Las mujeres que viajan por las rutas migratorias con frecuencia enfrentan desafíos que agravan su nivel de vulnerabilidad, de la violencia basada en género a estigmatización social. Foto: OIM/Abeer Alhasani 

Adén, Yemen – En el corazón de Adén, Yemen, el padecimiento de migrantes como Suad* revela la dura realidad que muchos deben enfrentar. Con tan sólo 25 años Suad tomó una decisión que le cambiaría la vida: embarcarse en un peligroso viaje desde su pequeña aldea en Etiopía. Con el apoyo de su familia, que buscaba escapar de las garras de la pobreza, ella puso la mira en los países del Golfo, impulsada sobre todo por las promesas de los traficantes de un mejor futuro en tan sólo un par de días.

Después de haber partido desde la costa de Djibouti, se embarcó en un viaje al exterior a bordo de un bote endeble y navegando por aguas turbulentas. A pesar de que pagarles a los traficantes un pasaje seguro fue un gran desafío para su familia, Suad tuvo que soportar días y noches muy duras sobre esa embarcación, enfrentando fuertes vientos y hambre.

Finalmente, cuando logró salir del bote y pisar suelo firme, Suad vio una luz de esperanza mientras empezaba su viaje hacia la seguridad. Sin embargo, mientras caminaba por días a través del inhóspito desierto, esa luz de esperanza empezó a esfumarse por el peso del miedo y la incertidumbre.

En el Punto de Respuesta a Migrantes en Adén, Suad recibió tratamiento vital y cuidados que la ayudaron a comenzar con su proceso de curación. Foto: OIM/Abeer Alhasani 

A pesar de haber soportado una década de conflicto, Yemen sigue sirviendo como un punto de tránsito para innumerables migrantes que comparten un objetivo común: brindar apoyo a sus familias que quedaron en su lugar de origen. Sin embargo, muchas personas como Suad siguen sin tener idea del conflicto en curso que ha sepultado al país por cerca de una década. En 2024 más de 16.000 migrantes llegaron a Yemen a pesar de las duras condiciones de vida y los riesgos de padecer trata y violencia basada en género que no lograron disuadirlos.

Para Suad el viaje fue particularmente desafiante. Tras varios intentos fallidos de pedir aventón se vio forzada a pasar semanas caminando desde Al Makha a Al Hodeidah. A lo largo del camino, enfrentó numerosas amenazas, que incluyeron violencia y que la dejaron con un fuerte sentimiento de vulnerabilidad y miedo. Tras haber llegado finalmente a Sana’a, los traficantes forzaron a Suad y a otros migrantes a quedarse en una pequeña guarida, aislados del mundo exterior, mientras esperaban novedades para poder seguir su viaje.

Tras algunos meses en Sana’a, los traficantes coaccionaron a Suad para que se casara con un hombre yemenita para asegurar su permanencia en el país. “Al principio tuve mucho miedo de compartir mi vida con un extranjero cuyas palabras yo ni siquiera podía comprender”, recuerda. El matrimonio tuvo un hijo y una hija, y cuando el marido tuvo la oportunidad de trabajar en el Reino de Arabia Saudita, Suad se dedicó totalmente a cuidar de los menores. 

En el Aeropuerto de Adén los migrantes esperan ansiosamente poder reunirse con sus familias en Etiopía. Foto: OIM/Abeer Alhasani 

Con gran esfuerzo Suad logró llegar hasta su familia en su alejado pueblo, y fue en ese momento que se enteró de la muerte repentina de sus padres. Si bien esa noticia la dejó devastada, tuvo una sensación de alivio por haber encontrado refugio junto a un hombre que la protegía a ella y a sus hijos de los peligros del mundo exterior.

Desgraciadamente su sentido de seguridad duró poco. Su marido descubrió que padecía una enfermedad que lo debilitaba y muy pronto falleció. Fue dejada sin medios como para poder cuidar a sus hijos, y por ese motivo Suad empezó a realizar tareas de limpieza y a pedir ayuda en todos los lugares posibles. Con la determinación de regresar a su casa para ver al único hermano que quedaba vivo, navegó con mucho cuidado los desafíos financieros y logísticos que involucraba realizar el viaje de regreso.

