Gante, 7 de agosto de 2023 – Con pruebas de sonido resonando de fondo, Tetiana y Olena están muy ocupadas preparándose para recibir a los cientos de fanáticos del jazz que han llegado a Gante para asistir al festival anual de música de esa ciudad.
Por 10 días cada mes de julio, el Festival de Jazz de Gante reúne a destacados artistas de todos los rincones del planeta para que actúen en el encantador sitio de Bijloke en Gante, capital de la Provincia de Flandes Oriental, Bélgica. Organizado desde 2007, el festival es una oportunidad propicia para que personas de todas las edades y extracción social puedan congregarse, unidas por su amor al jazz.
Para facilitar la integración de los refugiados de Ucrania a la sociedad belga, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) apoya a todas las personas que han tenido que escapar de Ucrania para que puedan encontrar oportunidades de voluntariado en Gante. El personal de la OIM ha observado que la posibilidad de que esas personas participen de experiencias significativas de voluntariado expande la red social de quienes están viviendo en centros de alojamiento para refugiados.
Este es el segundo año que Tetiana trabaja como voluntaria en el festival de jazz. La vez anterior ayudó en la cocina. “Me encanta trabajar como voluntaria porque me da la chance de conocer a mucha gente interesante”, explica.
Tetiana solía trabajar como gerente de finanzas en una gran aerolínea del gobierno en Borodyanka, ciudad cercana a Kyiv, Ucrania. Inmediatamente después de que la guerra a gran escala comenzara en Ucrania en febrero de 2023 los bombardeos destrozaron la mayor parte de los edificios residenciales. Tetiana y su madre se ocultaron en el sótano por semanas. Cuando pudieron salir, se encontraron con que su apartamento había sido impactado por proyectiles.
Ya sin mucho por hacer en ese lugar, tomaron la decisión de irse. “Nunca había estado en Bélgica antes de la guerra y no conocíamos a nadie cuando llegamos”, recuerda Tetiana. “Nos habíamos refugiado con colegas que estaban yendo a Gante a reunirse con su hijo, de modo que decidimos seguirlos”. Al llegar a Bélgica, Tetiana y su madre se alojaron con una familia belga que las acogió.
Algunos meses más tarde, las dos se mudaron a un cuarto en un centro de alojamiento para ucranianos que habían tenido que escapar de la guerra, coordinado y financiado por la Ciudad de Gante desde junio de 2022 con el apoyo de la OIM. En ese centro la mayor parte de los residentes son mujeres y menores a los que se les brinda la oportunidad de comenzar una nueva vida en Bélgica.
Por medio de esta iniciativa la OIM procura disminuir el nivel de vulnerabilidad de las personas desplazadas por la crisis humanitaria en Ucrania, creando espacios seguros en lo que pueden emprender la búsqueda de una vivienda adecuada y explorar oportunidades laborales
En los dos centros de alojamiento que reciben el apoyo de la OIM el personal se asegura de que las personas puedan compartir, en condiciones seguras, sus inquietudes, problemáticas y sugerencias. La OIM también se encarga de derivarlas a redes locales para que puedan acceder a educación para sus hijos e hijas, a cursos de idioma, a oportunidades de voluntariado, a actividades de ocio y recreación y a apoyo para su salud física y mental.
“Estamos disfrutando nuestra paz y tranquilidad en Bélgica, pero empezar de nuevo en un país desconocido no es para nada fácil”, confiesa Tetiana. “Tuve que aprender un idioma totalmente diferente y buscar empleo en un sector también nuevo”.
Muy pronto Tetiana se inscribirá en un programa de orientación y capacitación para realizar trabajo administrativo en VDAB, el servicio de empleo público de Flandes. Sabe que para poder encontrar un trabajo que le guste será necesario pulir sus habilidades lingüísticas. “Siempre que puedo aprovecho para practicar mi holandés y trabajar como voluntaria en el festival es realmente una gran oportunidad de hacerlo”.
Es la primera vez que Olena trabaja como voluntaria en el festival y ha tenido la grata sorpresa de ver el nivel de camaradería entre los voluntarios y la excelente atmósfera de trabajo.
“En los momentos de descanso tomamos juntos un café y después de nuestro turno miramos los recitales”, dice Olena. “Para mi esta es una oportunidad de ampliar mi círculo social y de aprender cosas nuevas”.
Olena llegó desde Kyiv a Bélgica junto a su hijo Oleksandr al inicio de la guerra a gran escala. Al igual que Tetiana, actualmente vive en uno de los centros de alojamiento para ucranianos en Gante, pero recientemente ha empezado a buscar un apartamento y espera poder alquilarlo y quedarse allí mucho tiempo.
Cuando vivía en Ucrania Olena trabajaba en una panadería dentro de un enorme supermercado, pero ahora ha tenido que buscar oportunidades laborales en otros sectores. “Estoy buscando trabajo muy activamente en Bélgica porque quiero alquilar un apartamento y no se puede si uno no tiene un contrato de trabajo”; explica.
En los primeros seis meses en el exterior Olena sintió que la experiencia que le estaba tocando vivir era realmente desafiante, pero de a poco se fue adaptando a su nueva vida en Bélgica. Ya habla un poco de holandés porque ha estado yendo a los cursos organizados por las autoridades locales.
“Ahora todo tiene un poco más de sentido para mí”, dice. “No sé si podré regresar a Ucrania ni tampoco cuándo podré hacerlo; por eso ahora me focalizo en conocer más este país, encontrar un trabajo, y ayudar a mi familia que ha quedado en Kyiv”.
La OIM puede brindar ayuda a los centros de alojamiento y a las actividades para los refugiados de Ucrania en Gante gracias al apoyo de la Ciudad de Gante y al Centro Público de Bienestar General (OCMW) de esa ciudad.
Esta historia fue escrita por Olena Chyzhova, Mediadora Cultural de la OIM Bélgica y Luxemburgo en Gante.