Cox’s Bazar – “El incendio fue tan intenso que nadie logró apagarlo. Todo quedó reducido a cenizas”, recordó Shofiqul Islam, voluntario rohingya que trabaja en el Centro Cultural para la Memoria Rohingya junto a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Todos sus libros de origami y su arte en papel fueron destruidos por el incendio.
Shofiqul es uno de los cerca de 48.000 refugiados rohingya en Cox’s Bazar, Bangladesh, que se vieron desplazados nuevamente debido a un incendio masivo que arrasó los campamentos el 22 de marzo de 2021.
Según consta, los esfuerzos para extinguir las llamas se vieron obstaculizados por los fuertes vientos y la causa de origen del incendio sigue siendo desconocida.
El año 2021 marca el cuarto año desde que los hombres, mujeres, y menores rohingya en estado de vulnerabilidad se vieron forzados a huir de la persecución violenta en su Estado nativo de Rakhine en Myanmar. Cerca de 900.000 refugiados residen ahora en 34 campamentos designados por el Gobierno de Bangladesh en las Upazilas de Ukhiya y Teknafen el Distrito de Cox’s Bazar.
Los cuatro campamentos afectados por el incendio se encontraban extremadamente congestionados ya que los refugiados se habían asentado allí por cuenta propia muy temprano en la respuesta e incluso mucho antes del influjo de 2017. Habiendo el fuego destruido totalmente el Campamento 9, el mismo deberá ser rediseñado completamente en coordinación con la comunidad y el gobierno, a fin de garantizar la seguridad de todos.
Tres de los 34 campamentos se vieron afectados, incluyendo el Campamento 9 que se convirtió en cenizas en cuestión de horas. En este campamento, más de 1.600 instalaciones sufrieron daños, incluyéndose centros de salud, espacios amigables para las mujeres, puntos de distribución de alimentos, mercados y oficinas. Desde el inicio la OIM redirigió sus esfuerzos para asistir a quienes se vieron afectados por el fuego para mitigar su impacto por medio del rápido despliegue de personal y de recursos.
Una vez que el incendio logró ser apagado, el equipo hizo una rápida evaluación del área para elaborar un mapeo de los daños y necesidades. Inmediatamente después la OIM desplegó ambulancias, equipos médicos móviles, y personal de apoyo psicosocial y de salud mental. Los equipos establecieron un puesto sanitario de emergencia en lugar del Centro de Salud Primaria 24/7 de la OIM que funcionaba en el Campamento 9 y que fuera destruido por el incendio.
Se enviaron equipos de protección para abordar los casos de violencia basada en género y de menores perdidos o desaparecidos, y para asegurar que todas las mujeres y las jóvenes tuvieran acceso a kits para el manejo de la higiene menstrual. Se distribuyeron tapabocas, máscaras y kits de higiene, y algunas de las instalaciones de higiene fueron rápidamente rehabilitadas.
Aproximadamente 10.000 albergues fueron arrasados en cuestión de horas. La OIM, con el apoyo de sus asociados, se apresuró a distribuir albergues y artículos esenciales de socorro a todas las personas afectadas. Estas familias están actualmente durmiendo en albergues de emergencia, pero la comunidad humanitaria está trabajando a fin de asegurar que todos tengan acceso a un albergue menos precario en las próximas semanas.
“Con la inminente llegada de las temporadas de monzones y ciclones, el impacto del incendio plantea desafíos que deben ser atendidos de inmediato”, declaró Manuel Marques Pereira, Jefe de Misión Adjunto de la OIM en Bangladesh.
“Sin embargo, la OIM promueve la continuación de la asistencia integral humanitaria para los refugiados en todos los campamentos”, agregó.
.
Como parte de las medidas para la prevención y mitigación de incendios, la OIM y sus asociados, incluyendo el Servicio de Incendios y Defensa Civil de Bangladesh, seguirán llevando a cabo simulacros de incendio y sesiones de capacitación para voluntarios de los campamentos de refugiados y comunidades de acogida sobre cómo manejar incendios.
Hasta la fecha, un total de 1.800 voluntarios rohingya de la Unidad de Gestión de Desastres (DMU) han sido capacitados en Seguridad contra Incendios, Búsqueda y Rescate, y Primeros Auxilios Básicos (100 en cada campamento bajo el Área de Responsabilidad de la OIM).
Cuando el incendio comenzó, los voluntarios rohingya fueron los primeros en responder, ayudando a llevar a las personas hacia condiciones de seguridad, brindando apoyo a los esfuerzos para la respuesta ante los incendios y trabajando durante toda la noche para apoyar los esfuerzos para brindar asistencia.
“Yo corrí para apagar las llamas cuando el fuego se apoderó de los campamentos”, recordó Mohammad Ali, un bombero voluntario rohingya perteneciente a la DMU. “Mientras estábamos apagándolo, el fuego envolvió el otro lado del campamento. Cuando nuestros matafuegos se terminaron nos fuimos rápidamente a nuestras casas. No pudimos llevarnos ninguna de nuestras pertenencias. Tan solo tomamos a nuestros hijos y corrimos”.
Los voluntarios rohingya han demostrado una vez más que son vitales para las operaciones en campamento por medio de su participación en diferentes actividades de Trabajo a cambio de Dinero. Ayudaron a limpiar los escombros y asegurar una buena coordinación entre los refugiados, las autoridades, las comunidades locales y los asociados.
Estas actividades les dan a los refugiados un espacio para poder expresar sus opiniones y los medios para poder sostener a sus familias. También permiten que se sientan valorados e incluidos, y ayuda a fortalecer la transparencia del sistema humanitario respecto de la población afectada.
Desde que huyeron de Myanmar, algunos refugiados han declarado su deseo de retornar, pero solamente cuando haya seguridad y cuando se haya garantizado su acceso a los servicios y derechos básicos además de un camino a la ciudadanía en ese lugar.
Las agencias de la ONU seguirán promoviendo junto a los gobiernos la creación de un ambiente que conduzca a su retorno voluntario, seguro, digno y sostenible, lo más pronto posible.
Mientras siguen trabajando juntos para que esto se convierta en una realidad, bajo el liderazgo del Gobierno de Bangladesh, los asociados humanitarios y en el desarrollo continuarán paliando las necesidades vitales tanto de los refugiados rohingya en Bangladesh como de las comunidades de acogida.
La OIM se apoya en sus asociados para recaudar fondos para el Plan de Respuesta Conjunta 2021 (JRP) para la Crisis Humanitaria Rohingya y unos 20 millones de dólares más para responder a las necesidades más urgentes de quienes se vieron afectados por el incendio además de una recuperación y rehabilitación a mediano plazo.
La rápida respuesta de la OIM ha sido posible gracias a la contribución del Fondo Central de Respuesta a Emergencias de las Naciones Unidas (CERF), de la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas (ECHO), y del Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio de Australia (DFAT).
Para más información, por favor contacte con:
En Cox’s Bazar: Mónica Chiriac, Tel: +880 18 8009 4048, E-mail: mchiriac@iom.int
En Bangkok: Itayi Viriri, Tel: +66 65 939 0934, E-mail: iviriri@iom.int
En Ginebra: Angela Wells, Tel: +41 79 403 5365, E-mail: awells@iom.int