Bucarest, 6 de febrero de 2023 – Dima y Nika habían estado juntos por un tiempo breve, pero cuando la situación en Ucrania comenzó a empeorar en febrero pasado, los dos decidieron casarse de inmediato, esperando que eso facilitara la huida.

Fue solamente algunas semanas más tarde, después de que la ley marcial se introdujera oficialmente, que la pareja se dio cuenta de que tenía total libertad para irse porque la discapacidad de Dima lo convertía en persona no apta para el cumplimiento del servicio militar.

“Por supuesto que él dice que se casó conmigo porque antes que nada y por sobre todas las cosas me ama”, dice Nika riendo.

De acuerdo con Dima, cuando tenía cinco años, le dieron un tipo de antibiótico que le hizo perder el sentido del oído -  una problemática muy común en ese momento, como lo explica la pareja. Dima pudo conservar el sentido del habla pero no pudo ya escuchar sin la ayuda de un audífono.

Por mucho tiempo Dima se negó a usarlos, sobre todo en la adolescencia porque se sentía muy cohibido por las chicas. Con los años a regañadientes aceptó usarlos, y su familia tuvo la chance de comprar distintos tipos de artefactos para poder oír, si bien ninguno de ellos se adaptaba totalmente a sus necesidades. Dado que los audífonos tienen una vida útil muy limitada, su familia tuvo que encontrar la manera de comprar uno nuevo cada tanto.

Después de haberse acercado a la OIM, Dima fue derivado a un especialista quien realizó un audiograma que luego Dima usó para comprar un nuevo audífono. Foto: OIM/Mónica Chiriac

Dima y Nika no quisieron irse de inmediato de Ucrania después de que la guerra comenzó, convencidos de que la situación no duraría mucho. “La primera vez que bombardearon la ciudad, decidimos quedarnos y ver si volvía a ocurrir, y así fue”, recuerda Dima. “La tercera vez no queríamos andar de acá para allá, tomamos nuestras pertenencias y decidimos irnos”.

La abuela y la hermana de Nika ya habían procurado refugio en Rumania al inicio de la guerra lo cual facilitó las cosas para Nika en cuanto a decidir a qué lugar ir. La familia forma parte de los más de 3,2 millones de ucranianos que han escapado a la vecina Rumania desde el 24 de febrero de 2022 (cantidad contabilizada a enero de 2023).

Dado que casi 105.000 ucranianos están actualmente residiendo en Rumania y que la pandemia de COVID se ha calmado recién ahora, los hospitales públicos y las instituciones estuvieron bajo una presión sin precedentes.

Para aliviar la presión sobre el sistema nacional de salud, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Rumania ha desde aquel momento atendido más de 18.000 consultas médicas, incluyendo 2.600 derivaciones a cuidados especializados a través de sus cuatro oficinas, siete asociados en la implementación y seis equipos móviles que trabajan en todo el país.

Recientemente la OIM ha brindado su apoyo al Hospital de Clínicas Dr. Ion Cantacuzino de Bucarest, por medio de la entrega de cinco nuevos cardiógrafos y otros artefactos médicos. Foto: OIM/Mónica Chiriac

La OIM está trabajando estrechamente con sus asociados, incluyendo a organismos de la ONU, de la sociedad civil, del gobierno central, y las autoridades locales para garantizar que todas las personas que están huyendo de Ucrania reciban asistencia integral, incluyendo servicios de interpretación.

La asistencia sanitaria brindada por la OIM cubre pruebas médicas, recetas, recomendaciones, y derivaciones a especialistas. Durante las visitas que tienen lugar en los centros colectivos de todo el país, los equipos móviles de la OIM llevan adelante evaluaciones de salud, distribuyen medicamentos, y derivan a las personas en aquellos casos en que deben hacerse pruebas adicionales.

Para facilitar aún más su inclusión e integración, la OIM ha registrado también a más de 1.400 ucranianos con un médico de familia y ha acompañado a más de 1.000 personas a hospitales y oficinas de país para brindar apoyo de interpretación.

Para garantizar la sostenibilidad de su apoyo, la misión también ha donado equipamiento médico muy importante a varias instalaciones el cual beneficiará tanto a las comunidades de acogida como a la de  refugiados y migrantes.

