Herat, Afganistán – Lo que alguna vez fuera una comunidad vibrante se ha convertido ahora en una ciudad fantasma, con cientos de familias forzadas a migrar y abandonar sus hogares, tierras, cosechas, ganado y sueños.
La comunidad de Shadi Bera en Herat, Afganistán, compuesta por más de 400 familias, ha dependido durante mucho tiempo de la agricultura como fuente de medios de subsistencia. Sin embargo, las casas de adobe en la comunidad con frecuencia terminaban destruidas por las inundaciones, las cuales se están volviendo más habituales en todo el país a consecuencia del cambio climático.
A pesar de que contribuye mínimamente con las emisiones de carbono en el mundo, Afganistán se encuentra entre los diez países del mundo más afectados por el cambio climático. Desde 2022, el cambio climático ha reemplazado al conflicto como el principal agente impulsor del desplazamiento interno en el país, de acuerdo con los datos difundidos por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En mayo de 2024 intensas precipitaciones provocaron inundaciones en varias provincias de Afganistán, destruyendo más de 4.000 hogares y dejando un saldo de 210 personas fallecidas. Ese mes registró varias de las inundaciones más fatales de la historia reciente del país.
“En primavera tenemos que luchar contra las polvaredas y las inundaciones; en invierno contra la inclemente nieve y el intenso frio”, dijo Fátima, que tiene 26 años y reside en Shadi Bera, y que sueña con trabajar en un hermoso salón algún día. “En una oportunidad tuvimos que dormir sobre nuestro techo por una semana porque toda nuestra casa estaba sumergida y pasamos la noche debajo de una lona impermeable, soportando una lluvia intensa hasta que amaneció”.
Como muchas otras personas, Fátima y su familia no tuvieron más opción que la de irse a la ciudad de Herat, abandonándolo todo en Shadi Bera. “No era posible pronosticar las inundaciones y podían llegar a destruir nuestros hogares en cuestión de minutos. Sentíamos una gran impotencia y temor cada vez que empezaba a llover”, dijo ella.
En los últimos años ha habido muchas más sequías e inundaciones que han impactado sobre más de la mitad de la población de Afganistán. Estos eventos han provocado la falta de suministro de agua, daños a las tierras, desertificación, inseguridad alimentaria, dificultades económicas y desplazamiento.
Afortunadamente la situación ahora es diferente en Shadi Bera.
Tras una evaluación la OIM trabajó con la comunidad local en la construcción de un muro de protección contra inundaciones alrededor de la aldea.
“Con anterioridad había frecuentes inundaciones que destruían mis cosechas. Este año, gracias al muro, nuestra producción de trigo aumentó significativamente en comparación con el año pasado”, dijo Gul, de 70 años e integrante de la comunidad.
El muro de protección contra las inundaciones protegió con singular éxito a la comunidad de Shadi Bera de las fatales inundaciones en mayo de 2024.
La OIM trabaja con comunidades en riesgo para fortalecer el nivel de resiliencia y reducir el impacto de los desastres, empoderando a las comunidades locales para que lideren la construcción de estructuras que las protejan de las inundaciones tales como muros, alcantarillas, diques de verificación, presas, acequias, aliviaderos de crecidas y canales. Estas iniciativas no solamente mitigan los riesgos de desastre sino que también brindan oportunidades temporales de empleo a los miembros de la comunidad.
Shadi Bera ha sido testigo de una transformación notable desde que esta iniciativa comenzó. Las familias han regresado a sus hogares y la economía local va recuperándose lentamente.
“Las inundaciones expulsaron de nuestra comunidad a casi toda la población y la forzaron a migrar”, dijo Abdullah, líder comunitario de 75 años. “Gracias a este muro de protección casi la mitad de la población pudo regresar, y las familias de a poco van reconstruyendo sus vidas. Este muro también le ha dado a nuestra comunidad la confianza necesaria para retomar las actividades agrícolo-ganaderas”.
Desde 2013 la OIM implementó 157 proyectos en 19 provincias de Afganistán, llegando a más de 580.000 personas. Desde 2016 más de 19.650 personas han recibido capacitación sobre resiliencia comunitaria a los desastres, incluyendo sistemas de alerta temprana, primeros auxilios, operaciones de búsqueda y rescate, y capacidades básicas para la construcción.
La construcción del muro de protección contra inundaciones en Shadi Bera fue posible gracias a fondo aportados por el Banco de Desarrollo KfW y el Gobierno de Japón.
Esta historia fue escrita por Mohammad Osman Azizi y editada por Avand Azeez Agha.
Para más información por favor contactar con: mohamazizi@iom.int