Hararghe – Para los etíopes como Ahmed, que cursa el octavo año en la Escuela Primaria de Bilisuma, intentar acceder a servicios educativos en East Hararghe ha sido un padecimiento. El estallido de violentos conflictos en 2016 llevó a la interrupción del dictado de clases, en tanto que las escuelas sufrieron importantes daños.
“Deseaba terminar mis estudios. Sin embargo, me vi obligado a parar por un tiempo por el conflicto en mi ciudad. Esto creó una brecha en mi año académico. Fue muy frustrante”, explicó Ahmed. “Cada vez que se considera que hay cierta seguridad como para volver a la escuela, ya he olvidado todo lo aprendido antes de que las clases se vieran interrumpidas”.
La zona de East Hararghe limita con las regiones Somali y de Oromia en Etiopía. Si uno conduce unos 25 kilómetros por la calle principal puede llegar hasta un distrito incluso más distante, el de Gursum, en donde el acceso a instalaciones básicas es muy limitado. La comunidad en este distrito fue testigo de conflictos intercomunales de 2016 a 2018, los cuales provocaron la destrucción de las pocas instalaciones básicas que allí había.
Miles de personas terminaron desplazadas a consecuencia del conflicto en tanto que instalaciones básicas como escuelas y puestos sanitarios sufrieron importantes daños. Ahmed se encuentra entre los cientos de estudiantes del Distrito de Gursum cuyos estudios se vieron afectados por los conflictos mencionados y es uno de los muchos a los que los recuerdos de esos enfrentamientos aun los persiguen.
“El conflicto ocurrió mientras la clase todavía estaba en curso. ¡Tuvimos que salir corriendo! Fuimos por las montañas llevándonos lo que pudimos”, recuerda el joven estudiante. “Cuando volvimos nos impactó el grado de destrucción de nuestra escuela y descubrir que los materiales de enseñanza habían sido robados. Nuestras casas también habían sido destruidas”.
Rehabilitación y entrega de la Escuela Primaria de Bilisuma
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) trabaja en la promoción de la cohesión social y el apoyo a las comunidades que se han visto afectadas por desastres naturales y generados por el hombre. En tiempos de conflicto, la OIM apoya a las comunidades para que puedan reconstruir lo que han perdido y vencer los desafíos que se les presentan.
Por medio del programa “Apoyo a Etiopía para la Gobernanza Inclusiva y la Gestión de Conflictos”, el cual es apoyado por el Fondo de Consolidación de la Paz de Naciones Unidas, la OIM ha organizado diálogos comunitarios, eventos culturales y deportivos, y capacitaciones de fortalecimiento institucional sobre Respuesta y Alerta Temprana ante Conflictos (CEWAR), entre otras soluciones duraderas para los expertos administrativos y de seguridad. Varios talleres para la gestión de conflictos y la consolidación de la paz que la organización coordinó constituyeron los pasos preliminares para establecer las fuerzas de tareas inter e intra-distritos para la gestión de conflictos y la consolidación de la paz en los estados regionales de Somali y Oromia en Etiopía.
Como parte del programa la OIM rehabilitó escuelas e instalaciones sociales dañadas y afectadas por los conflictos entre comunas, a fin de brindar el servicio tan necesario para la comunidad.
“A través del diálogo comunitario entre las personas internamente desplazadas, los retornados y las comunidades de acogida, e intercambiando consultas con el gobierno, la OIM le dio prioridad a las áreas que ayudarían a minimizar la tensión. Las comunidades temían que recursos básicos tales como puestos sanitarios y escuelas estarían sujetos a demasiada presión. Por ello la OIM intervino para apoyar las infraestructuras como dividendos para la paz”, dijo Swikriti Bashyal, Oficial de Emergencias y para la Consolidación de la Paz de la OIM Etiopía.
Bashyal agregó que: “Las regiones de Oromia, Somali y de las Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur (SNNP) fueron fuertemente afectadas por los conflictos y miles de personas se vieron desplazadas, en tanto que las instalaciones sociales y los medios de subsistencia fueron destruidos lo cual fue muy triste”.