El Departamento de Rehabilitación Neuromuscular del Hospital de Emergencias  Bagdasar-Arseni en Bucarest es ahora el único pabellón equipado con Láser M6 que ofrece tecnología de avanzada para pacientes con dolor crónico. Foto: OIM/Mónica Chiriac

Con apoyo de la OIM, la abuela de Nika recibió un nuevo par de anteojos y la hermana de Nika una derivación a un dermatólogo, en tanto que Nika ha podido visitar a un endocrinólogo para poder continuar con su tratamiento.

Después de años de haber luchado con los audífonos, al principio Dima se sintió abatido y reticente a pedir asistencia médica. “Varias veces había escuchado que las personas mayores no necesitan ya usar audífonos y que los jóvenes  deben comprárselos ellos mismos”, explica Dima.

Después de su examen físico inicial la OIM derivó a Dima a un especialista que le realizó un audiograma y echó un vistazo a su historia clínica. La Organización siguió su caso y cubrió todos los gastos necesarios, incluyendo un par nuevo de audífonos comprados en un negocio especializado en Bucarest.

Las autoridades y los servicios de emergencia del punto de cruce fronterizo de Sculeni están a la espera, listos para brindar asistencia inmediata a todas las personas que cruzan la frontera de Moldova con Rumania. Foto: OIM/Mónica Chiriac

El Hospital Infantil de Emergencias de Santa María en Iasi es una de las más de 30 instalaciones médicas que han recibido el apoyo de la OIM y en las cuales actualmente se trabaja las 24 hs para brindar auxilio permanente a aproximadamente 350 niños y niñas. Foto: OIM/Mónica Chiriac

Dima dice que está muy feliz con su nuevo audífono que también usa como auriculares para escuchar música. Solía luchar con la tarea de cargar los que tenía antes, pero ahora lo puede hacer con gran facilidad gracias a la estación de acople que le han entregado.

La discapacidad de Dima para oír nunca fue un obstáculo para su amor por la música. Esto es lo que unió a Dima y Nika ante todo, hace siete años cuando empezaron a trabajar juntos en el mismo bar en Zaporizhzhia y, poco a poco, descubrieron que ambos amaban la música: Dima tocando la guitarra y Nika cantando.

Dima aprendió solo a tocar la guitarra, mirando videos en YouTube, en tanto que la pasión de Nika por cantar la llevó a ser una de las finalistas de “La Voz” en Ucrania. “No entiende mi pasión por el jazz, pero sé que le va a gustar”, dice Nika con total convicción.

Actualmente Dima y Nika comparten su amor por la música con otras personas en distintos lugares de Bucarest. Foto: OIM/Mónica Chiriac

Actualmente Dima y Nika son vistos con frecuencia tocando música en diferentes lugares de Bucarest. Dicen que por ahora les alcanza, pero esperan poder encontrar otras formas de conseguir un sustento, pues temen que la asistencia que reciben muy pronto llegue  a su fin.

Finalmente reunidos con sus parientes, los dos están felices de poder quedarse en Rumania un poco más y esperan un día poder celebrar su amor como lo han soñado siempre. “No pudimos tener la boda que queríamos, por eso estamos esperando que las cosas se calmen y hacer una gran fiesta”, dice la pareja.

Cuando la guerra comenzó los dos empezaron a cuidar de las mascotas cuyos dueños habían dejado solas. Incluso llevaron a algunos animales a Rumania y muy pronto, tras su llegada, también comenzaron a cuidar a un perro nuevo. “La guerra nos hizo darnos cuenta que no debemos esperar para hacer todo aquello que nos hace felices”, explica Nika.

La respuesta sanitaria de la OIM en Rumania es posible gracias al apoyo del Banco de Desarrollo del Consejo de Europa (CEB), del Gobierno de Japón, de la Oficina de Asuntos Exteriores de Alemania (GFFO), del Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega, de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de EEUU, del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones (FCDO) del Reino Unido, y del Gobierno de Corea.

Si usted tuviera interés en donar para apoyar los trabajos de Socorro en Ucrania, no deje de visitar la  página de recaudación de fondos de la OIM.

Escrito por Mónica Chiriac

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