Condado de Turkana, Norte de Kenya, 20 de marzo de 2023 “Cuando yo era niño todo era diferente. Había muchas pasturas, agua y animales. Pero ahora lo único que hay es sequía”, dice Ekwuon.

Ekwuon es testigo de la actual sequía en el Condado de Turkana la cual no solamente ha afectado a su ganado sino que también ha dejado a más de 4,4 millones de personas en Kenya sin acceso a alimentos y a agua potable.

Ekwuon, Condado de Turkana, Norte de Kenya. Foto: OIM 2023/Muse Mohammed

Este hombre de 60 años que antes era pastor vio cómo su medio de subsistencia desaparecía lentamente por las recientes sequías que cayeron como una plaga sobre el Condado de Turkana, al norte de Kenya.

Para muchos pastores ganaderos de esta región la migración era una parte necesaria de sus vidas puesto que las manadas de animales debían recorrer largas distancias para poder alimentarse con pasturas frescas las cuales van cambiando de acuerdo con cada estación. Muchos a menudo debían también cruzar fronteras a la búsqueda de alimento y de agua en ciclos regulares.

“En mi comunidad nuestro estilo de vida dependía totalmente de las cabezas de ganado que podíamos llegar a tener. Porque podíamos venderlas por dinero, comida, incluso también para pagar dotes. Toda mi riqueza se basaba en la cantidad de animales que tenía. Desgraciadamente el cambio climático ha hecho que ese estilo de vida se vuelva muy difícil, y queda muy poca agua y alimento para los animales”.

A raíz de las condiciones áridas del suelo, muchos pastores han sido desplazados de sus comunidades y forzados a encontrar medios de subsistencia alternativos.

En Kenya los pastores afectados por la sequía han migrado a la búsqueda de agua y de pasturas para su ganado. Las comunidades en Kenya están enfrentando la amenaza de la hambruna debido a que la sequía no muestra señales de acabar. Foto: OIM 2022/Claudia Rosel

Ekwuon fue desplazado recientemente de su comunidad de origen y forzado a vivir en la aldea de Namon, una comunidad cercana a una importante ruta migratoria. El calor abrasador ha hecho que las tareas agrícolas se vuelvan aún más difíciles, teniendo que recurrir a actividades alternativas para poder generar un ingreso, por ejemplo la quema de carbón.

Sin embargo, este estilo de vida tradicional tan antiguo ahora se ve amenazado por los impactos adversos del cambio climático.

El estilo de vida como pastores ganaderos ha existido en Kenya por varios milenios. Los pastores se desplazan estacionalmente para poder aprovechar las pasturas y el agua. La movilidad sigue siendo el aspecto clave de la capacidad de adaptación de los pastores en medio de los desafíos del cambio climático y la degradación ambiental. Se desplazan no solamente para acceder a las pasturas y el agua de la temporada sino también para poder acceder a los mercados y a las redes de apoyo social.

En las afueras de la aldea de Namon, Ekwuon ha establecido dos pequeños hogares temporales que apenas si sirven para alojarlo a él y a sus 20 hijos que a menudo pasan la noche bajo las estrellas.

Ekwuon se ha visto obligado a mudarse a la aldea de Namon en donde está viviendo en un albergue temporal junto a sus 20 hijos. Foto: OIM 2023/Muse Mohammed

Ekwuon es nuevo en la comunidad y puede sentir que los demás lo tratan como a un extraño: “Como no soy de aquí puedo sentir la discriminación de parte de los demás. Cuando otras organizaciones le brindan asistencia a esta comunidad las personas desplazadas como yo suelen ser las últimas en recibirla”.

Se siente inseguro acerca del futuro de su familia pero si de algo está seguro es que sus hijos probablemente no serán pastores como él.

“Quiero que mis hijos puedan ir a la escuela para luego acceder a un buen empleo, uno que no dependa de la tierra. Y quiero también que después regresen y ayuden a comunidades como esta”.

Esta crisis no afecta solamente a Kenya ya que otros países de África Sub-sahariana también están padeciendo escasez de alimentos y de agua. La falta de lluvia en las últimas cinco temporadas ha hecho que las personas no pudieran cultivar adecuadamente y producir alimentos para el consumo propio y de sus familias. Por este motivo miles de personas han perdido sus medios de subsistencia y se han visto forzadas a irse de sus casas a la búsqueda de agua y alimentos.

Debido a la sequía en curso, varios ríos, manantiales y diques se han secado en los condados áridos y semi-áridos, lo cual ha forzado a las personas a desplazarse para encontrar pasturas y fuentes de agua en algún otro lugar. Foto: OIM 2022/Claudia Rosel

Eregae, miembro de la comunidad de Namon, señala también la severidad de las sequías en la región: “Las sequías son mucho más severas estos días. Hace algunos años, cuando había una sequía, podíamos ver algunas pasturas verdes en lo alto de las colinas y entonces llevábamos a nuestros animales a comer allí y más tarde regresábamos para que bebieran agua. Pero desgraciadamente ya no es más así. No ha llovido por más de dos años. El suelo está completamente seco”.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) está trabajando para abordar y minimizar el riesgo de desplazamiento por el cambio climático, la degradación ambiental y los desastres, a través de un Programa Conjunto Regional que incluye un Fondo Fiduciario para la Migración con Múltiples Asociados.

En el Condado de Turkana se han plantado cerca de 44.500 árboles resistentes a la sequía y plantines de vegetales. La comunidad ha sido capacitada para cuidar estas plantas como medio alternativo de vida. En la aldea de Namon más de 200 miembros de la comunidad ya se están beneficiando con este proyecto. Foto: OIM

En los Condados del Río Tana y de Turkana la OIM apoya a las comunidades locales y a las autoridades de los condados para que puedan restaurar las tierras y brindar a la comunidad una fuente sostenible de alimentos.

Hasta ahora se han plantado en el Condado de Turkana 44.500 árboles resistentes a la sequía y plantines de vegetales. La comunidad ha sido capacitada para cuidar estas plantas como medio alternativo de vida. En la aldea de Namon más de 200 miembros de la comunidad ya se están beneficiando con este proyecto.

Miembros de la comunidad plantan plantines  de árboles y capas de vegetales para reforestar la aldea de Namon, Turkana, Norte de Kenya. Foto: OIM

El rigor de la sequía también está provocando un desplazamiento extendido. “Nos hemos visto obligados a irnos de Turkana. No es posible quedarse en un lugar asolado por la sequía, ver cómo tu ganado sucumbe y que eventualmente te quedarás con las manos vacías”, explica Eregae.

Los conflictos entre comunas también han aumentando ya que las comunidades de pastores y agricultores compiten por el agua y las pasturas que ya son muy escasos.

Las actividades de la OIM para minimizar el riesgo de desastres originados en el cambio climático, la degradación ambiental y los desastres son posibles gracias a los fondos generosamente aportados por el Fondo Fiduciario para la Migración de Asociados Múltiples, a través de un Programa Regional Conjunto: Abordaje de los Agentes Impulsores y Facilitación de una Migración Segura, Ordenada y Regular en los Contextos de Desastres y Cambio Climático en la Región de la IGAD (Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo).

Esta historia fue escrita por Moses Otunga, Asistente en Comunicaciones, OIM Kenya. Para más información por favor contactar con: motunga@iom.int

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