Región de Oromia, 13 de febrero de 2023 – En Oromia, región de la zona meridional de Etiopía, Boneya, de 63 años de edad, observa cómo sus hijos juegan con juguetes fabricados con hojas secas y palos.
“No puedo creer que hayamos estado aquí tres años. Ésta es la única vida que mis hijos conocen”, dice.
Siete años antes, Moyale, su ciudad natal cercana a la frontera con Kenia, se encontraba en medio de conflictos entre comunas y los había obligado a huir hacia Oromia, a 37 kilómetros. Desde aquel momento han estado viviendo en una tienda temporal que construyeron usando materiales de la zona.
Estar desplazados planteaba una serie de desafíos, los cuales se agravaron para este padre de 13 hijos cuando la sequía comenzó a asolar a la región. Más de medio millón de personas fueron desplazadas por lo que ahora se ha convertido en la peor sequía ocurrida en este país en los últimos 40 años. Estar viviendo en un albergue temporal ha hecho que la situación se vuelva más insostenible, empeorando las condiciones de vida de Boneya y su familia.
“Por las mañanas y por las tardes el calor extremo, el sol abrasador, la aridez y todo lo que la sequia provoca, hizo que se volviera imposible vivir como personas normales. Por las noches el frío también nos afecta y nos complica para dormir, sobre todo a mis hijos”. señala.
Muchas regiones de Etiopía están a la merced de una grave sequía inducida por La Niña, que ha impactado sobre los países vecinos, entre ellos Somalia, dejando a millones con la necesidad imperiosa de acceder a asistencia alimentaria, con muchas cabezas de ganado perdidas y con los medios de subsistencia de las personas totalmente destruidos. Esto ha obligado a cientos de miles de personas afectadas a migrar a la búsqueda de agua, pasturas y/o asistencia.
Para las familias numerosas como la de Boneya, contar con un lugar para guarecerse de los severos patrones climáticos es clave para poder lidiar con sus consecuencias. Para Boneya sería un problema menos.
“Estoy seguro que este hogar será importante para mi familia. Ahora, nuestras condiciones de vida han mejorado y la familia tiene un problema menos. Esperamos poder mudarnos y seguir con nuestras vidas a pesar de la sequía”, dijo Boneya.
En tres aldeas en el distrito de Moyale y en la zona de Borena la OIM está construyendo, reparando y manteniendo albergues familiares y comunales para ayudar a que la comunidad pueda enfrentar las extremas temperaturas, además de entregar artículos familiares no alimentarios como frazadas, baldes para acarrear agua, y otras necesidades básicas del hogar como materiales para cocinar, a las poblaciones afectadas por la crisis en estas regiones asoladas por la sequía.
La OIM también está brindando asistencia en efectivo para albergues, artículos no alimentarios y cubriendo otras necesidades para apoyar los resultados que van más allá de las prioridades humanitarias ya que se puede contribuir con procesos de desarrollo a largo plazo.
Más de 39.500 personas afectadas por la sequía, incluyendo a Boneya y a su familia, han podido acceder a apoyo que incluye acceso a albergues, asistencia en efectivo para ayudar con las necesidades de los albergues, acceso a agua potable y artículos no alimentarios.
La OIM está aplicando una multiplicidad de enfoques para ayudar a quienes necesitan albergues para adecuar la respuesta al contexto en terreno, a la par que se considera la disponibilidad de los materiales locales en diferentes regiones de Etiopía con distintas condiciones climáticas.
La coordinación con otros actores asegura una respuesta multisectorial y aborda múltiples necesidades de las comunidades afectadas por las emergencias. De esta manera, las familias como la de Boneya reciben el apoyo que necesitan para recuperarse después de haber sufrido los impactos.
Por medio de una iniciativa de fortalecimiento institucional de parte de la OIM, los carpinteros locales son capacitados respecto de los estándares de calidad para asegurar la provisión de casas durables y de buena calidad como parte de la prioridad del Marco de Sendai referida a ‘reconstruir mejor’. La integración de la asistencia humanitaria con la participación de la comunidad y el apoyo técnico deriva en soluciones sostenibles que aseguran que las personas como Boneya cuenten con hogares más seguros por un tiempo prolongado.
Desde 2020, las fallidas temporadas de lluvias en las zonas sur y este de Etiopía han afectado a 24 millones de personas que residen en esas zonas, y más de 4,5 millones de cabezas de ganado han muerto, lo cual ha afectado los medios de subsistencia de la mayor parte de las comunidades que dependían del pastoralismo. Más de medio millón de personas han sido desplazadas por la sequía. La OIM en Etiopía está aumentando la respuesta humanitaria para poder brindar la asistencia tan necesaria. Se requieren de intervenciones simultáneas para recuperarse de los impactos climáticos severos y desarrollar resiliencia.
El Apoyo para Albergues de la OIM en las regiones de Etiopía afectadas por la sequía es posible gracias a USAID, Shelterbox, el Fondo Humanitario de Etiopía (EHF) y el Presupuesto Suplementario de Japón.
Esta historia ha sido escrita por Kaye Viray, Funcionario de Prensa de la OIM Etiopía.