Al igual que otros millones de  personas en Ucrania, la vida de Valentyna cambió drásticamente por la guerra. Hoy ella intenta recuperar un sentido de normalidad en medio de circunstancias desafiantes. Foto: OIM Ucrania/Stanislav Kalach

Odesa, Ucrania – “A veces tenemos la sensación de que casi podríamos tocar los misiles que pasan volando con tan solo levantar la mano”, dice Valentyna al recordar las intensas hostilidades en Mykolaiv, al sur de Ucrania, al inicio de la invasión rusa a gran escala en 2022. Irónicamente ella vive en la calle Myru- palabra que literalmente significa “paz” en ucraniano.

La provisión de agua en el pueblo de Valentyna se alteró negativamente porque los bombardeos provocaron cortes de electricidad lo cual a su vez dañó las bombas. Sin embargo, incluso mucho antes de que la guerra empeorara, los residentes ya enfrentaban problemas relacionados con el suministro de agua.

“Las viejas cañerías de las décadas del 60 y 70 estaban muy corroídas, y por ese motivo en los últimos años casi no había flujo de agua”, dice Valentyna. “Mis vecinos y yo tuvimos suerte porque al menos contábamos con un chorrito de agua”.

Valentyna logra sacar algo de agua de un pozo. Foto: OIM Ucrania/Stanislav Kalach

En 2023 y reconociendo la necesidad de restablecer un suministro estable de agua para los residentes de Shevchenkove, la OIM realizó reparaciones de las cañerías e instaló 4.000 metros de caños nuevos, brindando de tal modo acceso a agua potable a más de 1.200 personas.

 Un residente del pueblo de Shevchenkove en la región de Mykolaiv tiene ahora acceso a agua de canilla después de que la OIM instalara nuevas cañerías. Foto: OIM Ucrania/Stanislav Kalach

Poder ahora acceder a una provisión adecuada de agua en su hogar también le ha permitido a Valentyna retomar una de las ocupaciones que más apreciaba antes de la guerra: la jardinería.

“Antes de la guerra me encantaba cultivar flores. Sin embargo, cuando tuve que irme de casa por algunos meses cuando la invasión comenzó, no sobrevivieron mi ausencia”, cuenta Valentyna. “Ahora que nuevamente tengo un suministro permanente de agua, he retomado este pasatiempo y me sirve para no pensar tanto. Da la impresión de que las flores pueden percibir nuestros sentimientos de ansiedad e intranquilidad estos días pues ya no crecen como antes”.

Valentyna en su hogar regando sus tomates. Foto: OIM Ucrania/Stanislav Kalach

Además de su trabajo como contadora Valentyna también participa mucho en la vida comunitaria de su pueblo. Antes de la guerra hacía allí controles regulares de la calidad del agua. Al principio esos análisis de hacían semestralmente pero ahora ella ha presionado para que se hagan con mayor frecuencia, cada tres meses.

“Necesitamos asegurar que el agua no plantee ningún peligro para los residentes del pueblo, en especial durante la temporada de calor. Hace dos meses, pudimos completar un proyecto para implementar un sistema de filtración de agua en Shevchenkove”, agrega Valentyna.

Los residentes de Mykolaiv juntan agua potable en un punto de provisión de agua de la OIM. Foto: OIM Ucrania/Stanislav Kalach

Tanto las zonas rurales como las ciudades como Mykolaiv tuvieron problemas relacionados con el suministro de agua a causa de la guerra. El sistema principal para llevar agua desde el Río Dnipro terminó dañado durante las hostilidades. Por semanas en febrero y marzo de 2022, los residentes de Mykolaiv no tuvieron acceso a agua corriente, dependiendo de la provisión de agua embotellada desde regiones vecinas. A partir de mayo de 2022 se empezó a bombear agua salada desde un estuario cercano pero solamente podía usársela como agua para procesos.

