Cox’s Bazar, 22 de octubre de 2021 – Cuando a Abdul le preguntaron cuál era su trabajo,  solamente pudo responder: “No estoy haciendo nada señor”. Esta primera visita de un Oficial de Proyecto de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) sigue estando viva en su memoria, pues ocurrió cuando había perdido toda esperanza de volver a encontrar un empleo. Es uno del casi millón de miembros de la comunidad de Cox’s Bazar cuyo trabajo se esfumó cuando comenzó la pandemia de COVID-19.

Cuando las restricciones a los movimientos empezaron a agudizarse en marzo de 2020, su trabajo como chofer de triciclo motorizado dejó de ser esencial. Sufriendo una discapacidad en una pierna y sin una idea clara de cuándo la pandemia llegaría a su fin, quedó claro que su búsqueda frenética de un nuevo ingreso no iba a dar  frutos.

De acuerdo con la Oficina de Estadísticas de Bangladesh, Cox’s Bazar es uno de los distritos que detienen los más bajos índices de educación y capacitaciones diversas, y aproximadamente el 33% de la población vive por debajo de la línea de pobreza. La COVID-19 amenazó aún más el bienestar de millones de personas en todo el país, con redundancia a gran escala de trabajadores y una inseguridad alimentaria presente en muchos lugares.

La cooperación ‘Shapla Fresh Food Corner’ (“Rincón de alimentos frescos de Shapla”) de cinco personas se enfoca en el procesamiento de pescado disecado, que es una actividad muy lucrativa en Cox’s Bazar. Fotos: OIM/Mashrif Abdullah Al 

Para ayudar a los miembros de la comunidad de acogida a que pudieran sobrellevar las nuevas circunstancias y obtener un ingreso, la OIM comenzó a ofrecer actividades alternativas generadoras de ingresos y descubrió que algunos de los miembros de la comunidad se inclinaban más por las agrícolas pero también había grupos que preferían otro tipo de actividades.

La OIM y sus asociados implementan regularmente módulos de capacitación sobre cría de aves de corral, cultivo de vegetales, cría de ganado, en tanto que para el caso de las actividades no agrícolas los participantes pueden concurrir a sesiones sobre sastrería, procesamiento de pescado disecado, plomería y procesamiento de alimentos, entre otras.

Ayudando a las personas vulnerables a que desarrollen las capacidades indispensables para cubrir las demandas de empleo del mercado laboral, el programa de medios de subsistencia de la OIM aspira a contribuir con la estabilidad económica de las comunidades de acogida.

Los participantes del Proyecto tienen la posibilidad de concurrir a módulos de capacitación sobre distintas temáticas que van desde el tendido de cables eléctricos hasta plomería. Fotos: OIM/Mashrif Abdullah Al 

“Me preguntaron de cuántos miembros se componía mi familia y si tenía padres”, recuerda Abul. Durante la evaluación él dijo que deseaba continuar trabajando con el triciclo motorizado y lo invitaron a concurrir a una capacitación de 15 días sobre la mecánica de tales medios de transporte.

Adicionalmente, todos los participantes concurrieron a una capacitación de tres días sobre gestión de emprendimientos y planeamiento de negocios. La OIM trabaja con asociados locales para llevar adelante capacitaciones para el desarrollo de habilidades, aumentando de tal modo la eficiencia y la flexibilidad.

“Les brindamos a los miembros de la comunidad capacitaciones sobre desarrollo de negocios, oferta y demanda y análisis de mercado”, señala Sharmin Akter, Oficial de Programas de Medios de Subsistencia de la OIM en Cox’s Bazar. “Estas sesiones son esenciales para asegurar que los participantes puedan obtener un ingreso cuando la capacitación termina”.

Durante la pandemia, Abul transformó su pasión por conducir triciclos en un taller de reparación de tales vehículos que él mismo gestionó. Fotos: OIM/Mashrif Abdullah Al 

Al igual que Abul, muchos jóvenes en el distrito han luchado durante mucho tiempo para encontrar oportunidades socioeconómicas decentes. El empleo entre los jóvenes en las comunidades de acogida ha estado asociado a la falta de habilidades sociales y de las redes necesarias para acceder a las oportunidades del mercado.

A través de proyectos de medios de subsistencia, la OIM espera ayudar a que los jóvenes puedan desarrollar capacidades relacionadas con la comunicación tanto verbal como no verbal, la creatividad, el tendido de redes, la negociación, uso adecuado del tiempo y competencia intercultural. También son capacitados en oportunidades de empleo, incluyendo lugares a los cuales recurrir para encontrar ofertas laborales y el modo de postularse.

