Djibouti, 5 de abril de 2023 – Marzo es oficialmente el mes del invierno (‘saison fraiche’) en Djibouti pero aun así las temperaturas pueden llegar a los 29 grados Celsius. Es difícil imaginar cómo las personas pueden atravesar este desierto de a pie en los meses de verano (junio y julio). Pero el Dr. Youssouf, que coordina las patrullas sanitarias móviles de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) encargadas de brindar asistencia vital a los migrantes dice que sí, “que las personas lo hacen”.
El Dr. Youssouf ha estado trabajando en Obock por cinco años. Lidera los equipos de patrullas de la OIM que conducen hasta 100 kilómetros a través del desierto buscando personas abandonadas, varadas o en situación de vulnerabilidad que necesitan ser asistidas. Explica que la prioridad para las patrullas móviles son las personas vulnerables o enfermas, usualmente las que integran grupos que regresan de Yemen a Djibouti esperando poder llegar a sus hogares en países como Etiopía. El otro grupo objetivo son los migrantes varados en el desierto que intentan llegar a las naciones del Golfo a través de Ras Siyyan, en donde abordan embarcaciones rumbo a Yemen y se dirigen hacia las fronteras del país.
“Durante los meses de verano, en junio o julio, las temperaturas suben hasta alcanzar los 44 grados Celsius”, explica el Dr. Youssouf.
Las unidades de patrullas móviles de la OIM llevan insumos médicos, alimentos, agua y otros artículos esenciales.
Las patrullas parten del Centro de Respuesta a Migrantes en Obock, en donde a los migrantes se les entrega agua, alimentos, albergues, otros artículos esenciales, cuidados médicos y también se les brinda apoyo psicosocial y de salud mental (MHPSS). La patrulla se dirige al desierto: la primera parada en la cual uno se topa con un primer grupo de personas es en Fanteherou.
“Hay muchas más mujeres aquí ahora en comparación con lo que ocurría antes”, dice el Dr. Youssouf.
Fanteherou, ubicado en la ‘Ruta Oriental’ entre la ciudad de Obock y el desierto, es un pequeño asentamiento que alberga a personas desplazadas por la sequía y otros motivos y es allí donde las unidades de las patrullas móviles de la OIM operan.
De acuerdo con datos de la OIM la cantidad de mujeres y jóvenes que viajan por la Ruta Oriental – desde el Cuerno de África (Etiopía, Somalia, Djibouti) a Yemen – se ha casi duplicado entre 2021 y 2022, pasando de 53.200 a 106.700. En Djibouti, el porcentaje de mujeres y jóvenes en movimiento aumentó: de 13% en 2021 a 22% en 2022.
En su gran mayoría los migrantes proceden de Etiopía. El Dr. Youssouf saluda y entabla una conversación con los migrantes mientras evalúa las necesidades médicas del grupo.
Nasteho Mouktar, de 18 años, originaria de Djidjia, Etiopía, comentó que quiere ir al Reino de Arabia Saudita para encontrar empleo como trabajadora doméstica y poder sostener económicamente a su familia.
Nasteho ha hecho este viaje en las últimas semanas con un grupo de amigos. Pudo irse de su ciudad natal con la ayuda de traficantes.
Para poder tener noticias acerca de los próximos pasos en su travesía, estas jóvenes mujeres etíopes que se encontraban en Fanteherou han estado esperando por el regreso del traficante por cinco días. Nasteho contó que el viaje no había sido lo que ella había imaginado pues los traficantes la habían hecho esperar mucho.
“Todo el tiempo nos decían: ¡mañana! ¡mañana!”.
A pesar de las dificultades que ha tenido que enfrentar, ella le cuenta al Dr. Youssouf que está convencida de que debe continuar con su viaje y que está decidida a hacerlo. El grupo de jóvenes mujeres se consuela mutuamente y conserva el humor a pesar de que por delante les espera una larga travesía de 80 kilómetros por el desierto.
El desierto
La siguiente escala de la patrulla móvil es Garouwo, a aproximadamente 30 kilómetros de Fanteherou. Al Dr. Youssouf le llaman la atención algunos elementos que aparecen ante su vista debajo de un árbol. Seguimos las huellas en la arena hasta el mencionado árbol y ahí vemos que esos elementos son prendas de vestir que alguien ha tirado. El Dr. Youssouf explica que los migrantes con frecuencia se van desvistiendo por el calor y se liberan de la pesada carga de tener que transportar ropa durante el viaje.
