Goma, 25 de abril de 2022 – “Yo trabajo en la frontera, más exactamente en la barrera”, explica la Sra. Mweze, quien trabaja para los servicios migratorios congoleños en la Grande Barrière en Goma, capital de la provincia de North Kivu, justo en la frontera que separa a la República Democrática del Congo (RDC) de Rwanda.
Esta nación, con una población cercana a los 90 millones de habitantes, está bordeada por nueve países: Angola, Burundi, la República Centroafricana, la República del Congo, Rwanda, Sudán del Sur, la República Unida de Tanzania, Uganda y Zambia. En este sentido, los agentes que trabajan en migración como la Sra. Mweze son esenciales para asegurar que se respeten las medidas preventivas contra la COVID-19.
North Kivu – una de las 26 provincias del país – tiene más de 10 millones de habitantes. Comparte fronteras con Rwanda y Uganda, y cuenta también con nueve puntos oficiales de entrada. Antes de la pandemia, cada día un promedio de 95.000 personas usaba estos puntos para cruzar la frontera entre Rwanda y la República Democrática del Congo.
“Estamos en contacto con las personas a diario, lo cual nos expone a todo tipo de enfermedades. Es por ello que estar vacunados contra la COVID-19 era una prioridad para nosotros”, explica la Sra. Mweze.
Debido a que la pandemia de COVID-19 vino a unirse a los recurrentes brotes de ébola, el Programa Nacional de Higiene Fronteriza (PNHF) ha implementado medidas para el control de enfermedades en los puntos de acceso en North Kivu con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a fin de prevenir, detectar y controlar la diseminación de la COVID-19 y otras enfermedades infecciosas.
El despliegue de la vacunación contra la COVID-19 en North Kivu comenzó en mayo de 2021 y apuntó primeramente a los trabajadores sanitarios y las personas a partir de los 18 años. De los 170 sitios de vacunación contra la COVID-19 establecidos por las autoridades gubernamentales en la provincia, 137 estuvieron operativos hasta febrero, pero ninguno de ellos en los agitados puntos de acceso en North Kivu.
Para cubrir esta brecha, el Ministerio de Salud, con el apoyo técnico de la OIM, estableció puestos temporales de vacunación en los puntos de acceso para poder llegar mejor a las comunidades que viven a lo largo de la frontera y que no habían tenido acceso al programa de vacunación hasta ese momento.
Cada sitio de vacunación comprende un área de registro y espera, un área de consulta previa a la vacunación, un área de aplicación de vacunas y otra de observación posterior a la vacunación, y cada equipo incluye dos doctores, dos enfermeras y dos oficiales que manejan los datos, además de un líder de equipo.
La OIM también brinda su apoyo a la provisión de insumos médicos y equipo personal de protección, que incluye tapabocas, guantes para exámenes físicos y batas de aislamiento resistentes a los fluidos, además de Equipamiento de TI consistente en tablets, laptops y módems de internet.
Adicionalmente la OIM ha estado fortaleciendo las capacidades de los trabajadores sanitarios de la primera línea y de otros miembros del personal en apoyo del Programa Extendido de Inmunización (EPI) de ese país. Las actividades incluyen sesiones de capacitación sobre seguridad de las vacunas, monitoreo y gestión de los eventos adversos posteriores a las inmunizaciones (AEFI), y técnicas de comunicación de riesgos y compromisos comunitarios (RCCE) relacionados con la vacunación contra la COVID-19.
La actual campaña de vacunación apunta a los migrantes, viajeros nacionales e internacionales, trabajadores de la primera línea y a las comunidades locales que viven a lo largo de la Grande Barrière, incluyendo a propietarios de pequeños negocios en riesgo de infectarse con COVID-19 por la gran movilidad transfronteriza.
La Sra. Mweze es una de las más de 1.000 personas que han sido vacunadas contra la COVID-19 en poco más de un mes en el sitio de vacunación en la Grand Barrière, el punto de acceso en la RDC con el mayor número de personas que cruzan por día.
“Fue todo muy higiénico y sin dolor”, dice ella. “Soy hipertensa, por eso tomaron algunas precauciones adicionales antes de aplicarme la vacuna. Sentí que estaba en buenas manos”.
El éxito de los esfuerzos conjuntos de los servicios y programas sanitarios de la RDC pusieron de manifiesto la necesidad de contar con un enfoque coordinado entre varios sectores que puede llegar a aumentar el área de cobertura de la vacunación y reducir la brecha entre la demanda y la provisión real de servicios de vacunación contra la COVID-19.
La OIM planea apoyar la provisión de vacunación contra la COVID-19 a otras comunidades a lo largo de las fronteras como así también el establecimiento de un sitio de vacunación similar en el Aeropuerto Internacional de Goma.
Para estimular la demanda de vacunas, la OIM también le está brindando su apoyo a una campaña nacional de concientización que permite que todas aquellas personas que viven en las cercanías de los puntos de acceso y a lo largo de la frontera puedan hacer comentarios y observaciones sobre la respuesta ofrecida.
Una encuesta reciente implementada por el Ministerio de Salud con el apoyo de la OIM mostró que aproximadamente un 66% de quienes pasan por el punto de acceso de Grande Barrière habían recibido al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19. De acuerdo con la misma encuesta, más de la mitad de los viajeros que no habían sido vacunados contra la COVID-19 deseaban ser vacunados.
“Hemos advertido un gran incremento de los viajeros que están interesados en vacunarse aquí”, dice el Dr. Gervais Kakule, médico que lidera el equipo en el sitio de vacunación en la “Grande Barrière” en Goma. “Más y más personas en la actualidad son conscientes de los peligros de la COVID-19 y de los beneficios de estar vacunados”.
Con la COVID-19 aún sin poder ser controlada en la RDC y zonas cercanas, la Sra. Mweze cree que es imperativo priorizar nuestra salud y la de nuestros seres queridos. “Yo quería que me vacunaran porque debo protegerme yo misma y a toda mi familia”, dice.
“La pandemia aún no ha terminado. Es posible todavía contagiarse de COVID en la iglesia, en el mercado, en cualquier lugar en el que haya mucha gente. Todos tenemos que contribuir y vacunarnos”, concluye la Sra. Mweze.
El Programa de Vacunación de la OIM en la República Democrática del Congo recibe el apoyo de la Agencia Suiza de Cooperación y Desarrollo (SDC).
Esta historia fue escrita por Daco Tambilika y por el Dr. Bantu Kalimba de la OIM en RDC.