Provincia del Lago, 21 de marzo de 2022 – Hace cinco años Mariam lo perdió todo después de que Boko Haram atacara brutalmente su aldea cerca del Lago Chad.
“Escapamos de inmediato y lo abandonamos todo”, recuerda. “Pusimos a nuestros hijos a lomo de burro mientras los adultos caminábamos al frente”.
Después de haber andado durante dos largos días por terrenos áridos en las cercanías del Lago Chad, Mariam y otras familias desplazadas se asentaron en Dar al-Amni, un gran sitio de desplazamiento en las afueras de Baga Sola, Provincia del Lago, en Chad, que alberga a más de 6.000 personas desplazadas internamente (IDP) después de los ataques de Boko Haram. En el sitio, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y otras agencias humanitarias proveen albergue, alimentos y artículos no alimentarios a Mariam y a su familia.
En torno al Lago Chad las personas desplazadas internamente están especialmente expuestas a los efectos cada vez mayores de la degradación medioambiental y el cambio climático provocados por patrones pluviales variables y temperaturas extremas.
“El acceso limitado a recursos como las parcelas de terreno y el agua hace que las personas tengan que viajar distancias enormes, e incluso a veces volver a sus comunidades de origen, para pescar, hacer actividades de granja o buscar otros medios de subsistencia alternativos, y por ende exponiéndose a diversos padecimientos y con el riesgo de ser víctimas de violencia”, explica Mouftah Mohammad, encargado de proyecto en la OIM Chad.
“Las mujeres desplazadas son particularmente vulnerables puesto que las condiciones precarias en las que son forzadas a trabajar, como por ejemplo la poca disponibilidad de agua o el uso de pozos manuales las pone en riesgo de sufrir daños físicos, abusos y violencia basada en género”.
Desde 2021 la OIM ha estado implementando a modo de prueba piloto el Proyecto “Ngasso” en Dar al-Amni para abrirle paso a soluciones más duraderas al desplazamiento en el Lago Chad y desarrollar la resiliencia de las poblaciones desplazadas, en especial de mujeres como Mariam. El nombre significa “juntos” en Kanembu, lengua hablada por los chadianos que residen en las cercanías del Lago.
En colaboración con miembros y autoridades de la comunidad local, el proyecto procura fortalecer los medios de subsistencia a la par que se reducen los riesgos de exposición a la violencia basada en género por medio de la asignación de un lote de una hectárea cerca del sitio de Dar al-Amni en donde vive el grupo de mujeres del cual Mariam forma parte.
Además de brindarles acceso a una parcela de terreno, la OIM ha instalado un sistema de irrigación a base de energía solar en el lugar y les ha entregado herramientas de labranza y semillas para que puedan cultivar sus propios productos agrícolas sin alejarse demasiado de sus hogares.
También en el marco del proyecto la OIM se ha asociado con la Agencia Nacional de Apoyo al Desarrollo Rural (ANADER) la cual se ha encargado de capacitar a las mujeres en lo relacionado con técnicas agrícolas resilientes al clima.
“En nuestra aldea los terrenos eran fértiles pero no sabíamos bien cómo aprovecharlos”, dice Mariam. “Aquí sin embargo hemos aprendido técnicas para huertos e invernaderos para plantines y cultivos de temporada y la producción es mucho mejor. Hemos ya cosechado dos bolsas de mijo y dos bolsas y medio de quimbombó en tiempo record”.
Con su producción en aumento, las mujeres ahora están ganando lo suficiente como para establecer un fondo de ahorro, el cual les sirve para enviar a sus hijos a la escuela y pagar a término sus gastos médicos.
En la Provincia del Lago, en Chad, la mayor parte de las personas desplazadas internamente no desean regresar a sus lugares de origen puesto que se sienten más seguras en donde se encuentran actualmente. Mientras la situación de desplazamiento ingresa en su séptimo año, se necesitan soluciones duraderas para garantizar que se puedan cubrir las necesidades de las personas desplazadas internamente, sobre todo las de las mujeres que representan el 55% de la población desplazada.
“El Proyecto Ngasso muestra que un enfoque holístico e integrado para la integración local es posible para las personas desplazadas internamente”, dice Mouftah Mohammad. “Sin dudas las soluciones duraderas no solamente refuerzan los medios de subsistencia de las mujeres sino que también contribuyen con su resiliencia a largo plazo ante los impactos climáticos puesto que incorporan capacidades para cultivar la tierra que son resilientes al clima y que podrán usar toda su vida”.
***
El Proyecto “Ngasso” recibe el apoyo del Departamento de Comercio y Asuntos Exteriores (DFAT) del Gobierno de Australia.
Para más información por favor contactar con François-Xavier Ada, Oficial de Comunicaciones y Políticas, OIM Chad, Correo electrónico: fadaaffana@iom.int.