Kitti, 7 de marzo de 2023 – “¡Nueva colección de faldas a la venta! Si tuviera interés, los precios son muy buenos y puede pagarlos por Western Union, Money Gram o CashApp. El envío no está incluído”.

La Empresa Fabricante de Faldas JEMS ha comenzado a hacer negocios, y Juleen está totalmetne decidida a tener éxito. Vende por Facebook las faldas tradicionales de la Isla de Pohnpei, Micronesia; algunas de esas faldas tienen patrones florales muy intrincados, bordados a máquina, y otros que grabados con grandes flores tropicales y diseños de tatuajes del Pacífico.

Con un grupo de Facebook de JEMS Sewing Company que cuenta con unos 9000 miembros y otras redes adicionales desde donde Juleen vende desde mediante su página personal, el negocio nunca ha ido mejor.

Tal vez la cara visible del negocio sea Juleen pero quien está por detrás de este floreciente negocio es Erina, una mujer pohnpeiana de 61 años de la ciudad de Kitti. Su nombre está representado en la letra “E” de JEMS, que es en realidad un acrónimo de “Joseph and Erina Manuel Sewing Company” (“Negocio de Faldas de José y Erina”) – y que alude al negocio familiar de ella y de su marido.

A toda hora es posible escuchar el sonido de las máquinas de coser en la galería de la casa de Erina ubicada en la cima de una colina arbolada en Kitti, a 6,5 kilómetros en las afueras de Kolonia, la ciudad principal de Pohnpei. Allí Erina cose junto a sus dos nietas y a otras dos mujeres a las cuales ha empleado cuando el negocio comenzó a crecer.

Las faldas tradicionales de Pohnpei son exhibidas en el hogar de Erina, listas para la venta. Foto: OIM 2023/Haimanot Abebe

“Hoy en día las faldas de Pohnpeia son verdaderamente populares”, dice Erina.

En Pohnpei, las faldas son muy usadas por las jóvenes y las señoras maduras por igual. Por lo común los negocios callejeros exhiben una hilera de faldas colocadas en tendederos afuera de los negocios y las venden por un precio que va desde los 55 a 65 dólares EE.UU. e incluso más, dependiendo del trabajo de bordado que tenga el diseño. 

Erina comenzó con JEMS hace dos años tras haber recibido un subsidio de 5.000 dólares EE.UU. de parte de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Y no ha perdido el tiempo. 

“Yo sabía muy poco sobre la confección de este tipo de faldas; algo había aprendido de joven. Sabía también que tenía que elaborar un plan de negocios que pudiera manejar y hacer crecer”, explica. Este viaje la llevó a convertirse por primera vez en propietaria de un negocio a la edad de 61 años.

Con el apoyo de un proyecto de la OIM llamado Inspirando el Progreso de las Mujeres a través de la Acción Colectiva (IWA) en enero de 2021, Erina y 12 mujeres de las comunidades de Pohnpei fueron seleccionadas y capacitadas en educación financiera, contabilidad, proyección del flujo de efectivo, política de precios y otras capacidades básicas a la par que se les entregaba capital semilla para que pudieran comenzar con el negocio elegido.

Jill Anton, la nieta de Erina, ayuda a su abuela en la producción de faldas tradicionales. Foto:  OIM 2023/Haimanot Abebe

Antes de la inauguración de JEMS, Erina y su esposo dependían exclusivamente del seguro social para cubrir el costo de los gastos del hogar y a veces les pedían a sus hijos mayores que les dieran una mano. Erina solía pasar sus días ocupándose de los cultivos de banana y malanga en la gran parcela de tierra cubierta de follaje cercana a un barranco a algunos metros del borde de su casa.

La segunda nieta de Erina, Judie Barnabas, trabaja junto a su abuela para cumplir con un pedido de vestidos. Foto: OIM 2023/Haimanot Abebe

“Compré materiales, hilos, telas, tijeras y cinco máquinas de coser en total”, sigue explicando Erina. “Compré todo eso en una semana. Después de tener todo lo que necesitábamos empezamos a coser”.

