Río Tana, Kenya – Leila Hulia y su familia están siendo testigos de patrones climáticos impredecibles y tiempos inciertos que han devastado su comunidad en el condado del Río Tana, en la región costera de Kenya.

"Ahora está lloviendo, y en dos semanas, o incluso pasado mañana, comenzará la sequía y nuestro ganado morirá". A Leila se le quiebra la voz cuando piensa en lo que está por venir.

Más de 5 millones de personas en Kenya tenían acceso limitado al agua y a los alimentos cuando la sequía más grave y prolongada de los últimos tiempos castigó el país entre 2021 y 2023. Las fuertes lluvias que azotan actualmente el país no están trayendo el alivio que esperaban las comunidades del Río Tana, sino que, debido a que la tierra reseca es menos absorbente que el suelo normal, están causando inundaciones repentinas. Después de sufrir pérdidas tras la grave sequía, los pastores y agricultores se enfrentan ahora a otro período catastrófico, contando más pérdidas a medida que las inundaciones arrasan las tierras de cultivo y matan a su ganado, el cual ha sido la columna vertebral de sus medios de vida.

Las inundaciones en el Río Tana, Kenya, han sumergido casas y destruido cultivos, desplazando comunidades.  Foto: OIM 2023/Moses Otunga

Como resultado de la dependencia de la comunidad del pastoreo y la agricultura de subsistencia, sus medios de vida se han visto cada vez más amenazados a medida que cada año lidian con largos períodos de sequías e inundaciones.

Los pastores están migrando a tierras más altas para proteger su ganado de las inundaciones en el Río Tana. Foto: OIM 2023/Moses Otunga

Esta superposición de choques climáticos ha dejado a comunidades como la de Leila no solo tambaleándose por sus impactos y luchando por recuperar sus medios de vida perdidos, sino que también ha creado incertidumbre al tiempo que los patrones climáticos se vuelven más impredecibles con severas consecuencias.

"Estábamos acostumbrados a tres meses de lluvia seguidos de algunos meses secos", explica Leila, "ahora ya no podemos planificar, no sabemos cuándo nos golpeará la próxima calamidad".

Taabu Kumbizi comparte su experiencia: "Me he visto obligado a alejarme de mi cabaña, pero ¿a dónde voy ahora?" Taabu relata cómo perdió aves de corral y pertenencias. "Solo puedo esperar junto a la carretera y pedir ayuda a la gente". Foto: OIM 2023/Moses OtungaAnchor

"Nuestro ganado no puede adaptarse al cambio climático, pero nosotros sí", afirma Leila.

Niñas Tawfiq de pie en una parcela de tierra donde cultivan y utilizan las ganancias para empoderar a las mujeres de la comunidad. OIM 2023/Wendy Gloria

Como parte de los esfuerzos para ayudar a su comunidad a adaptarse durante estos tiempos difíciles y cambiantes, Leila y tres de sus amigas se unieron y formaron el Grupo de Niñas Twafiq, una Organización de Base Comunitaria (CBO, por sus siglas en inglés) en Minjila cuyo nombre se traduce libremente como la capacidad u oportunidad de lograr el éxito. Habiendo sido testigos de primera mano de los estragos de las perturbaciones climáticas adversas en la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de la comunidad en general, a pesar de su limitada experiencia en la agricultura, ellas lanzaron una iniciativa de agricultura climáticamente inteligente para cultivar y vender sus productos en el vecindario.

Más de 200 miembros de la comunidad se están beneficiando de la granja instalada por las Niñas Tawfiq. La granja proporciona medios de vida alternativos a las comunidades de Minjila. Foto: OIM 2023/Wendy Gloria

Consultan regularmente a expertos agrícolas para obtener orientación sobre lo que prosperaría con las condiciones climáticas prevalecientes y cómo cuidar mejor la granja. Su necesidad de ofrecer soluciones no pasó desapercibida, ya que la comunidad donó una gran pista de tierras de cultivo a pocos kilómetros de la ciudad de Minjila. La tierra está verde con sorgo, un cultivo muy resistente a la sequía y que actúa como fuente de alimento y también como forraje para la alimentación de los animales de granja.

"Cuando comenzamos la granja, la mayoría de los miembros de la comunidad pensaron que nos estábamos volviendo locas", dice Leila. "Ahora poco a poco están estableciendo granjas y adoptando nuestras ideas".

Leila y sus amigas se están centrando en la agricultura después de perder su ganado por la sequía. Foto: OIM 2023/Moses Otunga

Sin embargo, llevar agua a la granja durante las estaciones secas y proteger los cultivos durante las lluvias intensas sigue siendo un desafío.

"En Minjila, estamos hasta tres meses sin agua. Tenemos que caminar casi cinco kilómetros hasta Idsowe, por donde pasa el Río Tana, para llegar a la fuente más cercana, y nosotros 20 solo podemos traer dos bidones de veinte litros cada uno para usar tanto en casa como en la granja", dice Leila.

Los ríos y las fuentes de agua, como los depósitos de agua y los pozos poco profundos, se secan a lo largo del Río Tana durante la sequía, lo que dificulta el acceso de las comunidades al agua. Foto: OIM 2023/Moses Otunga

La falta de acceso al agua obliga a las mujeres jóvenes y las niñas de la comunidad a caminar distancias más largas de lo habitual para buscar agua para la agricultura y para sus hogares, lo que las hace más vulnerables a la explotación sexual y la violencia de género.

Las mujeres jóvenes y las niñas corren el riesgo de sufrir explotación y abuso sexual cuando caminan distancias más largas de lo habitual para ir a buscar agua. Foto: OIM 2023/Moses Otunga

El grupo ha instalado un tanque de almacenamiento de agua para ayudar a mitigar estos riesgos.

El proyecto de agua genera aproximadamente 7.500 chelines Kenyanos (49 dólares EE.UU.), ingresos que utilizan para comprar toallas sanitarias para donarlas a las escuelas al mismo tiempo que llevan a cabo campañas de sensibilización contra la mutilación genital femenina, que está muy extendida en la región costera de Kenya.

Un aumento en la demanda ha significado que un tanque apenas es suficiente para abastecer a toda la comunidad.

Leila espera que más miembros de la comunidad adopten la agricultura como una fuente alternativa de sustento en Minjila. Foto: OIM 2023/Moses Otunga

"Tenemos las soluciones para ampliar la resiliencia ante los efectos del cambio climático en nuestra comunidad, pero necesitamos recursos y capacitación para implementarlas", dice Leila.

A través del proyecto, las Niñas Twafiq han identificado la interseccionalidad entre los impactos de la sequía, incluida la consiguiente falta de acceso seguro a los recursos, y la violencia de género, la explotación sexual y las normas culturales negativas que afectan a las mujeres y las niñas. Siguen centrándose en identificar e impulsar soluciones para abordar estos problemas multifacéticos.  

Este proyecto financiado por el Fondo de la OIM para el Desarrollo forma parte de la campaña "Piensa en el Mañana, Actúa Hoy".

Este artículo fue escrito por Wendy Gloria, Asistente de Comunicaciones de Migración, Medio Ambiente y Cambio Climático de la Oficina Regional de la OIM para África Oriental y el Cuerno de África.

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