Siria/Türkiye – Para Abeer y para millones de sirios la vida dio un vuelco cuando la guerra empezó en Siria hace más de una década. Luego, los terremotos del año pasado terminaron por destruir lo poco que quedaba.
Abeer, su esposo y sus seis hijos huyeron de su hogar cuando intensos bombardeos sepultaron su ciudad natal, Ram Hamdan.
Como muchas otras personas desplazadas internamente de Siria, tanto ella como su marido muy pronto se quedaron sin trabajo. De profesión peluquera, Abeer tuvo que cerrar su local. Casualmente encontraron trabajo en el área de la agricultura. El ingreso era magro pero pudieron recomenzar sus vidas, fue lo que ella pensó en aquel momento.
Hasta que llegó el 6 de febrero.
“Cuando ocurrió el primer terremoto, desperté a mi familia y corrimos hacia afuera. Estaba lloviendo, había relámpagos y truenos”, dice Abeer describiendo aquella trágica mañana. “Permanecimos afuera bastante tiempo porque nuestra casa había quedado severamente dañada. Tenía numerosas grietas. Temíamos que el techo pudiera caer sobre nuestras cabezas”.
Las necesidades aumentan tras los terremotos
Los terremotos de febrero pasado provocaron mucha destrucción y se llevaron las vidas de al menos 8.400 personas en Siria, habiendo asimismo desplazado a aproximadamente 2,9 millones.
En un país que ya estaba devastado por un conflicto que ha arrasado con todo por más de una década, muchas más personas perdieron sus casas y sus medios de subsistencia. Abeer, quien está viviendo en uno de los campamentos en la zona noroeste de Siria y se preguntó cómo podía recomenzar.
Se enteró de un programa de entrega de efectivo a cambio de trabajo, coordinado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que le dio el puntapié inicial que necesitaba.
“Yo había oído acerca de la posibilidad de obtener un ingreso por medio de la recolección de olivas. Fui a anotarme y afortunadamente me aceptaron. Duró 20 días y recibimos 6 dólares EE.UU. por día”, explica Abeer, quien participó en dos rondas de la mencionada actividad.
Si bien a Abeer y a otros participantes no les alcanzó para poder resolver todos los problemas que se les presentaban, al menos la actividad les ofreció un respiro. “Muchos de nosotros habíamos perdido nuestros hogares. Esta actividad nos sirvió mucho durante el invierno ya que teníamos que comprar comida, materiales para calefacción y otros insumos”.
En 2023 la OIM brindó oportunidades de efectivo a cambio de trabajo a 2.652 personas. Las iniciativas son diseñadas para facilitar la recuperación comunitaria e incluyen actividades tales como la remoción de escombros, la limpieza y la rehabilitación de caminos y otras instalaciones públicas.
Vales de dinero en efectivo: una cuerda salvavidas
Mahmood realizó un viaje similar. En 2011 perdió su negocio de granja en la campiña norteña de Hama y anduvo de un lugar a otro, antes de asentarse finalmente en un campamento cercano a la frontera turca. “El miedo a ser desplazados nuevamente nunca nos abandonaba y luego ocurrió una horrible tragedia”.
Mahmood se encontraba en su lugar de trabajo cuando el terremoto comenzó. Intentando hacer contacto con su familia por horas, eventualmente se enteró de que sus dos hijas, su madre y su hermano habían perecido bajo los escombros. Su hermano, de profesión farmacéutico, lo había apoyado con sus gastos diarios. “Después de su pérdida, luchamos incluso más para cubrir nuestras necesidades”.
Mahmood se benefició con un programa de vales electrónicos auspiciado por la OIM a través del cual las personas que recibían los vales podían comprar artículos de proveedores especialmente seleccionados. “Pudimos comprar una buena cantidad de alimentos y elementos de limpieza con 75 dólares EE.UU. que nos dieron. Nos quitó una pesada carga de nuestros hombros”.
Ahmed benefició del programa. Poco a poco empezó a reconstruir su vida con un nuevo empleo en construcción. En el pasado había tenido que pedir comida a sus vecinos debido a que lo había perdido todo en los terremotos.
Mahmood y Ahmed fueron dos de los 13.000 sirios que se beneficiaron con las rondas de distribución de vales electrónicos en 2023. En total hubo unas ocho rondas ese año.
Soñando con la paz
Un año después de los terremotos la OIM se está enfocando en la tarea de apoyar la recuperación a largo plazo.
“Nuestros programas han sido diseñados para abordar las necesidades inmediatas y fortalecer la resiliencia, a la par que empoderan a las personas con las herramientas necesarias para poder recomenzar sus vidas”, explica Lance Bonneau, Encargado de la Sub Oficina de la OIM en Gaziantep, desde donde la OIM ha brindado asistencia transfronteriza a la zona noroeste de Siria desde 2014. “El apoyo sostenido de parte de la comunidad internacional es sumamente importante”.
Si bien muchas personas han recibido efectivo y asistencia para medios de subsistencia el año pasado, sigue habiendo muchas necesidades. Y la escasez de fondos pone en peligro las cada vez peores condiciones de vida de las personas.
“Hay muchas familias que necesitan todavía mucho apoyo para poder sobrevivir”, dijo Ahmed.
Otros, como Abeer, esperan poder ahorrar dinero para poder regresar a sus hogares: “Espero que tanto yo como mis familiares podamos encontrar un trabajo estable para poder, eventualmente, reparar nuestra vivienda”, dice.
Las consecuencias de los terremotos siguen sintiéndose y los conflictos recrudecen. No se sabe a ciencia cierta cuándo terminarán. Los sirios sueñan con la paz más que con cualquier otra cosa.
Como dice Mahmoud: “Lo que más anhelamos es dignidad y libertad. Queremos retomar nuestras vidas y regresar a los trabajos que teníamos antes de que ocurrieran los terremotos y la guerra”.
Los programas de recuperación temprana, medios de subsistencia y seguridad alimentaria de la OIM en la zona noroeste de Siria son financiados por los Gobiernos de Francia y Alemania y por el Fondo Humanitario Transfronterizo de Siria.
Historia escrita por Miko Alazas, Oficial de Prensa de la OIM Türkiye