Un espejo de transformación: el viaje de Amparo hacia el empoderamiento

Valencia, 9 de Octubre de 2023 – “Cuando me miraba en el espejo, odiaba lo que veía”, dice Amparo de 58 años. Originaria de Colombia, quien ahora vive en Valencia, España, junto a su hija, su yerno y tres nietos.

“Cuando me miraba a mí misma, todos esos recuerdos difíciles de mi infancia regresaban. Y me arrojaban a un pozo depresivo. Uno empieza a sentir que nadie ni nada podrá salvarte y que ya no queda nada para ti”.

Ocho meses atrás ella estaba esperando en la puerta de la Asociación Por ti Mujer y una amiga le sugirió que entrara y preguntara por la Dra. Silvia.

“Ese día mi vida cambió completamente”, relata Amparo.

Hace ocho años, enredada en una relación de 12 años y con una hija de seis, tomó la difícil decisión de liberarse.

“Fueron años de gran vulnerabilidad en los que me sentí increíblemente frágil”, recuerda. “Podía quedarme con él, marchitándome día a día a su lado, o bien irme y luchar por mi vida y la vida de mi hija”.

Para ese entonces Amparo ya había pedido ayuda, pero lo único que encontró fue rechazo, sintiendo que la ridiculizaban. Marcada por las heridas infligidas al haber confiado en la persona amada, eventualmente reunió el valor necesario para denunciar los abusos.

“Me echaban la culpa a mí por mis acciones”, cuenta. “Decían que seguramente yo había hecho algo para provocarlo”.

Con la resiliencia que ahora lleva a definirla, Amparo siguió criando a su hija como madre soltera. Realizó varios trabajos, entre ellos como camarera y cocinera, aprovechando cada oportunidad que se le presentaba. Estos esfuerzos eventualmente la llevaron a migrar a Venezuela en donde otros miembros de su familia la estaban esperando.

Siguieron nueve años de felicidad y prosperidad en los que pudieron disfrutar de un pequeño negocio de cría de ganado y un restaurante, hasta que la situación socio-económica del país se deterioró. 

“Atravesamos una mala racha y lo perdimos todo. Mi yerno fue secuestrado a cambio de una recompensa y tuvimos que vender todo”.

Amparo se vio forzada a retornar a Colombia en donde la vida siguió siendo igual de complicada.

“En mi país, después de los 40 las oportunidades laborales son más escasas, sobre todo para las mujeres. Sentíamos que nos descartaban”, dijo.

Si bien finalmente consiguió un empleo cuidando a adultos mayores en un geriátrico, no era un trabajo estable y muy pronto se encontró nuevamente desempleada.

Este no fue el único revés que sufrió: su hija y sus nietos se estaban mudando a España.

“Me hundí en una gran soledad y tristeza y sentía que todos me estaban abandonando. Nunca habíamos estado separados hasta ese momento”, recuerda.

Sin trabajo, decidió regresar a la casa de sus padres, viviendo allí junto a otros parientes. Amparo al poco tiempo se convirtió en cuidadora a tiempo completo.

“Ni siquiera podía ir a caminar por el parque, me lo reprochaban. Yo tenía que estar a su completa disposición. Toda la responsabilidad recaía en mí”, dice.

A pesar de su tenacidad, Amparo se sentía atrapada. “Empecé a sentirme exhausta y deprimida, sentía que no me valoraban. Si bien estaba rodeada de gente sentía una gran soledad. Mi mundo se reducía día a día y empecé a sentirme verdaderamente mal”.

Desde Valencia, España, a más de 8.400 km de distancia, la hija de Amparo le tiró una cuerda salvavidas pues le propuso irse a vivir allá con ellos.

 “Yo estaba tan desesperada que no tuve más opción que la de irme”, recuerda. Una decisión que algunos miembros de su familia objetaron. Esas personas dejaron de hablarle. Una semana después de haber llegado a España la madre de Amparo falleció, lo cual agravó el sentimiento de culpa que tenía por haber emigrado.

En medio de las contrariedades que tuvo que enfrentar a su llegada a España, como la discriminación racial, y la depresión abrumadora que la seguía persiguiendo, Amparo no estaba dispuesta a que nadie la invadiera. Sin embargo, un par de días tras su llegada, decidió seguir el consejo de una amiga y buscar ayuda.

Tras una evaluación preliminar el equipo de profesionales de la asociación “Por ti mujer” invitó a Amparo a unirse al Proyecto Entretejidas. Esta iniciativa apoyada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en España, brinda un espacio seguro para mujeres como Amparo que necesitan apoyo psicosocial y de salud mental. Desde el lanzamiento del proyecto este año, unas 40 mujeres pudieron participar en talleres de ayuda psicosocial y 35 recibieron apoyo de salud mental adaptado a sus necesidades.

“Muy pronto empecé a sentirme escuchada y valorada”, cuenta. “No sé dónde estaría hoy si no fuera por este grupo de apoyo”.

“Amparo sigue siendo Amparo pero es una Amparo que camina con libertad, con confianza y sin temor”, explica. “Incluso en este momento, me pongo emotiva al recordar los difíciles momentos que tuve que vivir, pero luego recuerdo que he logrado vencer tantas cosas. Entonces ya no tengo más miedo de mirarme al espejo ni tampoco temo recordar el pasado”.

Amparo sabe muy bien que aún le queda un largo camino a recorrer en su nuevo viaje en España. Pero ya ha podido superar el primer obstáculo y logró conseguir un empleo como cuidadora.

“En mi primer día de trabajo, la mujer a la cual se suponía que yo debía cuidar dijo que no quería que una mujer de color la cuidara”, cuenta Amparo, intentando refrenar la risa.

“La Amparo de antes tal vez hubiera llorado ante semejante situación, pero gracias al apoyo recibido, terminé riéndome”.

Esta historia fue escrita por Jesús Diaz, Oficial de Proyecto y Comunicaciones en la OIM España.

El apoyo de la OIM para la asociación de personas migrantes ‘Entretejidas’ es posible gracias al apoyo del Ministerio de Inclusión Social, Seguridad Social y Migración de España.