Svaliava, 19 de septiembre de 2022 – Nada más entrar en la pastelería Mirella, nos vemos invadidos por el deseo de probar cada uno de sus postres. Desde 2016, la pastelería ofrece dulces ucranianos, tortas modernas y postres de autor.
Desde la adolescencia, lu propietaria, Myroslava Holonych, soñaba con abrir un lugar así en Svaliava, su ciudad de origen ubicada en el corazón de las verdes montañas de Zakarpattia, Ucrania Occidental. En la actualidad, esta región alberga a casi 400.000 personas desplazadas internas (PDIs) forzadas a abandonar sus hogares tras la invasión rusa.
"El logo comercial tiene un trébol de cuatro hojas por un motivo. Cuando yo era niña salía con mi abuela a buscar tréboles de cuatro hojas. En ese momento la vida era difícil y ella pensaba que esa planta nos iba a dar buena suerte y un destino próspero. De modo que el trébol representa el recuerdo de un ser querido y a la vez un símbolo de esperanza”, dice Myroslava.
La chef honra el pasado, pero no solamente a través del logo de su negocio. Myroslava recrea viejas recetas que alguna vez fueron populares en Ucrania. ¿Su principal fuente de inspiración? El libro de recetas de su abuela. En los márgenes de ese libro pueden verse anotaciones tales como “tal vez puede usarse” o “esta receta es mala”, y esas notas dan cuenta del proceso meticuloso detrás de las delicias de Myroslava. Ella también posee otros libros antiguos que cuentan historias sobre la deliciosa cocina de esa región.
"Se trata de un libro húngaro de 1932, escrito por Mariska Vízváry, cantante de ópera de Austria originaria de Berehove”, dice, mientras señala una pila de páginas frágilmente unidas. “Mi madre es la que me ayuda a traducir desde el húngaro. Hay aquí recetas que no vas a encontrar en ninguna otra parte”, dice.
A Myroslava también le encanta probar cosas nuevas. Creó un postre elaborado con champiñones, que se ha convertido en una especie de carta de presentación de Svaliava. La receta es un secreto celosamente guardado porque ha logrado una gran popularidad entre los clientes.
Detrás del éxito alcanzado por Mirella hay un pequeño equipo de cinco empleados unidos por un gran amor hacia el arte culinario. Entre ellos se encuentra Anastasia, la hermana mayor de Myroslava, y también Viktoriia, que con anterioridad trabajaba como profesora de idiomas y se vio obligada a irse de su casa en las afueras de Mariupol a causa de la guerra. A la búsqueda de ayuda, ella se reconectó con la familia de la cuñada de Myroslava, una vieja amiga de la escuela, que la puso en contacto con la pastelera.
Mientras el conflicto bélico sigue agravándose, la situación económica de las personas desplazadas internamente empeora. Solamente el 31% de las personas desplazadas internamente encuestadas por la más reciente Encuesta General de Población de la OIM Ucrania informaron contar con un empleo remunerado. En estos tiempos tan difíciles, los pequeños emprendimientos como el de Mirella tienen el potencial de crear nuevas oportunidades para quienes buscan trabajo en el país.
Mientras la pastelería sigue creciendo, también crece la reputación de Myroslava como emprendedora experta. Recientemente fue nominada entre los 100 mejores emprendedores en la categoría “Herencia y Tradiciones” del Premio Nacional de Ucrania “Héroes de Pequeños Negocios” y en septiembre volará a Turín en Italia para representar a Ucrania en el Festival Gastronómico de Comidas de Preparación Artesanal.
La pastelera sueña con expandir su negocio y planea aumentar la cantidad de postres que ofrece. “Yo hago una investigación de los platos de nuestros antepasados y quiero compartirlos con todo el mundo… ¡nuestra cultura es increíble y hay que revivirla!”.
A principios de este mes, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) le entregó a ella un subsidio en el marco del programa "SME Boost: Economic Integration of Internally Displaced Persons and Business Recovery" (“Integración Económica de Personas Desplazadas y Recuperación de Negocios”, financiado por el Ministerio Federal Alemán de Cooperación y Desarrollo Económico (BMZ) a través del Banco de Desarrollo KfW. Con este subsidio, Myroslava espera poder comprar nuevo equipamiento para su negocio, aumentar la producción y la cantidad de empleados, incluyendo entre ellos a personas desplazadas internamente. La propietaria está siempre atenta a las diferentes oportunidades financieras con el objetivo de expandir su floreciente negocio.
Por medio de este proyecto, la OIM planea brindar apoyo a 500 micro-emprendimientos, 175 pequeñas empresas, y 60 empresas emergentes a través de subsidios similares. Otros 650 negocios recibirán capacitaciones, apoyo y servicios de consultoría. La OIM también fomentará la participación de la diáspora de Ucrania en la implementación del proyecto por medio de experiencia e intercambio de conocimientos, además del acceso a oportunidades financieras y el tendido de redes. Podrá leer mucho más sobre la respuesta de la OIM en Ucrania en el sitio web de la OIM Ucrania.
Escrito por Daria Dovzhenko, OIM Ucrania