El Dr. Nasser escribe los resultados de un control de salud de una persona que vive con VIH en el sitio ART en Adén. Foto: OIM/Majed M. 

Adén – En 2015, Sami* comenzó a sentirse mal.

“Me sentía cansado pero pensé que se trataba simplemente de una gripe estacional”, recuerda el joven de 33 años que reside en la antigua ciudad de Adén.

Sami se fue de la casa que compartía aquí con su madre y hermano y se dirigió a un centro de salud, hacia lo que él pensó no sería más que un simple chequeo rutinario. Pero fue en esa visita al médico que descubrió que era VIH positivo.

Una persona que vive con VIH recibe los resultados de su examen médico. Foto: OIM/Majed M. 

“En el hospital el doctor me dijo que yo necesitaba hacerme más pruebas. No me di cuenta de qué era lo que andaba mal hasta que me entregaron los resultados por los que me enteré que mi prueba de VIH  había dado positivo”, explicó refiriéndose a aquel día que cambió su vida para siempre.

En gran parte del mundo en la actualidad, un diagnóstico del Virus de Inmunodeficiencia Humana, que comúnmente se denomina VIH, ya no es más una sentencia de muerte. Pero solamente si el paciente tiene acceso al tratamiento adecuado.

Una persona que vive con VIH recibe su medicación mensual en la farmacia del sitio ART rehabilitado por la OIM en Adén. Foto: OIM/Majed M. 

Los grandes avances en las terapias antirretrovirales (ART) implican que las personas infectadas con el virus pueden vivir vidas más largas y saludables. De hecho, una vez que la carga viral se vuelve indetectable en una persona gracias al tratamiento, el o la paciente deja de transmitir el virus a otras personas.

Sin embargo, en países con crisis agudas, es posible que sea difícil el acceso a la medicación y los cuidados de la salud. Esto es lo que ocurre en Yemen, país que está ingresando a su séptimo año de crisis y conflicto. Allí, solamente el 50% de las instalaciones sanitarias son totalmente funcionales. Siendo las provisiones médicas muy escasas, se estima que unas 11.000 personas que viven con VIH en Yemen deben luchar para poder sobrevivir.

Como ocurre con muchas otras personas jóvenes en Yemen, el conocimiento de Sami sobre el VIH era muy limitado. Nunca se había discutido ese tema en su casa o en la escuela, o con amigos. Pero lo que él sí sabía era que aquellos que daban positivo quedaban expuestos a una gran estigmatización ya que la enfermedad es vinculada a lo que culturalmente se consideran prácticas proscriptas.

El Dr. Nasser le explica a un paciente su caso tras el examen correspondiente. Foto: OIM/Majed M. 

“El doctor me explicó más acerca del virus porque yo no tenía idea a qué me estaba enfrentado”, dijo Sami, quien sabía que debería enfrentar un futuro de rechazo.

“Recuerdo que en aquella oportunidad lloré como si mi mundo hubiera llegado a su fin”, agregó.

Antes de recibir su diagnóstico, a Sami le encantaba nadar y pescar con sus amigos. Ahora no estaba muy seguro de si podría continuar realizando esas actividades.

Sintió que su vida se desplomaba. Fue testigo de lo que años de enfrentamientos le habían hecho a su país y a sus instituciones públicas, que ahora apenas si podían dar contención a sus ciudadanos. No sabía si tendría la chance de acceder al tratamiento y si el virus iba a seguir apoderándose de su cuerpo.

Pero Sami tuvo suerte. Su doctor le contó acerca de un sitio ART en la ciudad de Adén que podría brindarle ayuda.

Un sitio ART es una instalación sanitaria que brinda servicios de cuidado y entrega medicación a las personas que viven con VIH. Esto incluye asesoramiento preventivo, diagnóstico, concientización e información sobre alimentación, además de servicios de asesoramiento y curativos.

“Hasta 2007 los pacientes que vivían con VIH no podían recibir cuidados de la salud adecuados, pero en este sitio ART y con los cuidados intensivos de salud que allí se proveen, los pacientes se sienten aliviados y seguros. Una vez que las personas que viven con VIH empiezan a tomar la medicación con regularidad, pueden llevar una vida normal”, dijo el Dr. Nasser Qassem Sami, encargado del sitio ART en Adén. 

Cuando el conflicto estalló en Yemen, la mayor parte del equipamiento y del mobiliario del sitio ART sufrió daños, y hubo un cierre casi total de los servicios durante tres años o más. Respondiendo a la imperiosa necesidad de rehabilitar el lugar, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) brindó su apoyo al Programa Nacional de Control del SIDA (NACP) en Adén. Por medio del Fondo Mundial para la Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, del Proyecto de Respuesta para Medio Oriente, la OIM pudo rehabilitar el sitio. La rehabilitación consistió en volver a instalar en el sitio el mobiliario adecuado, aire acondicionado y equipo de tecnología de la información y de la comunicación (ICT).

Cuando Sami llegó al sitio por primera vez, necesitó mucho más que cuidados médicos. También necesitó recibir apoyo emocional y cuidados psicológicos.

“Ser diagnosticado con VIH puede ser una de las experiencias más difíciles que una persona joven puede tener que enfrentar”, explicó el Dr. Nasser que trabaja en el sitio ART.

“El paciente diagnosticado con VIH puede tener miedo, estar triste e incluso enojado y esto no está mal. Es natural tener esos sentimientos y tienen que ver con tener que adaptarse a algo que va a cambiar sus vidas para siempre”.

Las personas que viven con VIH tienen su sistema inmunológico debilitado y es por eso que parte del tratamiento tiene que ver con darles a los pacientes como Sami un programa nutricional específico que pueda ayudarlos a aumentar las defensas de su organismo. Esto es incluso aún más importante durante la pandemia de COVID-19 ya que las personas con inmunidad suprimida son más vulnerables al virus. Sami también participa de sesiones semanales de concientización acerca de cómo vivir  lo más cómodo posible aún siendo VIH positivo y sesiones sobre apoyo psicológico y otras para elevar el nivel de confianza.

El Dr. Nasser brinda cuidados de la salud a un paciente en el sitio ART que recibe el apoyo del Fondo Mundial. Foto: IOM/Majed M. 

Tras haber concluido la restauración del sitio, la clínica del sitio ART, las áreas de orientación, laboratorios, farmacia y sistema técnico rápidamente se volvieron nuevamente operativas. La cantidad de personas a la cual se le brinda apoyo ha ido en aumento. Los visitantes comenzaron a alentar a otros pacientes con VIH para que se acerquen a fin de recibir el tratamiento adecuado.

“Yo comencé a tomar mi medicación con regularidad y ahora me siento mucho mejor que antes. Siento como que he recuperado parte de mi vida”, dice Sami, quien ahora puede retomar sus pasatiempos favoritos gracias a la dosis terapéutica que recibe cada tres meses.

A finales de 2020, casi 3.000 personas con VIH fueron registradas en sitios ART en las gobernaciones de Adén, Ta'iz, Hadramawt, Sana’a y Al Hodeidah. Más de 360—casi un 20%—reciben atención en el sitio de Adén.

Por medio del Fondo Mundial, la OIM sigue brindando apoyo a los sitios ART y al NACP mediante láminas para pruebas rápidas de VIH, máquinas para laboratorio de avanzada, tratamiento del VIH,  materiales contra la infección, y otros elementos indispensables para asegurar que los sitios funcionen bien y se puedan brindar los mejores tratamientos posibles a los pacientes.

*El nombre ha sido cambiado

Escrito por Majed Mohammed y Mennatallah Homaid,  Asistentes de Comunicación en la OIM Yemen

SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
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