muy entusiasmada y considera que esa red social le brinda la oportunidad de aumentar la visibilidad de su negocio.

"Actualmente no uso mucho Facebook pero me ayuda a estar en contacto con otras mujeres y convocar a mujeres comerciantes de la zona en la que vivo. De hecho, espero que nos puedan entrenar para poder usar esta herramienta de forma inteligente”.

Ahora el futuro se presenta venturoso para Catherine, quien forma parte de una asociación de mujeres que está participando de un proyecto en Benín apoyado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) con el nombre de Programa "Gobernanza de Fronteras Integradas”. 

Ella convoca a las mujeres para que unan fuerzas en pos de enfrentar desafíos comunes. “Si todas las mujeres se unieran para encontrar soluciones a los problemas que se les presentan, podrían desarrollar sus actividades y contribuir con el progreso de nuestro hermoso país”, dice ella sonriente.

Esta historia fue escrita por Abdoulaye Mamadou Soukouna, Consultor en Comunicaciones en la Oficina Regional de la OIM para África Central y Occidental.

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