Ta’iz, Yemen, 27 de diciembre de 2023 – En medio de un flujo permanente de personas que buscan asistencia médica en el recientemente renovado Centro de Salud Wadi Arafat en Ta’iz, Ali, de un año, espera ahora pacientemente junto a su madre Roqia*, con la esperanza de recibir el apoyo de salud crucial que se ha convertido en una cuerda salvavidas para quienes deben navegar por la compleja realidad del desplazamiento.
En medio de Yemen, país asolado por la guerra, la vida de Roqia se derrumbó cuando el conflicto llegó hasta su aldea en el Distrito de Maqbana. Forzada a irse de su hogar con sus cinco hijos, la viuda se embarcó en un viaje abrumador, dejando todo atrás a la búsqueda de seguridad y de una oportunidad de un futuro mejor para sus hijos.
“Llegamos a Ash Shamayytayn buscando protección y un lugar para vivir”, explica Roqia. “Al principio no podía encontrar ningún albergue, pero tuvimos suerte porque la gente nos ayudó. Sin embargo, luché durante mucho tiempo para poder conseguir comida y medicamentos para mis hijos”.
Además de los desafíos de adaptarse a una nueva sociedad y de poder cubrir sus necesidades básicas, esta mujer de 48 años también tuvo que luchar para asegurarse los cuidados necesarios para sus hijos, en particular para el que sufre una enfermedad hepática que requiere atención permanente, agregando una gran cuota de estrés a su situación que ya de por sí era muy compleja.
Los programas integrales de salud de la OIM en el Centro de Salud Wadi Arafat ofrecen una amplia gama de servicios médicos, desde cuidados primarios hasta tratamientos especializados. Foto: OIM/Rami Ibrahim
Años de conflicto han derivado en un colapso total de la infraestructura de salud e interrupción del sistema sanitario en Yemen, dejando a muchas comunidades y familias como la de Roqia sin posibilidad de acceder a instalaciones o servicios sanitarios adecuados.
“Cuando mis hijos se enfermaron, no tenía muchas opciones de tratamiento”, dice. “El centro de salud más cercano estaba a gran distancia del sitio de desplazamiento en el cual vivíamos. Por eso yo dependía de los remedios caseros para ayudarlos a ponerse bien”.
Al igual que Roqia y su hijo, Aisha* tuvo que enfrentar el desafío de poder acceder a apoyo esencial y regular para el cuidado de la salud de su nieto de dos años Ali, que padecía mal nutrición severa.
“Tuvimos que irnos de nuestra casa por el conflicto”, relata la abuela, que ha estado desplazada por más de tres años. “En todo este tiempo no tuvimos acceso a servicios sanitarios y la vida fue muy complicada”.
Antes de la rehabilitación en Yemen del Centro de Salud Wadi Arfat por parte de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el desplazamiento de esta familia fue un verdadero desafío, en especial para Ali, que debía contar con asistencia médica.
Con más de 4,5 millones de personas internamente desplazadas y más de 20 millones de personas con necesidad de cuidados de la salud en todo el país, el acceso a servicios sanitarios básicos sigue siendo una barrera significativa para la mayor parte de las comunidades de personas desplazadas. El impacto es mucho más pronunciado en áreas cercanas a las líneas de frontera en Ma’rib y a lo largo de la costa oriental de Yemen, si bien hay una necesidad urgente de asistencia humanitaria en todo el país.
“Las personas aquí necesitan imperiosamente acceder a cuidados de la salud”, explica el Dr. Refat Hussan, Líder del Equipo de Salud de la OIM en Ta’iz. “Los servicios han cesado en numerosas zonas afectadas por el conflicto y hay una gran cantidad de campamentos de personas desplazadas”.
A pesar de los problemas iniciales que Roqia y Aisha tuvieron que enfrentar, su determinación por cuidar de sus hijos las llevó a ver una luz de esperanza en el centro de salud recientemente rehabilitado que cuenta con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Ta’iz.
La OIM junto a sus asociados implementa programas sanitarios integrales en todo Yemen para garantizar que las poblaciones vulnerables puedan acceder con facilidad a servicios esenciales. Esto involucra la construcción y la rehabilitación de instalaciones como la de Wadi Arafat, la coordinación de clínicas médicas móviles, la capacitación de los trabajadores de la salud, la provisión de cuidados preventivos para detener la propagación de enfermedades y de otros servicios.
Para poder responder al pedido de apoyo sanitario de parte de las comunidades, la OIM rehabilitó el Centro de Salud Wadi Arafat en Ta’iz y equipó sus instalaciones con mobiliario, medicamentos y equipamiento. Actualmente el centro de salud no solamente brinda servicios básicos de cuidados de la salud sino que se enorgullece de poder contar con un equipo de doctores y enfermeras muy dedicados que prestan servicios a las personas que viven en Ash Shamayytayn.
La OIM capacita a trabajadores de la salud para que puedan brindar servicios sanitarios adecuados, incluyendo apoyo psicosocial y de salud mental a los sobrevivientes a la violencia basada en género y también hacer derivaciones seguras a otros servicios especializados.
Trabajando en estrecha coordinación con el Ministerio de Salud Pública y Población y con la Organización Mundial de la Salud, la OIM brinda servicios de cuidados de la salud primarios y secundarios, preventivos y curativos, a las personas internamente desplazadas, migrantes y miembros de las comunidades de acogida.
La OIM apoya al Ministerio fortaleciendo el sistema público de salud en Yemen a través de la rehabilitación de las instalaciones sanitarias, apoyando pagos renovables de incentivos para los trabajadores de la salud y garantizando una provisión confiable de medicamentos esenciales, insumos médicos y equipamiento, a la vez brindando fortalecimiento institucional para proveedores de cuidados médicos y ofreciendo apoyo técnico.
Inmediatamente después de su inauguración, el centro de salud se convirtió en una cuerda salvavidas para muchas personas, entre ellas la familia de Roqia y el joven Ali, ofreciéndoles rápida asistencia para cualquier problema de salud que pudiera surgir. Prestando servicio a más de 15.000 residentes en cinco sitios para personas desplazadas en tres distritos en Ta’iz, el centro aborda los desafíos inmediatos de acceder a cuidados médicos de calidad brindando apoyo esencial tanto a las poblaciones locales como a las personas desplazadas.
Ofreciendo una gama integral de servicios médicos, este nuevo centro de salud aborda las diversas necesidades de salud de la comunidad. Desde cuidados primarios, servicios de obstetricia de emergencia, laboratorio médico, hasta medidas preventivas de salud, tratamientos especializados, sesiones de concientización y servicios de diagnóstico, en el centro hay siempre mucho ajetreo.
“Este lugar ha mejorado drásticamente nuestras vidas”, dijo Roqia. “Regularmente recibimos cuidados médicos gratuitos y medicamentos, y no necesitamos preocuparnos por cubrir largas distancias o tener que recurrir a remedios tradicionales cuando alguno de nuestros hijos se enferma”.
*Los nombres han sido cambiados para proteger las identidades
La rehabilitación por parte de la OIM del Centro de Salud Wadi Arafat en Ta’iz ha sido financiada por el Gobierno de Japón.
Esta historia fue escrita por Majed Mohammed, Asistente Sénior de Comunicaciones y Medios Audiovisuales.