En total la OIM ha rehabilitado 70 escuelas y dos puestos sanitarios en las regiones a modo de mecanismo para prevenir conflictos. En Bilisuma, la OIM construyó tres bloques en tanto que las comunidades de las regiones Somali y de Oromia se unieron solidariamente y construyeron el cuarto bloque.
Entre otras instalaciones en la región, la OIM pudo reconstruir la Escuela Primaria de Bilisuma en el Distrito de Gursum, que había sido completamente destruida por el conflicto. La escuela, que prestaba servicios educativos a las comunidades Somali y de Oromia, fue entregada al gobierno y a la comunidad junto a materiales para el aprendizaje tales como pupitres, pizarrones y amoblamiento para oficinas.
Bahir Ahmed Nure ha sido Director de la Escuela Primaria de Bilisuma en los últimos dos años. Explicó que la rehabilitación de la escuela para devolverla a su estado actual ha permitido que los estudiantes puedan proseguir con sus estudios.
“La escuela no tenía el aspecto que tiene ahora. Tomamos la determinación de reconstruirla usando barro y paja después de que retornamos. Sin embargo, siguieron apareciendo rajaduras y algunos pedazos se fueron cayendo mes tras mes. Los estudiantes se vieron forzados a sentarse sobre piedras ya que no tenemos ni sillas ni mesas”, agregó, reflexionando acerca del desesperado intento de la comunidad por mantener la escuela abierta. “No contábamos con suficiente cantidad de materiales educativos. Incluso los libros de texto más básicos no estaban a nuestro alcance puesto que los padres habían perdido la mayor parte de sus pertenencias y no podían darse el lujo de comprar textos nuevos para sus hijos e hijas”.
La Escuela Primaria de Bilisuma ahora está funcionando otra vez. Las aulas viejas han sido reconstruidas y se han agregado otras nuevas, de modo que ahora la escuela puede brindan sus servicios con una capacidad mejorada.
“Antes de la reconstrucción, los alumnos y alumnas no tenían voluntad de venir a la escuela. Pero ahora, tras el apoyo de la OIM hemos tenido que duplicar los turnos por el alto número de estudiantes que vienen a clase en la mañana y por la tarde”, concluyó el director. “Después de que la OIM nos ayudara a reconstruir la escuela y nos entregara materiales para la enseñanza, los estudiantes ahora sí tienen ganas de venir y seguir sus estudios”.
Durante la ceremonia de entrega, los miembros de la comunidad de ambos grupos étnicos se congregaron para una celebración llena de danzas y comidas típicas. Asistieron también a esa ceremonia los Oficiales del Distrito de Gursum.
Antecedentes del Fondo de Naciones Unidas para la Consolidación de la Paz (PBF)
El Fondo para la Consolidación de la Paz (PBF) de la Secretaría General de las Naciones Unidas es el instrumento financiero de la organización al cual se recurre en primer lugar para sostener la paz en países con situaciones de riesgos o afectados por conflictos violentos. El PBF invierte junto a entidades del Sistema de Naciones Unidas, Gobiernos, organizaciones regionales, bancos multilaterales, fondos fiduciarios nacionales con múltiples donantes u organizaciones de la sociedad civil. De 2006 a 2017 el PBF asignó 772 millones de dólares a 41 países. Desde su inicio, los 58 estados miembros han contribuido con el Fondo, 33 en el actual Plan de Inversión 2017-2019. El Fondo trabaja a través de pilares y brinda su apoyo a las respuestas integradas de la ONU para cubrir brechas críticas; responder velozmente y con flexibilidad a las oportunidades que pudieran presentarse para preservar la paz; y para catalizar procesos y recursos con una modalidad tolerante a los riesgos.
Esta historia fue escrita por Rahel Negussie y Alemayehu Seifeselassie, OIM Etiopía.