Dire Dawa, 10 de julio de 2023 – Abel Ahmed* tiene 16 años y nunca ha ido a la escuela. Originario de Dera, Estado Regional de Oromia, Zona Shoa Norte de Etiopía, integra una familia que nunca pudo enviarlo a estudiar. En lugar de ir a la escuela apoyaba su familia por medio de la realización de tareas agrícolas a pequeña escala en la parcela de terreno en la que plantaban sorgo.  

“Mi familia tiene problemas económicos. Yo quería ir a la escuela pero no pude”, explica.   

Hace un mes se fue de casa con amigos y compañeros a buscar trabajo, tras haber escuchado historias de otros miembros de la familia que habían conseguido empleo en Yemen. Un estudio realizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) revela que los menores de Habru, Dire Dawa, Bedeno y Sigmo, que son partes de Oromia en Etiopía, reveló la existencia de menores sujetos a diversas formas de trabajo infantil, incluyendo tareas peligrosas en granjas de Yemen.   

“Yo quería hacer cualquier tipo de trabajo. Había escuchado que en Yemen si uno trabaja la paga es buena”.  

Después de cinco días en ruta, llegó a la frontera de Djibouti y desde allí logró llegar a Dewele usando un vehículo facilitado por los traficantes. Desde allí cruzó a Djibouti de a pie. Por unos 370 dólares EE.UU. (equivalentes a 20.000 Birrs etíopes), se les permitió usar el vehículo y se les prometió un teléfono para comunicarse con su familia una vez que se subieran al bote desde Obock en Djibouti rumbo a Yemen. Sin embargo no pudo completar el viaje y se vio forzado a regresar a Dewele en la frontera entre Etiopía y Djibouti después de haber cruzado.  

Ha encontrado albergue en el Centro de Respuesta a Migrantes (MRC) de Dewele y finalmente en Dire Dawa en Etiopía, junto a un gran grupo de jóvenes adolescentes no acompañados que se habían embarcado en un viaje similar.  

De acuerdo con investigaciones de la OIM, hay un dicho común acerca del valor del trabajo infantil en la sociedad etíope: “Uno empieza a aprender después de haber comido”. La frase hace referencia a que el aprendizaje sin haber saciado la necesidad de alimentarse es culturalmente sancionable, en un contexto en el que se espera que los menores apoyen las actividades generadoras de ingresos. Espera con mucha ansiedad poder regresar pronto junto a su familia.  

“Yo ahora quiero apoyar a mi familia con actividades agrícolas tradicionales y crianza de ganado. También quiero estar nuevamente con mi hermana. Mi familia está feliz de que regrese”.  

La OIM apoya el regreso de Abel a su casa por medio de transporte voluntario y vinculándolo con apoyo en forma de artículos no alimentarios y albergue temporal. El personal de apoyo de la OIM evalúa cada caso individual antes de derivarlos de a uno a los asociados a cargo del Plan de Respuesta a Migrantes (MRP) como por ejemplo Save The Children, para continuar con las tareas de Seguimiento y Reunificación Familiar.

Dino es un joven migrante de 15 años que decidió tomar la Ruta Oriental luego de que la parcela de terreno de su familia no produjera más a causa de la sequía. Foto: OIM 2023/Eva Sibanda

La situación de Dino Yacob de quince años no es muy diferente a la de Abel. La fuerte sequía en su ciudad natal East Hararge forzó a su familia a buscar una fuente alternativa de ingresos para poder sobrevivir.  El maíz y el sorgo plantado en la parcela de terreno de su familia se habían secado y tuvieron que esforzarse para encontrar pasturas y agua para las cabras y el resto del ganado que criaban. Los animales eventualmente murieron. Mientras la sequía continuaba, su familia vendió el ganado que le quedaba para poder comprar comida, ahorrando algo para poder pagar el transporte hacia los Estados del Golfo.  

“La sequía nos forzó a irnos de nuestra casa. Cuando la comida se terminó, lo único que quedó fue tierra yerma”, dice.  

Dino viajó junto a otros tres hermanos, en tanto que su madre y padre se quedaron en Dewele. Le tomó siete días poder llegar a Djibouti desde  East Hararge. En Dewele cruzaron la frontera de a pie, escondiéndose de los puntos de control que había en el camino.   

“Me siento adolescente, no me siento hombre adulto todavía. Pero a la vez siento que soy lo suficientemente grande como para trabajar”.  

Siendo aún muy jóvenes, los menores migrantes con frecuencia se encuentran en situaciones en las que deben depender solamente de ellos mismos y aceptar diferentes empleos, exponiéndose a distintas formas de violaciones a sus derechos humanos como es el caso de la explotación laboral infantil, quedando a veces sujetos a trabajo forzoso no remunerado.  

“Llegamos a Djibouti totalmente desesperados y por eso empezamos a pedir en las calles”, recuerda.    

Cuando estaba mendigando en la vía pública conoció a un hombre que le preguntó si estaba interesado en trabajar y le ofreció un cepillo y betún para trabajar como lustrabotas. Así que comenzó a trabajar en eso.   

“Trabajé por dos meses como lustrabotas en la ciudad de Djibouti, ganando entre 17 y 28 centavos. Junté algo de dinero con este trabajo y compré algo de ropa para mi familia”.  

Dino regresó recientemente a Etiopía; la familia quedó dividida pues su padre se quedó en el MRC de Dewele cerca de la frontera entre Etiopía y Djibouti. Consiguió transporte subvencionado por la  OIM hasta el MRC de Dire Dawa con su madre y hermanas. Ahora que está de regreso en Etiopía, volverá a su hogar en su aldea en donde la organización asociada del MRP, el Programa Mundial de Alimentos, apoya a las zonas afectadas por la sequía por medio de asistencia alimentaria.    

Cuando esté de regreso en casa quiere retomar sus estudios. “Ya asistí a la escuela en el pasado y quiero empezar de nuevo”. 

*Los nombres han sido cambiados a fin de proteger las identidades 

La Ruta Oriental incluye movimientos de personas que viajan desde Etiopía a través de Djibouti o Somalia y desde Somalia atravesando el Mar Rojo/Golfo de Adén rumbo al Reino de Arabia Saudita y otros Estados del Golfo vía Yemen. El Plan Regional de Respuesta a Migrantes (MRP) para el Cuerno de África y Yemen es una estrategia de respuesta humanitaria y de desarrollo enfocada en las personas migrantes y destinada a las personas migrantes vulnerables que vienen del Cuerno de África, específicamente de Somalia, Djibouti y Etiopía, desplazándose desde y hacia Yemen.   

Escrito por Eva Noma Sibanda, Oficial de Comunicaciones (MRP), Oficina Regional de la OIM para África Oriental y el Cuerno de África 

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