En la actualidad la producción semanal es de hasta 50 faldas, incluso más, dependiendo de la cantidad de pedidos que tengan. Las venden por internet en cualquier lugar y el precio oscila desde los 10 a los 100 dólares EE.UU. por unidad.

Pero la clave del éxito del negocio de JEMS es la cuenta de Facebook de Juleen, la cual conecta a Erina con la clientela en todas partes, desde los compradores en línea en Pohnpei hasta con clientes en otros estados de Micronesia, Guam e incluso los Estados Unidos.

En la página de Facebook de Juleen se muestran faldas pohnpeianas producidas por Erina para venta a compradores interesados en la región y en el exterior. Foto: OIM 2023/Haimanot Abebe

En la página de Facebook de Juleen, a las compradoras interesadas se les indica que le escriban a ella para acordar las formas de pago que les resulten más cómodas. Las clientas pagan por medio de empresas de pagon en línea como Western Union y el servicio móvil de pago cada vez más popular CashApp, que en épocas recientes también ha agregado el intercambio de bitcoins y compra de acciones a su gama de servicios. 

De acuerdo con los datos más recientes del gobierno, las mujeres y jóvenes de 15 años y más de los Estados Federados de Micronesia (FSM) son tres veces más proclives a estar desempleadas en comparación con sus pares varones. Las mujeres asimismo tienen una participación inferior en la fuerza laboral (22% menos).

Gracias a su nuevo negocio, Erina ha podido diversificar el ingreso de su hogar y ahora puede pagar las facturas médicas, de electricidad y otros gastos que antes eran cubiertos por sus familiares con un gran esfuerzo.

El acceso de Juleen a las finanzas digitales también le han permitido a Erina adentrarse en un mercado totalmente nuevo. La demanda de faldas pohnpeianas supera la capacidad de producción actual, pero eso simplemente la motiva a trabajar mucho más duro.

Mientras tanto, Juleen sigue perfeccionando sus capacidades para el mercadeo, las ventas y las finanzas y ha expandido su línea de productos incluyendo camisetas estampadas, bisutería y hasta pescado fresco, todo esto disponible en su página de Facebook.

Jill y Judie posan para una foto en la casa de Erina en la que pasarán la tarde cosiendo para poder cumplir el plazo de entrega de un pedido de faldas. Foto: OIM 2023/Haimanot Abebe

Con dinero extra en el bolsillo hoy Erina puede cubrir no solamente el costo de vida sino también darles una mano a sus vecinos, amigos y parientes.  

“Somos pohnpeianos”, dice. “Tenemos que ayudarnos mutuamente”.

Erina sueña con abrir un local algún día. “Me encantaría tener un local ahí, al costado del camino”, dice.

La discriminación por razones de género, incluyendo la violencia contra las mujeres y las oportunidades socioeconómicas limitadas, es una barrera significativa para la transformación de las vidas de las mujeres y de las jóvenes en la FSM, en la República de las Islas Marshall (RMI) y en la República de Palau en donde el IWA está operativo. Con el apoyo del Departamento de Estado de los Estados Unidos, el proyecto IWA trabaja para la remoción de tales obstáculos con miras a la igualdad de género y al empoderamiento de las jóvenes y mujeres a través de actividades de medios de subsistencia tanto de manera directa como por medio de subsidios gestionados por las ONG locales. Implementando diversas actividades de medios de subsistencia como método para diversificar los ingresos de cada hogar en la RMI, FS y en la República de Palau, el proyecto apunta a mujeres, hombres y jóvenes de ambos sexos con el objeto de concientizar acerca de los impactos que tiene la discriminación por razones de género sobre el desarrollo de la comunidad, como así también acerca de las oportunidades de las que se dispone para que el futuro sea más inclusivo y sostenible.

Esta historia fue escrita por Haimanot Abebe, Oficial de Prensa de la OIM Micronesia, haabebe@iom.int

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