“Le dispararon en la cabeza, pienso que fue a poca distancia. Una situación semejante es sin duda una gran amenaza”, dice Edward Nayebare mientras llora recordando la noche en que traficantes de oro armados de la República Democrática del Congo (RDC) mataron a cuatro de sus colegas en el puesto fronterizo en Uganda.

“Luego de una alerta de parte de uno de los Pescadores, mi colega fue a verificar lo que estaba ocurriendo. Pero nunca regresó. Lo [mataron]”, dice Nayebare, de 29 años, oficial de inmigración en Ntoroko, en el extremo sur del Lago Alberto, al oeste de Uganda.

Loyce Amanio, otro oficial de inmigración de Elegu en la frontera porosa de Uganda con Sudán del Sur, dice que muchos delincuentes pueden ingresar al país con total libertad. “Están armados, de modo tal que es necesario ser sumamente profesional en la manera de trabajar”.

Los ataques de parte de bandas armadas son solamente uno de los numerosos desafíos que los oficiales como Nayebare y Amanio deben enfrentar. Sus tareas cotidianas prestando servicios a las comunidades de frontera y ocupándose de numerosos puntos irregulares de cruce fronterizo requieren de mejores capacidades, equipamiento e instalaciones para brindar seguridad a cientos de kilómetros de la frontera de Uganda.

Si bien el país está sujeto a confinamiento, se encuentra en la ribera del agitado Lago Victoria. Recientemente, Nayebare, Amanio y otros nueve oficiales de inmigración se unieron a sesiones especiales de capacitación que les servirán para patrullar aguas abiertas en lagos y ríos.

“Estamos aquí para recibir capacitación marítima especializada que nos ayudará a prestar un mejor servicio”, dice emocionado Amanio. 

Loyce Amanio aprende los aspectos más sutiles durante la capacitación sobre atraque de embarcaciones. Los oficiales de inmigración son capacitados para que puedan conducir embarcaciones y para perfeccionar su precisión en el atraque de las mismas.  Foto: OIM/Innocent Vuga

Su capacitación es parte de un proyecto llevado adelante por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Uganda, el cual es financiado por el Gobierno de Japón e implementado conjuntamente por la OIM y por el Directorio de Ciudadanía y Control de la Inmigración de Uganda (DCIC). El proyecto procura mejorar el marco legal y los procedimientos para la migración regular, a la par que se abordan los desafíos de la migración irregular a través del mejoramiento de las capacidades marítimas.

Esta reciente sesión de capacitación marítima ha tenido como objetivo brindarles a los oficiales de inmigración capacidades para el mejoramiento de la gestión de fronteras, detectar y luchar contra la trata de personas y otros delitos transnacionales.

“Tenemos que capacitar al equipo para refrenar la trata de personas y otros desafíos relacionados con la seguridad marítima”, dice el capacitador principal, el Capitán Daniel Kayihura, de las milicias de Uganda.

Mientras se adentra en las aguas junto a sus alumnos, el Capitán Kayihura les enseña acerca de derecho marítimo internacional y luego, durante más de una hora, los instruye acerca de técnicas de supervivencia en el agua antes de pasar a lecciones acerca de cómo conducir una embarcación.

La embarcación motorizada de capacitación Usalama – que en Swahili significa “seguridad”– puede transportar a seis personas y está equipada con un radio de muy alta frecuencia (VHF) y un sistema de comando computarizado para navegación. La OIM lo adquirió para el DCIC en el marco del proyecto.

Además de natación y de manejo de embarcaciones, a los oficiales en esta segunda fase de la capacitación se les ha enseñado técnicas de rescate e intercepción en el agua, reparación y mantenimiento de embarcaciones, mapeo y uso de  GPS, y sistemas de radares de embarcaciones. Su primera capacitación en marzo de 2021 comprendió derecho militar, natación básica y capacidades de liderazgo.

Edward Nayebare, quien trabaja en el puesto fronterizo de Ntoroko, recibe instrucción acerca de cómo atracar una embarcación. Foto: OIM/Innocent Vuga

“Todo va bien. Nadar en aguas abiertas es fantástico, también conducir las embarcaciones, trazar las coordenadas de las cartas de navegación; todo está en marcha y todo anda bien ahora”, dice Amanio.

Nayebare se siente también muy entusiasmado con la capacitación, mencionando que ya puede trazar coordenadas en una carta de navegación.

“Sirven para que poder desplazarse a lo largo de grandes distancias, de una manera bien planificada, y al mismo tiempo realizar tareas de patrullaje”, dice. “Puedo ahora operar una embarcación a motor sin problema y detectar si hay fallas en el motor, medir la profundidad del agua y su fuerza, usar el radar para localizar obstáculos a la navegación y mucho más”.

Charles Obwatum, el Sub Comandante de la Academia de Capacitación en Inmigración creada por la OIM en 2017 con fondos aportados por Japón, es optimista acerca de que la capacitación ayudará a Uganda a gestionar adecuadamente los desafíos que le plantean sus fronteras.

“La cuestión del tráfico, el problema de la trata a través de las aguas… esta capacitación reviste una importancia [crítica] para nosotros y para el Directorio de Ciudadanía y Control de la Inmigración”, señala. 

De acuerdo con el Informe Anual sobre Delincuencia 2020 de la Fuerza Policial de Uganda, más de 600 personas han sido víctimas del delito de Trata de Personas. De ellas, cerca de 497 fueron víctimas de trata transnacional, y los tratantes en su mayoría aprovecharon las fronteras en la zona sudoeste de Uganda para terminar en Tanzania y en Burundi, y de las fronteras en la zona este de Uganda para poder llegar hasta Kenya. Las mujeres jóvenes suelen ser mayormente las principales víctimas del delito de trata.

Olivier Baguma, encargado del Proyecto de Gestión de las Fronteras y de la Inmigración en Uganda, señala que las sesiones especializadas de capacitación marítima claramente ilustran el objetivo de la OIM de contribuir con una migración segura, humana y ordenada- y de mejorar la implementación del Protocolo de Naciones Unidas sobre Trata de Personas y del Protocolo sobre Tráfico de Migrantes. No solamente en Uganda, sino en todo el planeta, las fronteras seguras crean un ambiente propicio para ayudar a los migrantes tanto voluntarios como involuntarios.

Con fondos aportados por Japón y otros donantes, en particular por el Gobierno de los Estados Unidos de América, la OIM ha apoyado de manera consistente al Gobierno de Uganda en lo atinente a la gestión de fronteras en los últimos siete años. Entre los logros claves puede mencionarse la creación de la Academia de Capacitación en Inmigración, la provisión de vehículos y otros equipamientos, y la capacitación del personal, como así también la instalación de sistemas de información para la gestión de fronteras.

Edward Nayebare controla a su equipo antes de conducirlos a un patrullaje en el Lago  Victoria. Foto: OIM/Innocent Vuga

Para más información o consultas de prensa, por favor contactar con el Oficial de Información Pública de la OIM Uganda, Richard M Kavuma. Correo electrónico:  ugandapiu@iom.int,Tel: +256 312 263 210 / +256 772 709 917.   

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