Pattaya, 15 de mayo de 2023 – Registrada como de sexo masculino al momento de su nacimiento, Ice* supo desde temprana edad que era diferente al resto de los niños.

“Recuerdo que me miraba en el espejo y me preguntaba por qué no tenía cuerpo femenino”, dice.

Sentirse distinta en relación a las normas convencionales de género trajo consecuencias, en especial en esa pequeña aldea de la República Democrática Popular Lao, en donde la aceptación de la diversidad de género era rara, incluso rechazada por su propia familia.

“Cada vez que yo quería expresarme usando vestidos coloridos y maquillaje, mi padre me evitaba. Él quería que yo fuese un varón heterosexual y la persona que mantuviera económicamente a la familia”.

Por el miedo y el aislamiento, depositó su confianza en una amiga que era una mujer transgénero que trabajaba en Tailandia, país que suele ser más inclusivo y acogedor con las personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero y Queer (LGBTIQ+).

“Ella me inspiró mucho. Siempre estaba feliz, vestida muy bien y con un hermoso maquillaje”, dice Ice. Con la esperanza de tener una vida similar a la de su amiga, tomó la decisión de irse a vivir a Tailandia.

Muchos migrantes LGBTIQ+ se mudan a Tailandia a la búsqueda de una mayor libertad para poder expresarse. Foto: OIM/Javier Vidal

Su viaje migratorio fue accidentado. No sabía nada de los procedimientos migratorios y terminó endeudándose con el agente de viajes, sin posibilidad de pagar los gastos de transporte. Trabajó en un restaurante en la Provincia de Chonburi durante varios años para poder cancelar el préstamo mientras enfrentaba condiciones laborales para nada favorables.

“Mi empleador no me pagaba mi sueldo mensual porque decía que había pocas ventas. Me pusieron esa excusa por meses y tenía que mantenerme todo el mes con la poca propina que recibía”.

Dándose cuenta de que no iba a poder cancelar la deuda contraída, Ice dejó su trabajo en el restaurante y comenzó a trabajar en la industria del entretenimiento en Pattaya. Esto le permitió saldar la deuda y apoyar a su familia por medio del envío de remesas. A pesar de que ya podía valerse por sí misma, el ciclo de discriminación no se detuvo.

 “Recuerdo que cuando iba a los hospitales para hacerme controles de rutina, por mi aspecto el personal daba por sentado que yo tenía VIH/SIDA”, dice Ice con relación a cómo tuvo que luchar para poder acceder a los servicios de cuidado de la salud.

“Afortunadamente, mi colega me presentó a la Sisters Foundation en la que no solamente pude acceder a servicios de cuidado de la salud, sino que también aprendí acerca de mis derechos básicos en tanto trabajadora migrante. Comencé a conocer a más personas como yo. Me dieron la esperanza de que podría convertirme en la mujer que soy ahora”.

La OIM y la Sisters Foundation hacen participar a trabajadores migrantes, entre ellos migrantes LGBTIQ+, en una sesión informativa acerca de los derechos laborales. Foto: OIM/Rachaphon Riansiri

La Sisters Foundation es una ONG, la primera de su clase en el país, establecida por personas LGBTQI+ que brinda servicios para el cuidado de la salud y la concientización en materia de derechos laborales a otras personas de la comunidad.

Desde 2020, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha estado trabajando con la Sisters Foundation para brindar servicios educativos sobre derechos laborales y capacitación profesional a personas migrantes LGBTQI+ con el propósito de mejorar sus medios de subsistencia y sus oportunidades de empleo, además de promover la migración segura.

“La migración es un fenómeno complejo, por ende, defender los derechos de los trabajadores y las trabajadoras migrantes puede ser un verdadero desafío”, dijo Rawitcha Sukdipreechakul, Coordinadora de Proyecto de la Sisters Foundation.

“Por temor a ser detenidos, muchos trabajadores migrantes dudan de recurrir o no a los servicios, incluso en tiempos de violaciones a los derechos humanos. Las contribuciones de estos trabajadores a menudo no son reconocidas por la discriminación que padecen. Junto a la OIM deseamos luchar contra la estigmatización y hacer que los y las migrantes LGBTIQ+ participen de programas que persiguen la maximización de su potencial”.

“Todos los trabajadores migrantes, con independencia de su género, contribuyen con el fortalecimiento del tejido social y económico de nuestras comunidades”, dijo Géraldine Ansart, Jefa de Misión de la OIM Tailandia. “Por medio del desarrollo de capacidades, esperamos poder facilitar la resiliencia y el empoderamiento económico de los migrantes LGBTQI+”.

La OIM y la Sisters Foundation también organizaron una reunión con los empleadores de las industrias del entretenimiento, manufacturera y de servicios. Los empleadores intercambiaron mejores prácticas para la promoción de políticas inclusivas y para abordar los riesgos que los trabajadores migrantes enfrentan, entre ellos los de la comunidad LGBTIQ+.

“Nuestra empresa prospera sobre la base de la diversidad. Cuando los trabajadores migrantes son dotados con las cualificaciones adecuadas, esto no solamente impulsa el crecimiento de la economía tailandesa, sino que también les permite llevar consigo estas capacidades cuando regresan a sus países de origen”, dice un representante de Damoa Electronics Co. Ltd de Tailandia.

La OIM y la Sisters Foundation organizaron una capacitación sobre pintado de uñas para las trabajadoras migrantes en Pattaya. Foto: OIM 2022

“Si bien ha sido un camino lleno de retos, la migración ha sido mi puerta de entrada a la libertad”, dice Ice. Habiendo venido de un pueblo pequeño y sin dinero para pagarse al menos el transporte, en la actualidad ha podido comprarse una casa y enviarle dinero a su familia en su lugar de origen.

 “Me encantan las reuniones donde nos enseñan oficios como el pintado de uñas, maquillaje y horneado. Me permite conectarme mejor con mi comunidad y me da un propósito en la vida en el sentido de prosperar para tener un futuro más venturoso”, agrega.

A través del uso de las capacidades que incorporó en estas capacitaciones ocupacionales auspiciadas por la OIM, Ice sueña con abrir un día su propio café de regreso en su casa. Le encanta preparar el café y hornear y espera que sus clientes sientan un día la calidez y la aceptación que ella ha sentido en los países que ha recorrido.

“Como el resto de las personas yo también quiero ser amada y aceptada por quién soy. Quiero tener sentido de pertenencia. Todos nacemos iguales y merecemos ser tratados de esa manera”.

Ice es una de los 65 trabajadores migrantes LGBTIQ+ (a abril de 2023) en Tailandia que se han beneficiado con el desarrollo de capacidades a través del Programa de Reducción de la Pobreza a través de la Migración Segura, el Desarrollo de Capacidades y la Colocación Mejorada en Empleos  (PROMISE) de la OIM, iniciativa regional que persigue mejorar el acceso de los trabajadores migrantes a un empleo bien remunerado y a una mayor protección.

*El nombre ha sido cambiado a fin de proteger la identidad.

**LGBTIQ+ es un acrónimo de lesbiana, gay, bisexual, transgénero, intersex y queer. El signo + busca incluir a aquellas personas con orientaciones sexuales, identidades o expresiones de género y/o características sexuales que usan otros términos o ninguno para referirse a ellas mismas.

Esta historia fue escrita por Anushma Shrestha, Oficial Asociada en Comunicaciones de la OIM Tailandia.

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