“El peor peligro para los migrantes es que sufran deshidratación que puede darse sobre todo si se pierden”, explica el Dr. Youssouf, en referencia a varios cuerpos que han sido encontrados en el desierto.
Las patrullas móviles viajan por la noche y también en el día. La OIM coloca señales y luces solares para guiar a los migrantes en la dirección correcta. En la patrulla móvil el Dr. Youssouf es acompañado por un chofer capacitado en primeros auxilios.
La OIM ha colocado señales en el desierto que guían a los migrantes en dirección de los reservorios de agua y hacia la ciudad de Obock. Hay cuatro reservorios de agua a lo largo de la ruta del desierto en donde los migrantes pueden recargar sus recipientes con agua, bañarse y cocinar. Estos puntos de provisión de agua son iluminados por medio de energía solar por las noches y esas luces sirven de orientación para los migrantes perdidos en el vasto desierto. Las patrullas móviles también hacen una verificación de rutina de los niveles de agua en los tanques.
Mientras la unidad sigue con el viaje hacia la región costera, el Dr. Youssouf explica que desde 2020, los puntos de salida en la costa que son más usados son los más alejados, como por ejemplo Khor Angar. Los migrantes apuntan a los que están más alejados para evitar las áreas más monitoreadas por los guardias costeros.
El Dr. Youssouf trabaja estrechamente con Ahmed Ali, funcionario de la OIM responsable de la Matriz de Seguimiento de Desplazamiento en Khor Angar, localidad al norte de Obock. Le dice al Dr. Youssouf que hay un gran grupo de personas en la zona de Rass Siyan. Allí es donde el Dr. Youssouf y su equipo los conducen hasta la última parada antes de que los migrantes se preparan para embarcarse en pequeños botes con los cuales cruzarán el Golfo de Adén hacia Yemen.
Mientras el Dr. Youssouf lidera el equipo de la patrulla de regreso a Obock dice: “En los últimos cinco años en los que he trabajado aquí, las necesidades no han parado de crecer y la situación sigue siendo desesperada. Sostengo mi compromiso de continuar brindando cuidados de la salud a todas las personas con las cuales me cruce en esta ruta”.
La OIM Djibouti coordina una única patrulla que opera en dos rutas distintas sobre la base de un programa. Hay una patrulla que parte hacia el norte (desde Obock a Moulhoulé); la segunda en cambio se dirige al sur (desde Obock al Lac Assal). Dependiendo de las necesidades, el Dr. Youssouf destacó que pueden llegar a realizar dos viajes en las mismas rutas el mismo día.
“Desde que la patrulla comenzó con sus actividades en junio de 2020 hemos podido brindar asistencia a más de 18.000 migrantes”. La cifra promedio de migrantes por semana depende del flujo que haya pero oscila entre 100 y 200 por semana.
Esta respuesta está alineada con el Plan Regional de Respuesta a los Migrantes (MRP) para el Cuerno de África y Yemen. El MRP busca abordar las necesidades de los migrantes en situación de vulnerabilidad y de las comunidades de acogida a lo largo de la Ruta Migratoria Oriental, desde el Cuerno de África a Yemen. Las patrullas móviles contribuyen con el Objetivo Estratégico 1 del Plan de Respuesta a los Migrantes, relacionado con brindar asistencia vital a migrantes vulnerables, y con el Objetivo 4 que apunta al desarrollo de evidencias, alianzas, y el establecimiento de mecanismos de coordinación para el mejoramiento de la respuesta humanitaria y de la gestión de la migración a lo largo de las rutas migratorias.
El MRP hace un llamamiento por 84 millones de dólares EE.UU. para brindar asistencia a las comunidades de origen y acogida y poder responder a los retos que enfrentan los migrantes en tránsito que intentan regresar a sus hogares. Los fondos ayudarán a la OIM y asociados a que fortalezcan la capacidad de los gobiernos de brindar asistencia humanitaria e intervenciones de protección, mejorar la coordinación de respuestas y la base de evidencias y fortalecer la gestión de la migración en la Ruta Oriental.
Historia escrita por Eva Sibanda, funcionaria de Comunicaciones, Oficina Regional de la OIM para África Oriental y el Cuerno de África.