Gracias al nuevo sistema alimentado por energía solar, más de 29.000 personas en At Turbah y sus suburbios, incluyendo unas 5.800 personas desplazadas, cuentan ahora con acceso a una fuente sostenible de agua potable. Foto: OIM/Majed Mohammed  

Gobernación de Ta'iz, Yemen –  En los áridos paisajes de Yemen, una nación que históricamente ha sufrido la escasez de agua, los desafíos han aumentado hasta alcanzar niveles sin precedentes. El uso de agua subterránea que sobrepasa la recarga anual, junto al impacto del cambio climático sobre las lluvias estacionales han intensificado la crisis de escasez de agua.    

Tras la destrucción de los sistemas de agua y saneamiento por el conflicto, una cifra abrumadora de  14,5 millones de yemenitas perdió el acceso a agua potable para beber. Esta situación hace que se vuelva aún más difícil contener los brotes de enfermedades originadas en la mala calidad del agua y brinda una imagen cruda de la acuciante necesidad de encontrar soluciones sostenibles para abordar esta problemática tan vital.   

La bomba del pozo alimentado por energía solar ha eliminado la necesidad de contar con el costoso diésel y garantiza una provisión de agua directa y permanente a los hogares de las familias. Foto: OIM/Majed Mohammed  

Teniendo que batallar contra los problemas de suministro de agua debido a su irregular territorio, At Turbah es también una de las ciudades más densamente pobladas en la Gobernación de Ta’iz. El rápido crecimiento poblacional, agravado por los flujos de desplazamiento cada vez mayores, ha ejercido una gran presión sobre sus ya limitados recursos acuíferos.  

“La escasez de los recursos acuíferos es un verdadero problema en Ta’iz, sobre todo en At Turbah, puesto que se encuentra ubicada en terrenos altos y cuenta con una menor cantidad de recursos acuíferos en comparación con los valles”, explica Zaid, Director de la sucursal de la Corporación Local de Agua y Saneamiento de la ciudad de At Turbah. “El costo del diésel también ha representado un desafío de relevancia porque la mayor parte de la población tiene ingresos limitados”, agrega Zaid.   

Por mucho tiempo los residentes de At Turbah han enfrentado desafíos en la tarea de bombear agua desde sus dos pozos de agua subterránea debido a que el viejo generador con frecuencia se rompía, dejando a toda la comunidad sin acceso a agua potable.  

La experiencia de Khalil, padre de dos hijos con los que vive en At Turbah, refleja la lucha cotidiana que las familias deben enfrentar en Ta’iz para poder contar con agua potable. “Cuando el generador no funciona bien o se queda sin diésel, tenemos que recurrir al suministro de agua por medio de camiones y eso es extremadamente caro. Un solo camión puede costar hasta 30 dólares EE.UU. que es una cifra que muchos de nosotros no tiene”.  

La instalación de la bomba del pozo alimentado a energía solar en  At Turbah no solamente asegura acceso a agua potable para la comunidad sino que también es un alivio para las mujeres y los menores que tienen a su cargo la pesada carga de acarrear agua. Foto: OIM/Angela Wells

De acuerdo con el testimonio de Khalil, muchas familias solían pasar días y días sin agua y no tenían más opción que la de acarrearla desde los pozos abiertos y los bancos de agua en las afueras de la ciudad. Esta tarea por lo común recae sobre las mujeres y los menores quienes pasan horas llevando agua hasta sus casas en bidones tipo jerry.  

“Es agotador para las mujeres y los menores tener que recorrer distancias tan extensas y hacer fila por tanto tiempo, tan sólo para poder traer a casa de dos a cuatro bidones tipo Jerry, los cuales apenas si alcanzan para cubrir las necesidades diarias de sus familias”, dice Khalil.  

No lejos de Khalil, en los suburbios de At Turbah, vive Ashjan, técnico de laboratorio, junto su familia de diez integrantes. “Transportar agua en nuestra zona con camiones es complicado porque el terreno es irregular y escarpado”, explica.  

