“Saber que ahora tenemos libertad de movimientos, una cuenta bancaria, un seguro, que mis hijos pueden acceder a una educación... todo eso me da una gran paz”.

Boca Chica, 10 de junio de 2022 – Sachi Durán trabajó doble turno durante 13 años como enfermera en la ciudad de Maracay, Venezuela, antes de emigrar a la República Dominicana. Su salario apenas si le alcanzaba para cubrir las necesidades familiares básicas, además de la violencia implacable que dificultaba la tarea de encontrar las medicinas que necesitaba para su hijo.

Junto a su esposo y a sus dos hijos, Sachi decidió migrar a la República Dominicana y en 2016 llegó a Boca Chica, una pequeña ciudad en las playas del Mar Caribe, cercana al Aeropuerto Internacional de Las Américas y puerto de llegada para la mayor parte de los 114.000 migrantes venezolanos que residen en ese país.

Sachi Durán (34) vive en la República Dominicana desde el 2016 con su esposo y sus dos hijos de 7 y 11 años. Comparte su tiempo entre su trabajo como consejera de la ventanilla de orientación gratuita para el PNV, sus labores como emprendedora, líder comunitaria y madre. Foto: R4V

"Llegué con la firme intención de ejercer mi profesión y traje conmigo todos los documentos debidamente autenticados y legalizados, pero al no contar con una visa, y no siendo residente regular en el país, todo eso impidió que yo consiguiera trabajo como enfermera de modo que decidimos comenzar con un negocio”, explica Sachi.

"Cuando empezamos a comprender lo que a los dominicanos les gustaba y me di cuenta que podía generar un ingreso dando masajes y aplicando tratamientos estéticos, comencé a capacitarme en ese ámbito”. Su amplia experiencia como enfermera de cuidados intensivos y emergencias le abrió las puertas a tal aprendizaje.

Comenzó con el pequeño negocio en una habitación en su apartamento en el cual creó un espacio especial, con el sueño de luego poder mudarse a un local y poder emplear a otras personas que pudieran ayudarla.

Sachi Durán (34) es enfermera de profesión. Sin embargo, en República Dominicana se ha capacitado en el área de los tratamientos estéticos para sacar adelante su emprendimiento privado. Foto: R4V

"Si uno le pone empeño, es posible lograrlo”, enfatiza Sachi, quien dice que el sacrificio y la capacidad de ahorro han sido claves para ir creciendo de a poco y para poder agregar equipamiento y servicios a su centro estético.

Siete meses después de haber llegado a la República Dominicana, ella conoció a la autoridad municipal de Defensa Civil y junto a su esposo decidieron trabajar como voluntarios para ellos. Hoy Sachi lidera una de las organizaciones de migrantes (Venezolanos Tricolor) que forman parte del grupo de aliados de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en la tarea de brindar orientación en el marco del Proceso de Normalización de Ciudadanos Venezolanos (PNV) implementado por el Gobierno ominicano desde 2021.

"Los puestos donde se provee orientación de forma gratuita han sido un punto focal increíble, un gran acompañamiento para todos los venezolanos que se han incorporado al proceso…y para nuestra asociación l ha sido importante contar con el apoyo de las organizaciones internacionales, ya que da confianza a las personas, al tiempo que nos permite identificar casos de vulnerabilidad y ponernos al servicio de cientos de compatriotas venezolanos…eso da una satisfacción increíble”.

A Sachi siempre le ha gustado ayudar, desde que era muy joven; ella formaba parte del programa de voluntarios de la Juventud de la Cruz Roja y desde su llegada a Boca Chica su carisma, empatía y gestos de solidaridad la han ayudado a convertirse en líder de la comunidad venezolana en dicha localidad.

En octubre Sachi obtuvo su permiso laboral temporario, el tercer y último paso del Proceso de Normalización Migratoria de Ciudadanos Venezolanos en la República Dominicana. Ahora ella puede afirmar que se siente segura y estable en este país como para poder seguir produciendo y prosperando con su emprendimiento.

“Saber que ahora tenemos libertad de movimientos, una cuenta bancaria, un seguro, que mis hijos pueden acceder a una educación... todo eso me da una gran paz”, enfatiza Sachi.

SDG 8 - TRABAJO DECENTE Y CRECIMIENTO ECONÓMICO
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