Puerto Príncipe, 7 de abril de 2022 – “Haití es la tierra donde yo he nacido; he crecido aquí”, dice Duckencia Fleurival. “Un medioambiente bien protegido es el mejor legado que podemos dejarle a las futuras generaciones y por eso quiero estar segura de que podré contribuir con ese objetivo”.

Duckencia es la CEO de Haïplast Recycling, una planta de reciclaje en Haití, que es el tercer país más afectado por desastres y el cambio climático. Es un país tristemente famoso por el devastador terremoto de 2010 que se llevó miles de vidas y desplazó a millones de personas. Desde ese momento siguieron otros desastres, entre ellos huracanes y otros terremotos.

Hoy los riesgos siguen siendo altos en la zona metropolitana de Puerto Príncipe.

El país ha padecido desastres de inicio repentinos como huracanes y tormentas tropicales, inundaciones y sequías, pero también otros de inicio lento como la deforestación y la amplia degradación del suelo y de tierras cultivables.

De acuerdo con información del Banco Mundial, un 78% de las áreas edificadas han estado expuestas a un alto riesgo sísmico mientras la ciudad sigue creciendo a ritmo acelerado en zonas proclives a los peligros. La tasa de urbanización en el país aumentó de 29% en 1990 a 57% en 2014 y según diversas proyecciones llegará al 76% en 2050, lo cual representa uno de los aumentos más acelerados en todo el mundo; y a medida que esa tasa aumenta, también aumenta el nivel de desechos plásticos.

“He sido testigo, con mis propios ojos, de la evolución de los patrones de consumo en Haití, sobre todo el uso masivo de envases de plásticos y sus consecuencias sobre el medio ambiente”, señala Duckencia.

La OIM y sus asociados planean desarrollar un tipo de material de construcción fabricado con desechos plásticos que será usado para la construcción de casas resilientes a los desastres. Foto: OIM /Wendy Desert

Muchas de las cuencas del país se han degradado por la ausencia de políticas para el manejo de desechos, lo cual ocasiona frecuentes inundaciones que afectan la infraestructura agrícola río abajo y erosiona los terrenos. El desplazamiento extendido posterior ha llevado a una crisis total en Haití.

Muchas de las personas que están viviendo en condiciones tan precarias tienen que enfrentar otros desafíos como por ejemplo las prácticas de urbanización poco seguras, el uso inadecuado de los recursos naturales y la falta de políticas para el manejo de los desechos, todo lo cual no hace sino aumentar sus vulnerabilidades.

A pesar de su gran prevalencia, el plástico y su impacto sobre la salud de las personas siguen siendo relativamente desconocidos para muchas personas. Una vez que los micro plásticos ingresan al medioambiente, contaminan las cadenas de alimentos y el suministro de agua.

Los micro plásticos ingresan al organismo humano por exposición directa, ya sea por medio de su ingestión o inhalación y esto puede tener un fuerte impacto sobre nuestra salud y ocasionar diversas dolencias. Es necesario investigar su uso y el impacto que puede tener el plástico sobre la salud humana para poder comprender mejor las medidas que deberíamos tomar para reducir las amenazas a la salud.

Estas circunstancias han llevado no solamente a una mayor vulnerabilidad a los desastres y problemas de salud sino que además representan factores que impulsan la migración desde Haití. Muchas personas ya no pueden mantenerse en el lugar en el que se encuentran y caen cada vez más en situación de pobreza, lo cual aumenta su nivel de vulnerabilidad, en especial cuando no pueden acceder a empleos o a servicios básicos como los de cuidados de la salud y educación.

Cuando las personas han sido desplazadas a causa de desastres, son más proclives a migrar a la búsqueda de seguridad y de una vida mejor. Foto: OIM /Wendy Desert

En Haití no hay sistemas para el manejo de desechos o si los hay son ineficaces o no hay fondos para mantenerlos adecuadamente. A menudo la estrategia para el manejo de los desechos plásticos consiste en descartar el plástico directamente en los canales que desembocan en el océano o bien se lo quema en la zona metropolitana de Puerto Príncipe. 

