Al Hadam, 17 de noviembre de 2022 – Mohsin Faleh es un agricultor de 30 años que vive en la comunidad de Al Hadam, Gobernación de Missan, al sur de Iraq.  Su rostro refleja agotamiento mientras observa las cicatrices de las áridas tierras de cultivo producto de una compleja crisis de escasez de agua que, según las estimaciones, tiende a seguir empeorando.

“Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que llovió; creo que fue hace dos años”, comentó Mohsin a principios de octubre, en un día en el que las temperaturas rondaron los 40 grados Celsius.

La mano de Mohsin sostiene la tierra seca afectada por la salinización en aumento producto de la reducción de los caudales de los ríos Tigris y Éufrates. Foto: OIM 2022/Anjam Rasool

Iraq cuenta con dos fuentes principales de suministro de agua – los ríos Tigris y Éufrates. El ingreso de agua de ambos ríos está disminuyendo en una proporción sin precedentes por la construcción de represas contracorriente y por una sequía muy prolongada.

El cambio climático, las temperaturas en aumento, y el desvío del cauce de ríos ha llevado a que todos los residentes de Al Hadam deban esforzarse al objeto de acceder a un adecuado suministro de agua para sus hogares. Esta escasez de agua está forzando a algunos residentes a  desarraigarse junto a sus familias.

Imán tiene seis hijos y cubrir las necesidades de agua potable de su familia no solamente es difícil sino que también es caro. “Hemos pensado en mudarnos a la ciudad porque no tenemos agua. La tenemos que comprar”, dijo Imán, nacida y criada en Al Hadam.

Imán, madre de seis hijos, está pensando en mudarse a la ciudad porque no tienen agua potable. Foto: OIM 2022/Anjam Rasool

Mohsin recordó que en su infancia era posible pronosticar las lluvias que llegaban cada año en el otoño. En todos estos años, el joven agricultor ha observado cambios dramáticos en el clima, el suelo y los recursos hídricos de su comunidad.

Las malas condiciones provocadas por la sequia son exacerbadas no solamente por un descenso en el nivel del agua en los sistemas de sub-canales cercanos a Al Hadam, sino que también su alta salinidad hace que las actividades agrícolas se vuelvan prácticamente imposibles.

Menores de la comunidad de Al Hadam parados cerca del sub-canal desde el cual se extrae el agua que será sometida a tratamiento y filtración para luego ser distribuida entre las familias en dos de las aldeas de Al Hadam. Foto: OIM 2022/Anjam Rasool

La disminución del agua fresca permite que la marea de agua salada del Golfo de Persia se filtre en el caudal del Tigris y el Éufrates, los cuales alimentan a sub-canales como los de Al Hadam. El alto contenido de sal agota aún más las resecas tierras de cultivo. Incluso es posible que las llegadas de las lluvias de otoño no alcancen para que esas tierras se vuelvan cultivables y de tal modo poder sostener los medios de subsistencia agrícolas en esta región.

En 2007 se instaló una estación para el bombeo de agua para aumentar el suministro en la zona, pero al poco tiempo la bomba se averió y eventualmente algunos de sus repuestos fueron saqueados, dejando nuevamente a esta comunidad sin acceso a agua segura.

En 2022, la OIM Iraq trabajó con una empresa local en el arreglo de la bomba de agua para que pudiera volver a usarse. La bomba ahora trae agua desde un sub-canal cercano en donde es tratada y distribuida a las familias en dos de las aldeas de Al Hadam, para consumo hogareño.

La estación de suministro de agua de Al Adlaa ha vuelto a funcionar y ahora presta servicio a unas 40 o 50 familias en dos de las aldeas de Al Hadam. Foto: OIM 2022/Anjam Rasool

Si bien la bomba instalada le ha dado cierto alivio a la comunidad, la necesidad de contar con agua en esta zona sigue siendo muy grande. El desplazamiento de las familias es una realidad en las 13 aldeas de la comunidad e implacablemente la escasez de agua afecta gravemente  a las actividades agrícolas y de granja – que son las principales fuentes de ingresos en  Missan.

La OIM Iraq le ha brindado a Mohsin y a otros 79 agricultores de la comunidad Asistencia Individual para Medios de Subsistencia (ILA) en forma de subsidios en efectivo. Mohsin usó el dinero para comprar herramientas e insumos  de labranza antes de la llegada de la temporada de lluvias.

Resulta necesario que en esta gobernación, y también a nivel nacional, no se detengan las intervenciones para aprovechar los recursos existentes y encontrar soluciones adecuadas para las familias que se encuentran en las zonas más castigadas como Al Hadam. 

El Proyecto de ILA y el arreglo de la bomba de agua en Al Hadam fueron posibles gracias al apoyo de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

SDG 6 - AGUA LIMPIA Y SANEAMIENTO
SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
SDG 13 - ACCIÓN POR EL CLIMA