Puesto que ningún camión podía llegar hasta donde estaba su familia, Ashjan tenía que levantarse a la mañana, descender hasta el valle para llenar los bidones con agua y luego muy afanosamente transportarlos montaña arriba, antes de irse a trabajar.  

Acarrear agua desde el valle es algo peligroso porque las mujeres y menores que van por la montaña con pesados bidones corren el riesgo de caerse. “Acarrear agua montaña arriba nos deja exhaustos”, dice Ashjan. “A veces los bidones se nos caen accidentalmente y perdemos el agua que tanto trabajo nos costó acarrear”.   

Las actividades WASH de la OIM tienen un rol vital en Yemen pues brindan soluciones vitales como por ejemplo la instalación de la bomba de pozo a base de energía solar en At Turbah, esencial para el bienestar de las comunidades en situación de vulnerabilidad. Foto: OIM/Majed Mohammed 

De acuerdo con Ashjan, las familias numerosas deben recolectar y acarrear agua unas seis o siete veces por día. Para quienes viven lejos del banco de agua, puede llevar horas acarrear agua cada vez que lo necesitan. Esto les pasa factura a sus vidas, porque les quita energía que podría invertirse en otras tareas esenciales, como trabajar, ir a la escuela y otras que son actividades vitales para su bienestar.  

Al igual que Ashjan, otros residentes en los suburbios de At Turbah han tenido que depender de los manantiales de agua en los valles para poder tener acceso a agua. Sin embargo, la provisión de agua de manantiales depende de las lluvias estacionales y a menudo se secan en el invierno.   

“Los bancos de agua, hacia los cuales fluye el agua de los manantiales, tiende a secarse con gran rapidez”, explica Ashjan. “Si no vamos bien temprano en la mañana nos encontraríamos con que ya no hay más agua”.   

Respondiendo a las urgentes necesidades en terreno, el equipo de Agua, Saneamiento e Higiene para Todos (WASH) trabajando junto a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en colaboración con la Corporación Local del Agua, llevó adelante varias evaluaciones en Ta’iz, incluyendo algunas en At Turbah, e implementó asimismo pruebas para determinar la calidad del agua y poder cumplir con los requerimientos necesarios para instalar una bomba de pozo a base de energía solar.   

Sameer Alhomam, ingeniero que trabaja en terreno e integra el equipo WASH de la OIM, se enorgullece de supervisar la instalación de la bomba del pozo a base de energía solar en At Turbah, un logro digno de destacar para avanzar en el ámbito del acceso sostenible a agua potable para las comunidades afectadas por conflictos. Foto: OIM/Majed Mohammed 

Gracias al nuevo sistema a base de energía solar, las instalaciones públicas en At Turbah y sus suburbios, incluyendo hospitales, escuelas y unas 29.000 personas, de las cuales aproximadamente 5.800 están desplazadas, tienen ahora acceso directo a una fuente sostenible de provisión de agua potable.   

Además de instalar el sistema a base de energía solar los equipos de la OIM llevan adelante campañas de limpieza para los residentes de At Turbah, organizan sesiones de gestión y operación para el comité del agua supervisando los pozos y organizando sesiones de concientización para promover el uso racional del agua.   

“Ahora que contamos con un flujo permanente de agua, uno puede ver los ojos de las mujeres brillando por la felicidad y el alivio que sienten”, cuenta Ashjan. “En 2022 recibimos agua solamente una vez, pero desde julio hemos tenido una provisión de agua permanente en nuestros hogares. Ha sido una verdadera bendición”.   

La OIM está comprometida con la tarea de implementar soluciones duraderas para vencer barreras para el acceso a agua potable y segura en todo Yemen. Su proyecto de agua en At Turbah es posible gracias al apoyo financiero de la Oficina de Asistencia Humanitaria de USAID.  

Esta historia fue escrita por Mennatallah Homaid, Asistente Sénior de Comunicaciones y Visibilidad de los Donantes de la OIM Yemen.  

SDG 7 - ENERGÍA ASEQUIBLE Y NO CONTAMINANTE
SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
SDG 13 - ACCIÓN POR EL CLIMA