“No tengo palabras para describir qué horrible es la experiencia para los migrantes que intentan llegar a Yemen y también para los que quieren irse, pues deben enfrentar la constante amenaza de la trata y la explotación”, dice Suad. A diferencia de muchos otros migrantes, ella y sus hijos gozaban todavía de buena salud, pero su pasaporte había quedado reducido a cenizas durante un incendio. 

Con personal muy dedicado en el MRP las mujeres migrantes pueden acceder a apoyo adaptado a sus singulares necesidades. Foto: OIM/Abeer Alhasani 

Después de esa difícil experiencia, Suad decidió embarcarse en un viaje de 10 días a Adén, de a pie. Eventualmente llegó al Punto de Respuesta a Migrantes (MRP) gestionado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en donde los migrantes pueden acceder a servicios de protección esenciales.

Cuando Suad llegó al MRP en Adén, sus lágrimas revelaron mucho más que lo que las palabras podían expresar. “Después de haber soportado mucho sufrimiento, lo único que yo quiero es reunirme con mi hermano”, confiesa. Con el apoyo de los doctores en la clínica de la OIM, ella accedió a asistencia de emergencia adaptada a sus necesidades. Después de haber evaluado sus necesidades y su condición de salud, los migrantes con vulnerabilidades agravadas como Suad son derivados a los Cuidados de Base Comunitaria (CBC) para que reciban apoyo especializado.

Para facilitar el retorno seguro de los migrantes, la OIM coordina vuelos regulares como parte de su Programa de Retorno Humanitario Voluntario (VHR), garantizando que los migrantes tengan acceso a los documentos de viaje necesarios por medio de cooperación permanente con las autoridades. Antes de su retorno los migrantes acceden a controles médicos, a sesiones de concientización, reciben kits básicos para el viaje, alimentos y alojamiento. Hasta este momento en 2024, más de 4.000 migrantes han podido acceder a asistencia para poder retornar a sus hogares desde Yemen.

Los vuelos de regreso al hogar le ofrecen a los migrantes vulnerables una oportunidad vital de recuperar su seguridad. Foto: OIM/Abeer Alhasani 

Dekra Othman, asistente social que recibe a los migrantes cuando llegan por primera vez al MRP, enfatiza la importancia del apoyo. “El MRP es como un hogar en donde todo el mundo hace lo imposible para brindarles a los migrantes un entorno de seguridad que les permitirá recuperarse y prepararse para el viaje hacia su destino final”.

Desde su puesto de trabajo asiste a los migrantes en el proceso de registración y los deriva a los servicios de salud sobre la base de las evaluaciones individuales realizadas. Muchos de los migrantes con los que ella se encuentra han sido testigos de atrocidades y han enfrentado experiencias de violencia basada en género, sobre todo las mujeres, lo cual hace que sea especialmente difícil para estas personas poder abrirse y pedir ayuda.

“Muchos migrantes llegan al centro y deben hacer un gran esfuerzo para poder hablar debido al peso de las experiencias vividas”, cuenta Dekra. “Sin embargo, con el apoyo y los cuidados adecuados, estas personas empiezan a encontrar sus voces nuevamente”. 

Con apoyo para acceder al VHR los migrantes están listos para dar vuelta la página y empezar de nuevo, dejando atrás los desafíos que han tenido que enfrentar a lo largo de la ruta. Foto: OIM/Abeer Alhasani 

* El nombre ha sido cambiado por razones de protección. 

Los servicios de protección de la OIM en Yemen son financiados con los aportes de ECHO (Dirección de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea) y de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los EE.UU. 

Junto a otras 48 organizaciones humanitarias y para el desarrollo, la OIM coordina el Plan Regional de Respuesta a Migrantes para el Cuerno de África, Yemen y África Meridional (MRP) para responder a las urgentes necesidades humanitarias de los migrantes a lo largo de la Ruta oriental. Si bien los asociados al MRP solicitaron 112 millones de dólares EE.UU., este pedido sigue sin estar suficientemente financiado. 

Esta historia fue escrita por Abeer Alhasani, Asistente de Comunicaciones y Traducciones en la OIM Yemen. 

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