Nigeria – En todo Nigeria los serenos paisajes se han convertido en vastas extensiones de agua. Si bien en este país las copiosas lluvias que hacen que los ríos se desborden no son un fenómeno inusual, en particular las inundaciones de este año han provocado un nivel de destrucción que afectó a millones de personas. Las casas, las escuelas y las tierras de cultivo han quedado sumergidas y las comunidades afectadas han tenido que ocuparse de las consecuencias provocadas por la furia de la naturaleza.
Un camino de destrucción
De los 36 Estados que forman Nigeria, 31 han padecido las consecuencias de las inundaciones que han provocado más de 300 víctimas y que han desplazado a 673.000 personas. En todo el país los servicios esenciales se han interrumpido puesto que la infraestructura crucial como caminos, mercados, puentes que conectan a las comunidades, escuelas y casas han sido destruidos por las aguas.
Adicionalmente se estima que las inundaciones han destruido 850.000 toneladas de cosechas equivalentes a comida suficiente como para alimentar a 8,5 millones de personas durante seis meses de acuerdo con una evaluación realizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“Una crisis dentro de otra”
En los Estados de Borno, Adamawa y Yobe, que son algunos de los más afectados, las inundaciones han creado “una crisis dentro de otra”, puesto que decenas de lugares que albergaban a personas desplazadas quedaron sumergidos, forzando a las personas desplazadas internamente hacia patrones de desplazamiento secundarios y con frecuencia, mucho más complejos.
En el Estado de Borno las escuelas públicas y privadas fueron cerradas temporalmente por 2 semanas a mediados de septiembre, mientras el Estado intentaba paliar las consecuencias de las inundaciones.
Además de una mayor inseguridad alimentaria las inundaciones han empeorado los peligros a la salud pública por los brotes y la diseminación del cólera en las comunidades.
Volver a empezar
Mientras el nivel de las aguas va descendiendo en algunas partes del país, la abrumadora tarea de reconstruirlo todo recién empieza. Las familias trabajan incansablemente para salvar sus pertenencias y su determinación no se ve afectada por la magnitud de la tarea que les espera.
Desde el día en que las inundaciones comenzaron, la OIM ha trabajado estrechamente con agencias estatales y federales para la provisión de apoyo técnico y asistencia vital a las personas más afectadas. La OIM rápidamente implementó la Matriz de Seguimiento de Desplazamiento (DTM) para apoyar a las autoridades locales y a los actores humanitarios, entre ellos la Cruz Roja de Nigeria en la compilación de datos en zonas bajas afectadas por las inundaciones.
Estos datos son cruciales para dar forma a la respuesta humanitaria y para el desarrollo de políticas.
Por medio del cluster de Coordinación y Gestión de Campamentos (CCCM) la OIM ayuda a los actores locales en la coordinación y gestión de los esfuerzos integrales de respuesta en las zonas afectadas por las inundaciones, garantizando que los recursos se distribuyan de manera eficiente y que las necesidades de las poblaciones desplazadas se cubran totalmente.
Las inundaciones han exacerbado la crisis habitacional en el país puesto que miles de personas han perdido sus hogares y sus pertenencias más apreciadas.
La OIM ha entregado más de 1,8 millones de dólares EE.UU. a los actores locales por medio del Fondo de Respuesta Rápida para brindar asistencia multi sectorial que incluye albergues, artículos no alimentarios, pero también servicios de protección de base comunitaria para menores y mujeres, de prevención y de respuesta a la violencia basada en género en algunas de las áreas en las que el foco de ha puesto especialmente.
Sin embargo, esta es tan solo la punta del iceberg.
La situación sigue evolucionando. Si bien las aguas han menguado en algunas zonas y hay gente que ya está pensando en irse, el pico de la estación de inundaciones sigue estando en el horizonte.
Historia escrita por François-Xavier Ada. Fotos de Elijah Elaigwu.