Khárkiv, 24 de agosto de 2022 – La destrucción y la pérdida de vidas tras la invasión rusa a Ucrania ha derivado en la mayor crisis humanitaria en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, y unió para siempre a dos generaciones diferentes de ucranianos, incluyendo a los que se encuentran en Khárkiv.
Seis meses después del inicio de la guerra, la ciudad cuya población antes del conflicto era de aproximadamente 1,4 millones de habitantes, sigue siendo el epicentro de grandes enfrentamientos y es bombardeada casi a diario, lo cual supone un terrible recordatorio de la anterior guerra para los residentes mayores de la ciudad.
Hace 79 años, la región también tuvo que luchar por su libertad. El 24 de agosto de 1943 fue liberada de las tropas nazis, una fecha que ahora se conmemora como el Día de Khárkiv, en la víspera del Día de la Independencia de Ucrania.
Más de 13 millones de personas se han visto obligados a abandonar sus hogares para encontrar seguridad en otros lugares del país o protección en el exterior. Ciudades y pueblos han sido totalmente arrasados y, según datos de Naciones Unidas, más de 5.500 civiles han perdido la vida.
Para muchos habitantes de Khárkiv, hay un antes y un después en sus vidas.
A las 4 a.m. del 24 de febrero, la segunda ciudad mayor de Ucrania fue ferozmente atacada. En un lapso de 24 horas, las tropas rusas llegaron a los suburbios del norte de la capital de la región, a tan sólo 30 kilómetros de la frontera entre Ucrania y Rusia. Si bien las tropas rusas superaban en número a las ucranianas, no pudieron entrar en Kharkiv.
“Soy de Khárkiv, de la mayor zona residencial de Ucrania – Saltivka, donde cerca de 400.000 personas residían antes de la Guerra”, dice Tania de 21 años, que ha logrado encontrar un hogar temporal en la Región Ivano-Frankivsk y que ha participado en la Escuela de verano de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para jóvenes líderes entre las personas desplazadas e integrantes de las comunidades acogidas.
“Durante dos semanas mi familia y yo no abandonamos el metro ni siquiera por un instante. El metro se convirtió en el principal refugio antiaéreo para los residentes locales. Yo no quería dejar la ciudad porque mis abuelos se iban a quedar solos. Solamente cuando ellos vinieron con nosotros a Khárkiv decidimos escapar de la guerra”.
De acuerdo con una reciente encuesta de la OIM, la mayor cantidad de personas – 28% de los aproximadamente 6,8 millones de personas desplazadas internas (PDIs) en Ucrania – escaparon de la Región de Khárkiv. Las necesidades humanitarias de quienes eligieron quedarse o no pudieron huir son inmensas.
En mayo, Khárkiv recibió el primer convoy humanitario de la OIM con artículos sumamente necesarios para las personas alojadas en los albergues u hospitales de la ciudad, y también en comunidades de difícil acceso en zonas controladas por Ucrania.
“Los residentes locales necesitan lámparas solares puesto que no hay luz, colchones y mantas, puesto que los albergues son fríos y húmedos, herramientas para reparaciones menores para sus casas dañadas y artículos de higiene”, explica Serhii, encargado de “Source of Revival”, una de las organizaciones no gubernamentales más grandes de la región de Khárkiv y contraparte de la OIM en las tareas de implementación.
“Solamente las personas que han padecido la guerra pueden llegar a comprender el valor de esta ayuda”.
En los primeros meses de la guerra, la jornada de trabajo del equipo de Source of Revival comenzaba a las 6 a.m. y terminaba a las 3 p.m., hora de toque de queda a partir de la cual cualquier movimiento en la ciudad y alrededores quedaba prohibido. La ubicación de los almacenes tuvo que ser cambiada varias veces debido a los intensos bombardeos, los misiles y las incursiones aéreas.
No todos los choferes estaban dispuestos a conducir hasta esta zona tan peligrosa. La situación ha ido empeorando y la cantidad de bajas va en aumento; pero aún así ningún integrante del equipo se ha ido. Se colocan los chalecos antibala y escudos protectores para entregar la asistencia de la OIM a las personas gravemente necesitadas.
