Omoa, Honduras – Martha, joven madre de tres hijos originaria de Omoa, en el norte de Honduras, sueña con una vida mejor para esos hijos.
Con tan solo 22 años lucha para llegar a fin de mes y las oportunidades laborales donde vive son muy limitadas. Su esposo, Jery, obtuvo la residencia en los Estados Unidos, y regularmente envía dinero a su lugar de origen para mantener a su familia.
Como muchos hondureños Jery tomó la difícil decisión de irse de su casa y buscar oportunidades laborales en el exterior.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Migración y Remesas en Honduras (NSMR), desarrollada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Instituto Nacional de Estadísticas de Honduras (INE) hay aproximadamente 580.000 personas migrantes de ese país que ahora viven en el exterior. Entre las principales razones para irse de Honduras, el Sistema de Información del Registro de Asistencia al Migrante (SIAMIR) del Gobierno de Honduras, informa que al menos un 77% de las personas migraron por razones económicas, un 14% por motivos de reunificación familiar y un 4% por razones de seguridad.
Para Martha, las remesas son una importante fuente de ingresos cada mes; le permiten cubrir las necesidades familiares básicas como alimentos, ropa, cuidados de la salud y también cubrir la educación universitaria de su hija.
“Para muchas familias hondureñas como la mía las remesas son un apoyo económico para el grupo familiar”, dice. “El apoyo de [mi marido] ha sido incondicional, y sin el mismo, no estaríamos logrando nuestros objetivos”.
Las remesas se encuentran entre las principales fuentes de ingresos familiares en Honduras, habiendo alcanzado la cifra de 8.800 millones de dólares en 2023, abarcando el 26% del Producto Bruto Interno del país. Una de cada cuatro familias recibe remesas regularmente, que son usadas principalmente para la compra de alimentos (78%), salud (31%) y pago servicios (30%), de acuerdo con una encuesta del NSMR. En 2022 cada familia promedio encuestada recibió la suma de 56.000 lempiras (aproximadamente 2.200 dólares) por año.
Adelmo es un ciudadano hondureño padre de dos hijos que se embarcó en un viaje rumbo a los Estados Unidos hace 20 años. Con la esperanza de tener oportunidades personales y económicas para su familia, vivió en California, Virginia y Florida en donde trabajó en las industrias de la construcción y del transporte.
A su trabajo como chofer de camiones le dedicaba muchas horas y debía recorrer largas distancias, pero el salario que recibía le permitía brindar el apoyo que su esposa e hijos necesitaban desesperadamente. Cualquier suma de dinero que pudiera sobrarle a fin de mes iba a manos de su madre y de sus cinco hermanos.
“Pude cancelar mi hipoteca y compré un terreno en el cual espero poder construir un nuevo hogar para mis hijos”, explica Adelmo.
De acuerdo con la encuesta de 2022 un 29% de las familias (más de 730.000 personas) en Honduras recibieron “remesas extraordinarias”, que son transferencias especiales de dinero desde el exterior con fines específicos. Las remesas fueron destinadas a la cancelación de préstamos, celebraciones, tratamientos médicos, educación, gastos de funerales y construcción de viviendas, entre otros.
En los Estados Unidos el costo para el envío de remesas es de cerca del 4,23 %, en tanto que en América Latina y el Caribe el promedio es de 6,70%, de acuerdo con este informe emitido por el Banco Mundial en 2023 (en inglés). Ambas cifras son superiores a lo proyectado por el Objetivo 10c de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG, por su sigla en inglés).
Adelmo cree que esto ha sido perjudicial para muchas personas que trabajan en los Estados Unidos y apoyan a sus familias en Honduras. “Yo solía pagar 10 dólares para enviar 300 o 1.000 dólares, era una comisión fija”, recuerda.
Además de la Encuesta Nacional sobre Migración y Remesas, en 2019 la OIM realizó una encuesta sobre el desarrollo de productos financieros para los hondureños que viven en el exterior, junto a la Asociación de Instituciones Bancarias de Honduras (AHIBA). Esta encuesta se hizo con el propósito de ayudar a orientar el desarrollo de políticas públicas y el diseño de productos financieros que benefician tanto a los migrantes como a sus familias. También se buscó comprender la naturaleza de las remesas junto a los planes, las expectativas y las necesidades de las personas sobre la base de su condición migratoria. Adicionalmente se está trabajando sobre otras iniciativas junto a AHIBA para la promoción de la inclusión financiera y el empoderamiento económico de los migrantes que retornan a Honduras.
La reducción de los costos de las transacciones es uno de los objetivos del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, que busca generar transferencias de remesas mucho más rápidas, seguras y económicas y también promover la inclusión financiera.
La OIM reconoce que las remesas familiares se cuentan entre las numerosas contribuciones que los migrantes hacen a sus comunidades de origen. Por este motivo, tanto en Honduras como en el resto del mundo la OIM promueve su uso adecuado como forma de mejorar los medios de subsistencia y promover el desarrollo sostenible.
La OIM en colaboración con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), elaboraron la Encuesta Nacional sobre Migración y Remesas en Honduras, usando datos obtenidos en febrero y marzo de 2023.
Esta encuesta representa el primer estudio de su clase sobre migración y remesas en Honduras en los últimos 13 años. El mismo brinda datos nacionales actualizados que sirven para cubrir brechas informativas existentes en un contexto migratorio que cambia constantemente y apoya la toma de decisiones basada en evidencias por las diferentes instituciones gubernamentales, actores humanitarios, agencias de cooperación y la sociedad civil.
Para más información, datos y análisis sobre tendencias en el ámbito de las remesas y otros cambios significativos en los patrones migratorios internacionales por favor consulte el Informe de la OIM sobre las Migraciones en el Mundo 2024.
Esta historia fue escrita por Ismael Cruceta, Marcela Díaz y Erick Escoto, OIM Honduras.