Este ensayo fotográfico fue publicado originalmente por Al Jazeera en octubre de 2022.
Pir Bhakkar, Sindh – La pesca ocupa un lugar central en la vida de Muhammad Kasim. Por generaciones, su familia ha pescado en las inmediaciones del Río Indus, Sin embargo, las recientes inundaciones en Pakistán han convertido a su pueblo Pir Bhakkar en un pantano. Su profesión de toda una vida y fuente de ingreso de su numerosa familia ahora está en riesgo hasta que las aguas bajen y se pueda restaurar el equilibrio ecológico.
Lluvias sin precedentes han impactado sobre los medios de subsistencia de millones de personas en todo Pakistán, destruyendo cosechas y matando cabezas de ganado, también con efectos perjudiciales sobre la actividad pesquera, dos fuentes primarias de generación de ingresos para las familias rurales. La pesca, actividad que maneja una cifra cercana a los 650 millones de dólares EE.UU. y que es una fuente clave para la generación de ingresos para muchas personas en Sindh, enfrenta ahora un futuro muy incierto. Las precipitaciones extremas que han provocado estas inundaciones podrían convertirse en la nueva normalidad puesto que el cambio climático no deja de afectar constantemente los patrones climáticos de esta zona.
Para los pescadores rurales como Kasim, vivir en esta zona no es nada fácil. Los dueños de las tierras con frecuencia se “apropian” de lagos y estanques y demandan que los pescadores locales paguen un canon para poder pescar allí. Otros dueños les pagan a los pescadores un salario diario para pescar y se quedan con lo producido y lo venden.
Kasim vive a 10 kilómetros de una laguna y tres canales y a 20 kilómetros del Río Indus. Cuando las inundaciones afectaron a su aldea, los habitantes, ansiosos por pescar sin tener que pagarle nada a los dueños de las tierras, colocaron redes de pesca en las áreas inundadas. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano puesto que los peces de estanques, lagos y ríos rápidamente se salían de las redes y desaparecían en las aguas de las inundaciones.
El ingreso de la pesca depende en gran medida de la temporada. Puesto que las inundaciones afectan mayormente durante el pico de la temporada de pesca, los pescadores locales tendrán que buscar otras opciones para poner un plato de comida sobre sus mesas este año.
La temporada de monzones en la zona rural de Pakistán es por lo común recibida con alegría, pero esta vez todos temen a las próximas lluvias. Están padeciendo lo que podría denominarse “ansiedad climática” – un término que aún no ha sido traducido al Sindi.
Kasim también se lamenta al pensar que tal vez su hijo deberá forzosamente abandonar la antigua tradición familiar de dedicarse a la pesca.
La gestión de recursos y la degradación ambiental, en medio del cambio climático, presentan desafíos adicionales. Décadas de pesca excesiva en el Río Indus han agotado la cantidad de peces y ante esto el Gobierno de Punjab decretó, a principios de este año (en referencia a 2022), que quedaba prohibido por diez años pescar con fines comerciales en ese río. A pesar de esto, la pesca ilegal no se ha detenido. La semana pasada (en referencia a septiembre de 2022) el Gobierno de Pakistán lanzó la Iniciativa “Living Indus” destinada a restaurar el ecosistema del río, para que la cuenca del Indus pueda ser resiliente al cambio climático.
Texto escrito por Maha Akbar, de la OIM Pakistán. Fotos de Usman Ghani.