Se necesitan cuanto antes programas adecuados para el manejo de los desechos, para poder contribuir con una mejor salud pública a través de la reducción de desechos inútiles, los cuales dañan el medio ambiente y tienen un impacto negativo sobre la salud.

"El mercado mundial de materiales reciclados ha estado con mucha turbulencia en los últimos diez años”, señala Duckencia. "Al mismo tiempo, la situación sociopolítica de Haití ha seguido deteriorándose. Mi mayor orgullo ha sido poder mantener activa y confiable a esta compañía a pesar de los numerosos desafíos que el país ha tenido que enfrentar”.

Además de exponer al país a riesgos sanitarios cada vez mayores, Haití está perdiendo la oportunidad de transformar en materiales de bajo costo la gran cantidad de material plástico que sigue acumulando. Esto podría llegar a tener un valor agregado enorme puesto que el reciclaje sirve para crear puestos de trabajo, y eso a su vez puede ser un motivo para que las personas no abandonen el país.

Teniendo eso presente la OIM ha implementado un estudio de investigación de seis meses relacionado con las estrategias para el manejo de los desechos plásticos en Haití y también sobre el mercado de la construcción. El estudio ha incluido un análisis económico, técnico, sensible al género y sociocultural, con el propósito de identificar potenciales desafíos y poder sugerir soluciones más contundentes para el manejo de desechos para superar tales desafíos. El estudio también analizó la factibilidad del desarrollo de un modelo de economía circular para el diseño, la producción y el mercadeo de nuevos materiales de construcción hechos a partir de desechos plásticos reciclados.

La tasa de urbanización de Haití está aumentando a gran ritmo al igual que los desechos plásticos de la ciudad. Foto: OIM /Wendy Desert

“Significó mucho para mí haber podido participar en este estudio”, explica Duckencia. “Me permitió abordar nuevos desafíos e identificar nuevas oportunidades en relación al reciclaje de plásticos, y también en relación a la producción y el mercadeo de nuevos materiales fabricados con desechos plásticos”.

El proyecto de 30 meses de la OIM tiene como objetivo abordar la degradación medioambiental como un factor de empuje de la migración, a través del mejoramiento del acceso a soluciones en materia de viviendas que sean sostenibles y seguras. Esto se logrará usando materiales de construcción nuevos seguros y sostenibles y también a través de un sistema viable de manejo de los desechos plásticos.

Con los materiales de construcción desarrollados recientemente, el Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Comunicaciones (MTPTC) podrá abordar los desafíos en materia de viviendas con mayor eficiencia en Haití y a la vez podrá contribuir con la reducción de riesgos de desastres, fomentando de tal modo la estabilización comunitaria y reduciendo los agentes que impulsan la migración.

Esto en última instancia desarrollará la resiliencia de la población contra el cambio climático a través de un modelo de construcción que se puede adoptar y aumentar, y contribuirá a reducir la vulnerabilidad de las comunidades en Haití frente a la degradación medioambiental, los desafíos vinculados a las viviendas, los desastres y el desplazamiento forzoso.

Este proyecto piloto forma parte de la campaña Do The Right Thing (Haz lo correcto)  financiada por el Fondo de Desarrollo de la OIM (IDF) y la misma es implementada con el apoyo del Laboratorio Nacional de Construcción y Obras Públicas de Haití en lo relacionado con la asistencia técnica y la aprobación del material reciclado.

A través de los esfuerzos de su empresa, Duckencia Fleurival espera poder mejorar el sistema de manejo de desechos en su país y contribuir con un futuro más saludable. 
​​​​​​​Foto: OIM /Vincent Theodore, Wait That's Haiti

Esta historia fue escrita por Claire Gaulin, Funcionaria de Programas en la OIM (Asistencia a Migrantes) en Haití.

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