Nadia, que actualmente está residiendo en las afueras de Khárkiv, huyó en marzo de su hogar en la ciudad de Derhachi debido a los intensos bombardeos, poco después de descubrir ue estaba embarazada.
“Ahora ya no queda nada con vida en Derhachi”, dice. “Acá también hay bombardeos, pero no son tan intensos como en mi ciudad; después, cuando cayó un misil en una escuela cercana, volvimos a mudarnos”.
“Source of Revival” le brindó a Nadia asistencia humanitaria de la OIM debidamente adaptada a sus necesidades, directamente en su hogar temporal pues era especialmente peligroso que una mujer embarazada se desplazara por una ciudad tan insegura.
La parte más difícil del trabajo del equipo es brindar asistencia a las comunidades que han sobrevivido a la ocupación rusa. Si bien lleva tiempo quitar las minas en las zonas después de que las fuerzas ucranianas las recuperan, las ONG se esfuerzan para brindar asistencia a las personas con necesidades críticas lo antes posible.
“Algunos asentamientos fueron arrasados. Hay muchos Irpins y Buchas locales en nuestra región”, dice un miembro del personal de Source of Revival en referencia a dos ciudades en la oblast de Kyiv ocupada por Rusia cuando la guerra comenzó y donde la evidencia da cuenta de significativos abusos los derechos humanos cometidos contra los civiles. “La explotación, el secuestro a cambio de recompensa, los robos, el hostigamiento, las violaciones y el abuso sexual de mujeres, además de abusos contra menores, ancianos y hombres. Algunas personas siguen desaparecidas”.
Los trabajadores humanitarios están ayudando a los residentes locales e identificando a las víctimas de violencia relacionada al conflicto. Todos ellos pueden concurrir al centro de la OIM para acceder a rehabilitación física y psicosocial.
Recientemente Khárkiv ha estado recibiendo cantidades cada vez mayores de personas desplazadas que escapan de las regiones vecinas de Donetsk y Luhansk. Y, a pesar de la situación en materia de seguridad, incluso los residentes de Khárkiv están regresando a sus hogares con altas esperanzas.
“Quieren reconstruir este lugar”, dice Serhii, cuya casa también resultó destruida por los bombardeos. “Pero todo ha cambiado: la infraestructura está dañada, las casas también, no hay trabajo, y parte de la región sigue ocupada. Las tropas rusas están intentando acercarse a la ciudad y por ende la amenaza persiste al igual que los caóticos bombardeos”.
Según las autoridades, más de 1.000 civiles en la Región de Khárkiv fueron asesinados en los últimos 181 días, entre ellos 50 menores, y tal vez estas cifras no sean definitivas. La calma es engañosa aquí, pues la situación puede cambiar en cualquier momento. En una sola noche, el 18 de agosto, 21 civiles fueron asesinados y 44 resultaron heridos en la Región de Khárkiv a raíz de un ataque con misiles en una zona residencial. Sin embargo, tal como ocurrió 79 años atrás, los residentes locales creen en su tierra y en la justicia y han manifestado la misma fuerza de carácter de sus antepasados.
“Me nutro con la fortaleza de mi equipo. Yo sé que ellos podrían haber optado por irse de Khárkiv pero eligieron quedarse. Son los primeros que se ponen los chalecos antibala y los escudos, y que luego salen a ayudar a la gente”, dice Serhii.
Desde mayo de 2022, Source of Revival ha distribuido más de 16.000 lámparas solares, 7.000 frazadas, 3.000 kits de higiene, 5.000 colchones, 18.000 toallas, 10.000 bidones tipo Jerry, y otros artículos no alimentarios aportados por la OIM en la Región de Khárkiv. Este suministro puede continuar gracias al financiamiento de la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas, de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), del Fondo Humanitario de Ucrania, del Fondo Central de Respuesta a Emergencias de las Naciones Unidas (CERF) y de los Gobiernos de Japón, Canadá, Alemania, Francia, Dinamarca, Kuwait, Corea del Sur, Suecia y Eslovaquia.