Tras las capacitaciones, los participantes reciben un subsidio en efectivo que los ayudará a asegurarse las materias primas como por ejemplo semillas de calidad y también las herramientas adecuadas para cultivar la tierra. Desde 2017, cerca de 11.000 miembros de la comunidad de acogida han accedido a oportunidades de medios de subsistencia. Del mismo modo, más de 6.000 refugiados rohingya han podido acceder a servicios para lograr su auto-dependencia.

En las recientes inundaciones, miles de miembros de la comunidad de acogida han perdido sus pertenencias, incluyendo los huertos de vegetales que tenían y los albergues. Fotos: OIM/Mashrif Abdullah Al 

En septiembre de 2020, Abul y tres de sus amigos unieron fuerzas y recursos para el lanzamiento de una cooperativa: el taller de reparaciones de triciclos motorizados “Centro de Servicios para Amigos de los Triciclos Motorizados”. Este negocio ahora les sirve para generar un ingreso y poder ayudar a sus familias. La familia de Abul en particular ha estado dependiendo en gran medida de él desde que su padre falleció. “Mis cuatro hermanas, mi hermano y mi madre me buscaron para que les brindara apoyo”.

La madre y las hermanas de Abul, como muchas otras mujeres en Bangladesh, son quienes deben alimentar a sus familias con el plato de comida cada día, pero además, deben luchar para asegurarse un empleo puesto que las normas socioculturales tienden a restringir las oportunidades económicas a su alcance. Este obstáculo para las mujeres aumenta sus vulnerabilidades y también el riesgo de que sufran violencia o abusos.

Adicionalmente miles de personas en los sub-distritos de Ukhiya y Teknaf en Cox’s Bazar han perdido sus ingresos y sus posesiones en inundaciones devastadoras que han barrido la ciudad en meses recientes, imponiendo una presión mayor sobre los medios de subsistencia de las comunidades.

Muchas de las mujeres que participan del Proyecto están ahora manejando sus propios negocios. Fotos: OIM/Mashrif Abdullah Al 

Por medio de estos proyectos la OIM también busca empoderar a las mujeres y ayudarlas a que puedan acceder a iniciativas de medios de subsistencia a nivel familiar con el potencial de cubrir las demandas del mercado. Con el conocimiento adquirido recientemente y los subsidios que se entregar para poder comenzar, las participantes pueden desarrollar sus propias iniciativas individuales o grupales.

Jamila, una miembro de la comunidad de acogida, luchó por mucho tiempo para poder llegar a fin de mes mediante la venta de leña y de escobas. Tras haber concurrido a una capacitación de cinco días sobre cría de aves de corral y tras haber recibido su subsidio, Jamila y cinco otras mujeres de su comunidad abrieron sus propias granjas para la cría de aves de corral, que ahora las ayudan a sostener a sus familias.

“Algunas de ellas han dicho que confían en que también podrán ahorrar algo de dinero para sus hijos”, dice Sharmin. "Tienen la esperanza que cuando las clases comiencen nuevamente podrán pagar las matrículas de sus hijos y brindarles educación”.

Ni bien se levantaron las restricciones al movimiento por la COVID-19 el trabajo duro de los participantes comenzó a dar sus frutos. Pero como no se sabe a ciencia cierta cuándo terminará la pandemia, el futuro sigue siendo incierto. “Aún tenemos clientes pero no tantos como antes”, dice Abul. “Sin embargo somos optimistas en cuanto a que nuestras habilidades adquiridas no caerán en saco roto.  Cox’s Bazar siempre ha renacido. La marea volverá a subir para nosotros”.

Las oportunidades de medios de subsistencia de la OIM para las comunidades de acogida en Cox’s Bazar son posibles gracias al apoyo de la Oficina de Asistencia Humanitaria de USAID  (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), y el Proyecto SAFE Plus que es manejado conjuntamente por la OIM, por el Programa Mundial de Alimentos y por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, actualmente financiada por   Global Affairs Canada, el Ministerio de Relaciones Exteriores, del Commonwealth y de Desarrollo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega, el Gobierno de los Países Bajos, y el Gobierno del Reino de Suecia.

Esta historia ha sido escrita por Mónica Chiriac, Oficial de Información Pública de la OIM en Cox’s Bazar, Tel: +880 1880 084 048, Correo electrónico: mchiriac@iom.int

SDG 1 - FIN DE LA POBREZA
SDG 8 - TRABAJO DECENTE Y CRECIMIENTO ECONÓMICO
SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES