Juba – Decenas de hombres y mujeres se reunen afuera de lo que alguna vez fue la Oficina del Administrador en Bussere, en la región de Western Bahr el Ghazal en Sudán del Sur, antes de que fuera destruida por un aluvión de enfrentamientos armados que han asolado gran parte del país.
Los hombres y las mujeres esperan pacientemente que los llamen por sus nombres para recibir una modesta asignación en efectivo como parte del Programa Efectivo a cambio de Trabajo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que brinda apoyo a las familias que han retornado voluntariamente a Bussere para recomenzar con sus vidas. Muchas de estas personas se habían ido de la zona debido a los enfrentamientos.
Uno por uno, se acercan para recoger su dinero, después de haber sido llamados.
Sam Lokore, jefe local que trabaja como Asistente del Programa de Medios de Subsistencia de la Unidad de Recuperación y Transición de la OIM, verifica con cuidado las fichas emitidas por la OIM antes de que el dinero le sea entregado a cada persona. Quienes saben leer y escribir proceden a firmar. Y los que no pueden, presionan sus pulgares sobre la almohadilla con tinta y luego estampan sus huellas digitales para confirmar que han recibido el dinero.
Se trata de un proceso bien organizado y sin interrupciones.
Mary John, de 39 años, dice que ha sido difícil lograr llegar a fin de mes después de su retorno a Bussere tras cuatro años de haber estado viviendo en un centro colectivo para personas desplazadas internamente (IDP) en la ciudad de Wau, a una distancia de 15 kilómetros.
“Apenas si podía reconocer el pueblo cuando regresé”, dice Mary John, madre de tres. “Nuestra choza había sido derrumbada y tuvimos que comenzar a reconstruirla”.
“Ha sido difícil conseguir comida para los niños, pero lo estamos intentando”, agrega tras una corta pausa.
Como muchas de las personas que reciben la asistencia en efectivo, Mary dice que usará los incentivos para ayudar a apoyar a su familia.
“Tras recibir [el dinero], voy a ir al mercado a comprar comida y jabón para mis hijos”, dice ella con una sonrisita.
Mary John.
Cuando dicen su nombre – con su bebé en un brazo y la ficha amarilla en la otra mano – Mary se levanta para ir a buscar su asignación.
En el marco del proyecto trabajo a cambio de efectivo, la comunidad procedió a despejar terrenos de cultivo comunitarios y quitó malezas y restos de árboles. También araron y cavaron surcos en donde se colocarán goteros de riego cuando la estación para plantar comience.
La tierra rehabilitada de este modo será usada por la comunidad para plantar vegetales. Esto ayudará a que las familias cuenten con alimentos y también generarán un ingreso a partir de la venta de lo producido.
“Trabajamos muy de cerca con la comunidad para identificar a un total de 200 hombres y mujeres, incluyendo a adultos jóvenes pertenecientes a las familias más vulnerables, divididos en dos grupos para el proyecto trabajo a cambio de efectivo”, señala Sam Lokore de la OIM.
La comunidad usó sus propias herramientas, algunas de ellas prestadas por vecinos, para poder completar el trabajo.
Se establecieron asismismo estructuras comunitarias para ayudar a resolver las disputas que pudieran surgir entre quienes se han visto beneficiados por la iniciativa a cambio de efectivo, y también con la comunidad mayor, para evitar tensiones y fortalecer la cohesión social, creando un sentido de unidad dentro de la comunidad.
Emilio Dolba, de cincuenta y cinco años y que hasta hace poco tiempo había estado viviendo en el Centro Colectivo de Hai Masna en Wau, dice que fue muy bueno ver a tanto a los hombres como a las mujeres trabajando juntos en los campos.
“Pujamos juntos para ayudarnos entre todos. Puesto que todo el mundo tiene un rol a cumplir. Cavar, jalar, transportar…trabajamos en equipo”, dice Emilio Dolba.
“Y cuando las verduras empiecen a brotar, sabremos que fue un esfuerzo comunitario”, dice Emilio.
El Programa de Medios de Subsistencia de la Unidad de Transición y Recuperación de la OIM es financiado por la Oficina del Ministerio de Relaciones Exteriores, del Commonwealth y de Desarrollo (FCDO) del Gobierno del Reino Unido.
Este artículo fue escrito por Liatile Putsoa, Oficial de Prensa de Sudán del Sur.