Budapest, 12 de diciembre de 2022 – “La gente de circo es así, tienen espíritu de equipo. Eso es lo que les permite seguir: la unidad”, explica Ancsa. “En el pasado, viajar en una caravana era un estilo de vida para los artistas circenses y no tenían más opción que la de apoyarse mutuamente”.
Ancsa Schneller Konyot maneja las relaciones internacionales del Capital Circus de Budapest. Ha estado ayudando muy activamente a los artistas y estudiantes de circo de Ucrania que han tenido que abandonar sus hogares.
Cuando la guerra estalló en ese país, y parecía que la Academia de Circo de Ucrania estaba en peligro, Kristian Kristof, reconocido empresario, artista y malabarista de Hungría intervino de inmediato para sacar a los estudiantes de la situación de peligro en la que se encontraban y para que pudieran seguir capacitándose.
“En medio de la oscuridad de la noche y sin pensarlo demasiado los sacamos”, recuerda Ancsa, “se subieron al autobús y se fueron a Hungría. Los profesores nos enviaron fotos y nombres para que pudiéramos reconocerlos la noche que llegaran a la frontera”.
En semanas, más de un centenar de estudiantes, padres, acompañantes adultos y profesores de artes acrobáticas de Kyiv y Kharkiv encontraron un nuevo hogar en Budapest. Peter Fekete, Director General del Capital Circus de Budapest, no dudó ni un instante e inmediatamente les entregó comida y les facilitó un espacio en donde los profesores y los alumnos pudieran entrenar”, dice Ancsa.
El estudiante más joven tiene cinco años y el mayor unos 19 o 20. “No había muchos chicos mayores de edad porque a esos ya no se les permite irse de Ucrania”, relata Ancsa. “En este tiempo algunas mujeres han regresado porque no podían soportar la idea de haber dejado allá a sus esposos e hijos que debían ir a luchar”.
Svetlana Momot, Directora del Kharkiv Circus Studio, quien acompañó al grupo el 8 de marzo, se convirtió desde aquel momento en custodia de varios menores en Hungría. Con años de experiencia en su haber, ha capacitado a cientos de artistas circenses y bailarines. Su semblante marcado por la compostura no es más que un reflejo de su ilimitada fortaleza, resiliencia y el gran profesionalismo que ha logrado desarrollar a lo largo de sus años de carrera.
La Academia de Circo de Kyiv y Kharkiv y el Instituto de Capacitación de Artistas se cuentan entre los mejores del mundo. Doce personas se encargan en este momento de las actividades cotidianas: los profesores de arte que implementan los programas de capacitación, y los padres que han puesto sobre sus espaldas la realización de otras tareas las cuales incluyen trabajo administrativo. Quieren brindarles a los estudiantes las mejores condiciones para que puedan estudiar, practicar, ensayar, crear y llevar una vida lo más normal posible.
“Estas mujeres son impresionantes y sorprendentemente fuertes”, dice Ancsa. “Cuando llegaron a Budapest, su país estaba siendo bombardeado pero lo mismo se levantaron, se vistieron, se maquillaron, se peinaron y se organizaron rápidamente para dividirse las tareas”, agrega.
Desde aquel momento, han preparado y actuado en varios shows. Svetlana relata con orgullo que incluso han recibido una invitación de la Princesa de Mónaco para actuar en un show organizado en apoyo a Ucrania en el Teatro Princesa Grace en Montecarlo. Obviamente el grupo celebró tal invitación con una pirueta, parándose con la cabeza hacia abajo.
“Mi escuela en Kharkiv sigue funcionando, acaba de celebrar su 24° aniversario”, cuenta Svetlana. “Mi hijo Zsenya, de 24 años, es trapecista. Se quedó en Kharkiv junto a mi marido para proteger a nuestro país y a nuestra escuela; junto con otros tres capacitadores que siguen dictando el programa de capacitación para los 30 menores que se quedaron en Ucrania”.
Svetlana incluso ha desarrollado un programa especial de capacitación para ayudar a que los niños puedan vencer los efectos traumáticos de la actual guerra. “Actuar es una especie de terapia para ellos. Siempre los ayuda a tener algo en qué apoyarse y a ellos lo que les sirvió de soporte han sido las acrobacias”.
Las dos hermanas, Anna de 16 años, y Mariana de 14, son estudiantes del Kharkiv Circus Studio y actualmente siguen sus estudios en Budapest. Junto a otros estudiantes de Ucrania y de Hungría, capacitándose estudian acrobacia, gimnasia aérea, pantomima, danza, malabarismo e historia del circo en el Imre Baross Artist Training Institute (BIAK).
Acostumbrados a la disciplina que cualquier práctica deportiva demanda, Svetlana cree que los y las estudiantes están en mejores condiciones para lidiar con la situación que les toca vivir en comparación con otras personas. “Son chicos y chicas fuertes, que saben muy bien cómo se debe trabajar en equipo”.
“El problema es que siempre queremos mostrar nuestras habilidades, pero no sabemos cómo pedir ayuda”, explica Ancsa. Después de cierto tiempo, se vuelve difícil y agotador. Por eso es que terminamos uniéndonos a la OIM que nos han brindado su excelente respuesta y gran apoyo”.
La OIM apoya activamente al Capital Circus de Budapest en su tarea de asistir a quienes han debido huir de Ucrania. La Organización cubre las necesidades de alojamiento del grupo, apoya la educación primaria y secundaria, actividades de capacitación en el interior y al aire libre, y ofrece apoyo ad-hoc para asistencia médica y váuchers de alimentos.
“Durante las reuniones, a veces las mujeres terminan llorando, y a nosotros también nos pasa lo mismo, pero luego seguimos trabajando. Esta actitud de nunca tirar la toalla me ha impactado muy profundamente, ese es el nivel en el que quiero estar”.
La OIM brindr apoyo al Capital Circus de Budapest gracias al generoso apoyo del Fondo de Respuesta Rápida Suiza-Europa.
Esta historia fue escrita por Anna Gergely, Oficial de Prensa de la OIM Hungría, agergely@iom.int.
Si usted estuviera interesado en hacer una donación para los esfuerzos de socorro para Ucrania por favor tenga a bien visitar la página de recaudación de fondos de la OIM.
El Día Internacional del Migrante (18 de diciembre) es el día designado por las Naciones Unidas a fin de concientizar acerca de los desafíos y las oportunidades presentadas por la migración mundial en todas sus formas, para defender el respeto a los derechos de los migrantes y para incentivar a la comunidad internacional para que trabaje en conjunto para garantizar que la migración sea gestionada de manera segura, ordenada y digna.