Los residentes de Mykolaiv evitan usar agua de la canilla para beber y cocinar, dependiendo principalmente de los puntos de provisión de agua para recoger gratis agua potable para consumo.  A fin de brindar apoyo a la región la OIM perforó pozos e instaló puntos comunitarios de suministro de agua. Cada pozo de perforación está equipado con un sistema de ósmosis inversa que reduce la cantidad de sal disuelta en el agua. En total diez puntos de suministro de agua perforados por la OIM están ahora operativos en la región de Mykolaiv, brindando agua potable limpia y segura a más de 4.000 personas a diario.

(Izquierda) Sistema de ósmosis inversa instalado en uno de los puntos de provisión de agua en Mykolaiv. Foto: OIM Ucrania/Stanislav Kalach (
​​​​​​​Derecha) Instalando nuevas cañerías para una antigua línea de calefacción en Mykolaiv. Foto: OIM Ucrania/Stanislav Kalach

Sin embargo, el agua salada plantea otra amenaza; es altamente corrosiva y con gran rapidez arruina los caños por los que circula.  

“Tuvimos que tomar una difícil decisión: detener el flujo de agua para salvar los caños  y arriesgarnos a una falla en el sistema de cloacas o bien usar agua salada a pesar de que corroe las cañerías  hasta la construcción de un nuevo sistema desde el Río Pivdenyi Buh”, dijo Oleksandr Tsukanov, a cargo de uno de los distritos en la Ciudad de Mykolaiv. Este problema afecta también al sistema de calefacción que utiliza la misma agua para llevar el calor a las viviendas residenciales.

Actualmente la OIM está finalizando la instalación de nuevas cañerías para una vieja línea de calefacción que había sufrido daños considerables por el uso de agua salada. Esto permitirá que 160.000 personas tengan acceso a calefacción durante los duros inviernos en el país.

Un residente local acarrea un contenedor de agua en Snihurivka, región de Mykolaiv. Foto: OIM Ucrania /Stanislav Kalach

La infraestructura de agua y de servicios públicos también sufrió durante el período de la ocupación rusa. Dos de las tres bombas para las alcantarillas de la aldea de Snihurivka por ejemplo, dejaron de funcionar.  Con tan sólo una bomba funcionando, la estación de bombas del alcantarillado quedó sujeta a una gran presión y con el riesgo de quedar fuera de servicio en cualquier momento. La OIM le entregó a la empresa local de servicios públicos tres bombas y paneles especiales de control justo a tiempo para evitar que el sistema colapsara perjudicando a los 2.000 residentes de la aldea de Snihurivka. 

Paneles solares que se usan para operar las bombas de agua durante los cortes de electricidad. Foto: OIM Ucrania/Stanislav Kalach  

La sostenibilidad es otra preocupación clave en la región debido al significativo déficit de energía provocado por frecuentes incursiones aéreas sobre la infraestructura eléctrica. Para abordar esta cuestión es fundamental contar con una fuente alternativa de energía para las bombas de los pozos de perforación. En 2024 la OIM entregó seis estaciones con paneles solares tan sólo en la región de Mykolaiv. Estas estaciones proveerán de energía a los pozos de perforación en la comunidad de Snihurivka, garantizando acceso a agua potable a casi 2.000 residentes.

Más de un millón de personas viven en la región de Mykolaiv, entre ellas 140.000 desplazadas desde otras partes de Ucrania. El acceso a agua potable no es solamente una necesidad sino un derecho humano básico que debe protegerse.  

En la zona sur de Ucrania la crisis del agua se profundiza, exacerbada por la guerra y por problemas de infraestructura de larga data. Es necesario hacer esfuerzos significativos para poder mantener el acceso al agua en su nivel actual y será indispensable hacer mucho más para introducir mejoras. La OIM está comprometida con el abordaje de estos desafíos y con brindar apoyo a las personas más afectadas por la guerra. 

Para más información sobre el trabajo de la OIM en Ucrania tenga a bien visitar el sitio de internet del Plan de Respuesta Estratégico para Ucrania y Países Vecinos 2024–2026.

Texto y fotografías de Stanislav Kalach, OIM Ucrania.

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