Budapest, 17 de abril de 2023 – El viaje desde Kharkiv a Budapest fue largo y difícil para Sasha, de 14 años, y su familia. Un nadador apasionado que había estado entrenando de forma ininterrumpida por nueve años, preparándose para los Juegos Olímpicos, su planes – como los de tantos otros – fueron arruinados por la guerra.

En Ucrania Sasha era suplente en el equipo olímpico de natación y participó en varias competencias nacionales.

“Solía levantarme cada mañana a las cinco en punto y a las seis ya estaba entrenando. Después iba a la escuela y por las tardes volvía a entrenar nuevamente”, recuerda Sasha. “Luego me iba a casa a hacer mis tareas. Esta fue mi rutina durante nueve años. Solamente podía descansar un poquito los domingos”, agrega.

Sasha, su madre y su hermano menor escaparon de Ucrania luego del estallido de la guerra, en tanto que su padre tuvo que quedarse en el país para prestar servicios en el ejército. Foto: OIM Hungría 2023/Kristóf Hölvényi

Cuando la guerra se intensificó en febrero de 2022, Sasha y su familia tomaron la difícil decisión de irse de su casa en Kharkiv a la búsqueda de seguridad. Después de haber logrado refugiarse  en un pueblo vecino,  Sasha, su madre y su hermano menor eventualmente se fueron de Ucrania tras haberse dado cuenta de que la guerra no iba a terminar en lo inmediato. Su padre tuvo que quedarse para prestar servicios en un puesto militar. “No lo he visto desde que nos fuimos de Ucrania, hace casi un año”, explica Sasha.

Cuando llegaron a Alemania, Sasha y su familia se encontraron con condiciones de vida verdaderamente desafiantes en su alojamiento temporal. “Fue una época sumamente complicada. Éramos muchos viviendo en un hangar, jóvenes y ancianos, sanos y enfermos, todos juntos”, recuerda Sasha. Por esta razón ellos siguieron con su viaje hasta lograr llegar a Hungría en marzo de 2022.

Durante los primeros tres meses, vivieron en Bábolna en donde su madre consiguió empleo en una fábrica dedicada a la cría de aves de corral. Después de llegar a Tata, a unos 30 km de distancia, Sasha y su familia conocieron a personal de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que los ayudó a encontrar un lugar para vivir en Budapest, en donde han permanecido desde el mes de julio.

La OIM ayudó a Sasha y a su familia a encontrar alojamiento en Budapest, en donde están residiendo actualmente. Foto: OIM Hungría 2023/Kristóf Hölvényi

Para Sasha, si bien ha sido doloroso dejar atrás su vida en Ucrania, Hungría representa la posibilidad de volver a empezar. Encontró un equipo local de natación con el que puede seguir entrenando y compitiendo, en tanto que su madre consiguió empleo en una panadería. Nuevamente ha vuelto a levantarse muy temprano cada mañana para entrenar antes de llevar a su pequeño hermano al jardín de infantes y él mismo ir a la escuela, para luego retomar su entrenamiento de natación por las tardes después de que sus lecciones han terminado. “El entrenamiento te ayuda a sobrevivir porque te mantiene ocupado. Además permite que te olvides un rato de la guerra”, dice Sasha.

Sasha se está adaptando a su nueva vida en Hungría, en donde sigue entrenando con la esperanza de poder algún día ganar una medalla olímpica en natación para Ucrania. Foto: OIM Hungría 2023/Kristóf Hölvényi

En Budapest, Sasha cuenta con dos entrenadores húngaros que lo motivan cada día en el natatorio. El entrenamiento es algo distinto al que hacía en su lugar de origen, pero es igual de riguroso. Nada cinco kilómetros por día y levanta pesas para aumentar su fortaleza física. A pesar de haber sido desplazado por la guerra, Sasha sigue aferrado a su viejo sueño de poder algún día participar en los Juegos Olímpicos y ganar una medalla para Ucrania.

Mientras tanto, Sasha concurre a una escuela ucraniana en Budapest y continúa con sus estudios originales en línea. Está muy ocupado aprendiendo el idioma local y sus costumbres. “El idioma húngaro me resulta muy complicado por ahora, pero sigo intentándolo”, dice Sasha riendo. “Suelo encajar sin problemas y ya tengo algunas amistades. Me gustan las motocicletas eléctricas, son rápidas, y con esas nuevas amistades podemos con gran facilidad explorar partes ocultas de la ciudad”.

Desde el 24 de febrero de 2022 la OIM Hungría ha apoyado a casi 23.000 ucranianos y nacionales de terceros países como parte de su respuesta de emergencia. El alojamiento y otros tipos de asistencia crucial para las personas afectadas por la guerra en Ucrania son posibles gracias al generoso aporte de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América.

Esta historia fue escrita por Anna Gergely, Oficial de Prensa de la OIM Hungría.  agergely@iom.int.

Si usted estuviera interesado en contribuir con los trabajos de socorro para Ucrania, por favor visite la página de recaudación de fondos de la OIM.

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