Kigali – En numerosos puntos de tránsito importante y de convergencia comercial, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) está intentando fomentar la participación de los migrantes en actividades de concientización relacionadas con las medidas necesarias para prevenir la COVID-19. Esta tarea se realiza difundiendo mensajes sobre los riesgos de la COVID-19 –utilizando medios como la radio– a través de los cuales se pretende llegar a las comunidades.
Se ha lanzado una campaña de difusión de información en la parte occidental del país, por medio de la cual se ha podido llegar a más de 1 millón de personas hasta la fecha. Esto ocurrió mientras muchas personas se encontraban viajando hacia las escuelas o hacia los comercios, o para unirse a sus familias con motivo de la estación festiva.
La campaña de concientización se focalizó en mercados y estaciones de autobuses, ya que son lugares susceptibles de ser foco de transmisión y propagación de la COVID-19 durante la estación festiva, sobre todo por el incremento de la actividad comercial y del tránsito de personas. A fin de asegurar que los mensajes llegaran hasta las comunidades a las cuales estaban dirigidos, la campaña se focalizó en el uso de estaciones de radio populares, posters, y líderes de opinión en Rubavu, Karonge y Musanze.
La estación de autobuses de Musanze, una de las estaciones a las cuales apunta esta campaña, recibe al menos 20.000 pasajeros por día, los cuales viajan rumbo a diferentes destinos.
A través del programa interactivo de radio que se transmite en vivo, los oyentes tuvieron la posibilidad de llamar y recibir respuestas a sus preguntas.
Una de las oyentes, que se dedica a la venta de vegetales en el Mercado Principal de Gisenyi y que dijo llamarse Agnes, señaló: “Esta estación de radio, al repetir constantemente el mismo mensaje, siempre me recuerda que lleve la mascarilla y lave mis manos frecuentemente”.
Joseline, quien visita con mucha frecuencia la última parada puesto que allí compra tomates para revenderlos en su aldea en Kaningi, reafirma la importancia que tiene para ella misma y para su familia el hecho de adherir a las medidas de prevención. “Mi familia depende de mí, no puedo darme el lujo de contagiarme el coronavirus porque nadie se ocupará de mis hijos, por lo que me tomo muy en serio todos estos mensajes relacionados con la COVID”.
El mensaje también apuntó a los menores en edad escolar, propietarios de negocios, vendedores y choferes de autobuses, a través de posters de campaña que fueron entregados en las escuelas locales.
“Es importante que estos posters sean exhibidos en las aulas, porque, cuantos más estudiantes vean el mensaje, mayor es la posibilidad de que ese mensaje quede grabado en sus memorias. La prevención se convierte luego en un estilo de vida, incluso cuando regresan a sus casas tras la escuela”, dijo el director de la Ecole Secondaire Isamique de Gisenyi, perteneciente a la Comunidad Musulmana de Ruanda.
“Desde que la pandemia de coronavirus comenzó, nos turnamos para venir y vender aquí para que el lugar no se llene tanto de gente. La cantidad de clientes ha menguado mucho, pero debemos atenernos a las reglas”, dijo Abizera de 63 años, que se dedica a la venta de calzado en el centro Kaningi.
La campaña es posible gracias a la financiación del Gobierno de Japón como parte de la respuesta ante la COVID-19, y está siendo implementada en partenariado con una organización local de medios, Easy and Possible, la cual opera la Radio Isana en los mercados y en las estaciones de autobuses.
Gracias a los fondos donados por la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) de los Estados Unidos, la OIM también está construyendo 66 puntos permanentes de lavado de manos para escuelas en los campamentos de refugiados en Mahama, Gihembe y Nyabisheke. Se espera que estos puntos para el lavado de manos beneficien a más de 25.000 estudiantes y docentes.
Para frenar la propagación de la COVID-19 en los campamentos de refugiados, al menos unas 120.000 mascarillas lavables han sido distrubuidas entre los refugiados, y de ellas unas 20.000 fueron confeccionadas por un grupo de mujeres del campamento de refugiados de Mahama para paliar la pérdida de ingresos al tiempo que la pandemia sigue en expansión.
Para más información, por favor contacte con la Unidad de Información Pública de la OIM Ruanda en pir@iom.int.